22 julio 2023 

 

 

 

 

 

Tomas Bradanovic 


No hace falta ser Sherlock Holmes, porque el robo de 23 computadores y una caja de caudales del Ministerio de Desarrollo Social fue increíble por lo elemental y chambón.

No voy a hacer un recuento de las cosas que se han acreditado ni nada de eso, sino lo que -a mi modo de ver- debería considerarse en un análisis de inteligencia sobre el asunto, para establecer supuestos e hipótesis de trabajo en las investigaciones. Eso si es que alguien quisiera saber de verdad lo que pasó. 

No es un análisis legal ni establece culpas, sino lo que considero las hipótesis casi inevitables a mi modo de ver. Como están involucrados personajes muy importantes, la "presunción de inocencia" se está llevando a extremos insólitos. En otras palabras, esto es lo que yo pienso que pasó. Si le gusta lo toma y si no lo deja.

Motivo
Para resolver un delito lo primero que se debe averiguar es cual fue el  motivo. 

Resulta que el Ministerio y sus más altas autoridades estaban siendo investigadas por la Fiscalía por una serie de millonarios fraudes al fisco, por medio de fundaciones estrechamente asociadas al partido político del ministro Giorgio Jackson.

La Fiscalía estaba siendo presionada para que incautaran los computadores y documentos en el marco de esa investigación para evitar la destrucción de evidencias, ese allanamiento tarde o temprano lo tendrían que hacer, pero justo antes ocurrió el robo. El motivo queda muy claro, no existe ni de cerca otro motivo que justifique correr el riesgo de un robo así.

Inside job
Tengo pocas dudas que el robo fue un trabajo interno, planificado por gente que labora dentro de ese Ministerio, que conoce los nombres de los trabajadores y la ubicación exacta de las especies. Incluso dejaron un aparato para cortar los cables de seguridad que amarraban los equipos, diciendo a los guardias donde podían encontrarlo.

Los guardias fueron cómplices
Eso es algo que también me parece claro, sus historias, más que inconsistentes son inverosímiles. De hecho -hasta donde se sabe- el robo fue ejecutado por los propios guardias de seguridad, porque los tres delincuentes que se llevaron las especies no necesitaron ingresar al edificio. Esto les permitió perpetrar el delito sin que se tuvieran que identificar.

Resulta inverosímil pensar que les entregaran en la puerta del edificio 23 computadoras y una caja de caudales sin pedirles siquiera el documento de identidad, sin sospechar de nada. Creer eso es un insulto al sentido común más básico.

La empresa HM Seguridad SPA, de propiedad de don Hugo Martínez Oyanedel, no es una empresa pequeña aunque mantiene un perfil muy bajo. 

Entiendo que por el servicio de seguridad para el Ministerio cobran cerca de 300 millones de pesos mensuales y tienen contratos grandes con muchos otros organismos del estado para proveer seguridad a edificios de gobierno corporativo de gobiernos regionales, Servicio Médico Legal y muchos más.

Resulta muy extraño como el abogado de esta empresa defiende a brazo partido a los dos guardias de seguridad y atribuye todo a un engaño por la buena fe, cuando estos guardias son -por su conducta y participación- los principales sospechosos. 

Si la empresa resulta involucrada en el asunto tendrán una pérdida enorme, yo dudo que se hayan arriesgado -como empresa- a hacer una cosa así.

Se cumplió el objetivo
Claro que a un precio muy alto porque ya quedó instalada la idea que se trató de un autorrobo y que desde el ministro hacia abajo -tal vez desde el presidente hacia abajo pensarán algunos- son todos una mafia de delincuentes comunes.

Es algo que se ha visto en otras partes, por ejemplo el asesinato del fiscal Nisman en Argentina, los manejos de fondos de Pedro Castillo y su familia en Perú o el robo de documentos clasificados de Trump. 

En Chile estas cosas también han ocurrido antes, recuerden la desaparición de computadores en los casos MOP-GATE, Caval, o relacionados. O en el escándalo de las fundaciones -en pleno desarrollo- el robo en las oficinas de la ONG Multiarte, o el incendio del SEREMI de Bienes Nacionales, donde hicieron desaparecer documentos que podrían inculpar autoridades. 

Tampoco es la primera vez en Chile, solo que este fue el robo más burdo y descarado de todos los que habíamos conocido.

Las consecuencias
Los políticos son cortoplacistas y audaces. Especialmente cuando están desesperados no les tiembla la pera el jugarse el todo por el todo, con un robo, un asesinato por encargo como el de Nisman o lo que sea. 

Saben que tienen gente de los suyos en la Fiscalía, en la prensa, tienen plata para repartir y que una mentira mil veces repetida se puede convertir en verdad, aunque sea por un corto tiempo. Cuando las prácticas mafiosas llegan al Poder Ejecutivo cualquier cosa puede pasar, ejemplos sobran.

Pero les va a pasar igual que a los Kirchner, que han podido flotar por un tiempo. Aunque cuando se asiente el polvo que han levantado y se aclaren las cosas, terminarán cubiertos de infamia y lo peor, despojados del superpoder que les confiere disponer de un electorado fiel y fanático. 

Seguramente el objetivo de corto plazo se va a cumplir y con un par de operaciones psicológicas -por absurdas que sean- conseguirán que la gente común se olvide un poco de sus robos y chanchullos. 

No me extrañaría nada que ahora aparezca un nuevo Caso Spiniak, claro que los merluzos de hoy no tienen el poder y el equipo de delincuentes de élite del que dispuso Ricardo Lagos, tampoco tienen alguien para el diseño equivalente a Gustavo Villalobos, bien entrenado para estas  cosas en la RDA. 

En fin, ahora que son puros chantas, les va a costar mucho más blanquearse. Capaz que les vuelva a salir todo mal otra vez.

Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/

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