Freddy Blanc Sperberg
Consejero Nacional Prch


En carta fechada el 13 de abril de 1942 (falleció poco tiempo después), Simone Weil, filósofa y activista política que participó en la Guerra Civil española y también en la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, decía a Joë Bousquet «La atención es la forma más rara y más pura de generosidad».

En nuestra compleja actualidad vemos con desazón cuánta falta hace reconocer el sentido y la verdad tras esa frase. La desgracia de fondo es que quienes tienen el poder sobre nuestros destinos están a años luz de querer ser generosos y se cierran, de ojos, oídos, piel, razón y corazón, a las expresiones estrepitosas de las víctimas de siempre. El manoseado clamor ciudadano, la voz del pueblo, el trabajador abusado, la madre trabajadora y un sinfín de términos emocionales son, sencillamente, despreciados.

Por Dios que hace falta la filosofía y el pensamiento crítico en la sociedad chilena. Nuestro pueblo ha caído, víctima de una estrategia comunista muy bien planeada, en un abismo de insensibilidad y desafección por el concepto social. A pocos les interesa realmente lo que suceda con los otros, con los vecinos, con las personas que nos cruzamos diariamente, con el vendedor del café, con el tipo que pide las monedas en el estacionamiento, con la autoridad atacada y con cualquiera que no sea el YO. En cambio, se ha asentado con feroz violencia la ideología, propiciada por fanáticos cuyas banderas de lucha somos los ciudadanos, pero cuyos objetivos son simplemente enarbolarnos, usarnos y excluirnos. Son muy pocos los que nos piden que pensemos por nosotros mismos, que nos informemos bien para decidir mejor, que nos dicen que un pueblo educado comete menos errores y que también nos explican por qué los valores y los principios son intransables. Nada de lo que está ocurriendo es espontáneo. Por el contrario, fue maliciosamente planificado por quienes pensaron por nosotros, nos guiaron a que votáramos por ellos y que tomaran deciciones por nosotros. Craso error. Hoy actúan contra nosotros y, si levantamos la voz, nos amenazan y amedrentan con consecuencias “insospechadas”. A mi edad, a lo único que le temo es al castigo divino.

Tanta promesa de dignidad, y la esperanza de un futuro mejor, me ha hecho recordar una frase del gran Pedro Messone en uno de sus preciosos temas: “Sueños que nunca son….”

Así, nos encontramos ante la colisión de la sociedad occidental, y todas sus virtudes y defectos, con una ideología que sólo tiene sueños y defectos.

Muchos malinterpretaron los 6 y tantos millones de votos Republicanos, Nulos y Blancos del día 07 de Mayo. Debemos dejar claro que esos votos representan, en realidad, la fuerza del RECHAZO al experimento ideológico ejecutado por cúpulas políticas coludidas con la ONU, en que los chilenos somos los conejillos de indias. Nunca olvidemos que ellos, por acción o por omisión, durante 30 años han ido socavando las bases morales de nuestras instituciones. Hoy ninguna institución del Estado escapa a actos de corrupción de sus funcionarios que, a pasos agigantados, perdieron el verdadero sentido del servicio público y, como en la tecnología comercial, migraron hacia el “autoservicio público”. Primero yo, segundo yo y tercero yo y, si queda un poco, para mí también. Esa es la máxima de la casi totalidad de nuestros “autoservidores públicos”, de los líderes políticos de casi la totalidad de los Partidos y de la casi totalidad de los Parlamentarios.

El Partido Republicano lideró desde el principio, con un humilde 22%, esa idea, la de RECHAZAR. Hoy intentan, en titánica tarea, responder correctamente a esa consecuencia y rescatar, desde un tren que ya partió, la esencia del sentir nacional. No es fácil dado el constante acoso mediático de diestra y siniestra. Es imposible dejar contento a todos pero, ya lo dije, los principios y valores son intransables. Podremos estar en total desacuerdo con el proceso impuesto por esos “autoservidores públicos”, pero el camino es la ley y las salidas están claras. Deberemos escoger alguna de ellas y, por mi parte, elegiré la que no implique daño a mi país. Nunca tendremos explicaciones para todos, pero la fe no sólo es justa, también es necesaria. No todas las señales que pululan en las rrss son correctas, por decirlo de alguna manera, también pueden ser verdades inexactas, es decir, carecen del contexto adecuado y nos llevan a juzgar desde la pasión algo que ni nuestra disconformidad, ni nuestra pasión ni nuestra ira podrá arreglar.

Hoy, enfrentados nuevamente a un camino que será complejo y con mucha incertidumbre debemos ser generosos y, con mucho respeto, prestar atención al trabajo de los elegidos por el pueblo.

Se hace más necesaria que nunca la “ATENCIÓN”, esa forma rara y pura de ser generoso.

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