Imprimir

19 DE SEPTIEMBRE DE 2021  

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


El cardenal arzobispo Celestino Aós dijo en el Te Déum: "Damos gracias por todos aquellos que buscan respetar y proteger los valores no negociables: el respeto y la defensa de la vida humana desde la concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de los padres para elegir el modelo y el establecimiento de educación de los hijos; la promoción del bien común en todas sus formas y la subsidiariedad del Estado que respeta la autonomía de las organizaciones y colabora con ellas".

Este importante pronunciamiento del principal personero de la Iglesia Católica chilena significa, primero, que los católicos debemos votar en la próxima elección presidencial, que tendrá lugar en dos meses más, por el único candidato que suscribe esos valores no negociables.

Segundo, que en el plebiscito de salida, destinado a tener lugar en el improbable caso de que la Convención Constitucional genere un texto alternativo a la Constitución de la Libertad de 1980, los católicos y los hombres y mujeres libres debemos votar "Rechazo", para así mantener la Carta vigente, que satisface en plenitud dichos "valores no negociables" (en particular la familia, la libertad de enseñanza y la vida del que está por nacer) y que ha brindado al país los mejores años de su existencia independiente.

Tercero, que deben rechazarse proyectos contrarios a la vida, como los que promueven el aborto; y derogarse la ley que lo autoriza en tres causales, como también desecharse iniciativas de supuesta "eutanasia", destinadas a permitir la intervención de terceros en la interrupción del curso natural de la existencia humana.

Cuarto, que la integridad del principio de subsidiariedad exige fortalecer el respeto a la libertad de iniciativas de los particulares y su derecho de propiedad, en particular sobre el fruto del trabajo, todo lo cual es la base de todas las demás libertades.

Esta declaración de monseñor Aós deja atrás y tiene por no formulada su previa opinión favorable a la eleboración de una nueva Constitución y su apoyo a la opción "Apruebo" en el respectivo plebiscito, que pasan a tenerse por no escritas ni expresadas.

Se ha registrado, así, una verdadera "conversión" del cardenal arzobispo Celestino Aós a la sana doctrina, a los principios fundamentales de la sociedad libre y al respeto a los derechos fundamentales de la persona humana consagrados por la Constitución de 1980.

Esta "conversión" tan oportuna constituye además, en sí misma, un verdadero cambio milagroso y debemos atribuirlo a la Virgen del Carmen, Patrona de Chile, a quien se dedicara el "Voto Nacional O'Higgins" formulado por el padre de la patria en el sentido de construir un Templo Votivo en Maipú, sintomáticamente concluido bajo la Junta de Gobierno presidida por el general Augusto Pinochet.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/2021/09/la-conversion-de-monsenor-aos.html

.