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Cristián Labbé Galilea


Poco se ha dicho, y para los ilustrados de siempre (políticos, académicos, dirigentes empresariales, opinologos, etc.) ya no es tema que el Gobierno haya montado una exposición, en la que se hace un elogioso panegírico de la vida revolucionaria de Miguel Enríquez y del MIR, que además contó con la presencia del Presidente de la República. De verdad increíble… Increíble porque, como dice el refrán, “es necio quien cree que el enemigo está dormido”.

Esta acción del Mandatario es una prueba irrefutable de su ADN que hoy fingidamente quiere ocultar. Imposible no recordar la obra “Tartufo”, de Moliere que desenmascara el papel hipócrita de personajes -especialmente políticos-, los cuales no son más que saqueadores, que sólo pretenden el poder y hacer de éste su botín (Cualquier similitud…).

Esta pluma recuerda a sus jóvenes contertulios que el MIR se fundó en los años 60 aprobando el uso de la violencia política, rechazando la vía pacífica, y reafirmando que el único camino para derrocar el régimen democrático y “burgués” existente (E. Frei M.)  era la insurrección popular armada.

Aquí una pequeña muestra de lo que esta frágil memoria recuerda de algunos casos de violencia perpetrada por la izquierda radical y revolucionaria antes del 73.

He aquí parte de la violencia que cohonestó y respaldó el Presidente con su visita a la exposición sobre el MIR, justo cuando el país recuerda con horror los días del octubrismo de 2019. El mandatario pareciera ignorar que el país tiene memoria, y que no hay disfraz alguno que encubra su ánimo revolucionario y violentista.

Por último, para esta pluma resulta imposible obviar tal agravio al orden institucional y a Carabineros de Chile. No podemos ignorar que Miguel Enríquez, un “burgués hijito de su papá”, decía en esos años: “… odio al órgano represor de la burguesía, el cuerpo de Carabineros…”, esa misma Institución que hoy “le presta ropa” a la Ministra del Interior, a través de su ex General Director, a quien el gobierno “dejó caer” sin contemplaciones… confirmando que: “quien de la izquierda se fía, se arrepentirá algún día”.

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