11 DE JUNIO DE 2021 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Todos hemos conocido casos. “Tenía todo para ser feliz”, decíamos de ella. Era estupenda, con un buen marido, linda familia y excelente situación económica. Un día se lanzó de un décimo piso y nadie se lo pudo explicar. “Simplemente se volvió loca”, pensábamos los demás para nuestros adentros.

Les pasa a las personas y también a los países: Chile, el mejor de Sudamérica y mejorando en todos los índices. Y un día, por 78 contra 22 por ciento, decide suicidarse. Convertirse en una de esas naciones de donde todos se quieren ir a otra como… Chile.

“¿Qué te pasó, Chile?”, nos preguntan desde fuera. Y no sabemos contestar. Sólo explicamos que la mayoría se ha vuelto loca.

Como los que se vuelven locos cometen locuras, en solemne ceremonia el presidente de la nación inaugura “Cerro Dominador”, planta de energía solar para generar 210 MW de potencia. Con un año y medio de retraso, pero no importa, celebra igual. Es que es “energía limpia”.

Yo sabía que era otra locura más, después de haber entregado la Constitución, pero llamé al experto en el tema, Douglas Pollock, para que me ilustrara y me explicó: la planta gemela de “Cerro Dominador” está en Nevada, EE. UU. y sólo generó el 13 % de su capacidad nominal prometida. Y en el desierto de Mojave, en California, está la mayor del mundo, Ivanpah, de 392 MW, que produjo en promedio un 19 % de su capacidad. “Ambas quebraron y hoy no despachan electricidad a ninguna parte”, me informó. 

A la vez, Douglas me recordó que entre Piñera y Bachelet liquidaron el proyecto HidroAysén, de 2.750 MW de energía limpia, que iba a generar el 85 % del tiempo (factor de planta) con una superficie inundada mínima e iba a ser el proyecto hidroeléctrico más eficiente del mundo. Se perdieron 250 millones de dólares al frustrarlo. Al mismo tiempo se mantuvo la central Rapel, con factor de planta de 30 %, la misma superficie inundada y que produce 21 veces menos electricidad (130 MW versus 2.750 MW).

¿Por qué suceden estas cosas en Chile? Porque hay demasiada gente que se ha vuelto loca. Y cuando son mayoría, la cosa no tiene remedio. Por lo menos no tiene remedio durante mil días, enseña nuestra historia. De la cual muy pocos aprenden y por eso cada ciertos años el país “se pega un balazo en el pie” y la repite.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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