3 DE ENERO DE 2021
Hermógenes Pérez de Arce
La UDI ha tenido a bien designarte candidato a gobernador en la Región Metropolitana, pero cuando te pregunten algo, lo que sea, quédate callado, no digas nada. No es necesario.
Si "El Mercurio" o "La Tercera" te llaman para entrevistarte, diles que no. Cuando lo hagan de la televisión para convidarte a algún matinal o panel, niégate a ir.
Seguramente te van a preguntar por qué. Contéstales con las siguientes seis palabras y ni una sola más: "Porque mi nombre lo dice todo". Y estarás diciéndoles la pura verdad.
Ya fuiste candidato a consejero regional en 2017 y casi nadie lo sabía, ni tampoco nadie te entrevistó ni dijiste nada, pese a lo cual obtuviste 74 mil votos, la primera mayoría nacional, más que cualquier diputado electo, salvo Jackson, y que cualquier senador electo, salvo Chahuán.
En tu silencio estuvo tu victoria, porque tu nombre lo dice todo. Los electores, cuando en 2017 iban a votar para presidente y parlamentarios, se encontraban con esta otra cédula en que la mayoría no conocía ningún nombre, pero cuando su vista tropezaba con el tuyo, que lo decía todo, un gran número te marcó preferencia. Fue mi caso.
En tu silencio estuvo y está tu victoria. Repite esta sola frase: "mi nombre lo dice todo". Y estarás hablando con la verdad. Claro, una vez electo deberás estar a la altura de esa verdad. Pero ya ése será otro capítulo. Cada día tiene su propio afán.
Cuando tú obtuviste esa primera mayoría nacional, tu padre, de tus mismos nombre y apellido, no podía siquiera ir al centro porque los comunistas (llenados de plata por Aylwin y que siempre andan ocioseando por ahí) lo agredían. También hacía poco que la izquierda había trasladado masivamente votantes a Providencia para derrotar su repostulación a la alcaldía, y la maniobra tuvo éxito, pues logró hacer elegir a su candidata, Josefa Errázuriz, aunque tu padre triunfó, como lo había hecho siempre, en las mesas antiguas.
¡Los comunistas que lo agredían y perseguían no tenían, sin embargo, sufragios para elegir un parlamentario propio sin el concurso de los "kerenskys" y, como partido, apenas sobrepasan el mínimo legal de votos para subsistir como tal! Pero su violencia manda en Chile, bien lo sabemos.
No agrego nada más, porque con lo anterior basta, pero te subrayo: ¡Cristián, quédate callado!.
Éste, demás está que lo advierta, es un consejo no solicitado.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
.