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22 DE SEPTIEMBRE DE 2021 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Converso seguido por teléfono con mi mejor amigo, pero los llamados se distanciaron después de la primaria de la centroderecha entreguista, tras las cual él me dijo: "Supongo que ahora tu candidato Kast se bajará para apoyar a Sichel". Como yo ya en 2017, tras la primera vuelta de entonces, rompí con algunos amigos míos que votaron por Piñera y no por Kast, ahora me limité a dejar de llamar a mi mejor amigo. Pero él me llama de todas maneras y parece haber un tácito consenso entre ambos de no hablar de la elección, así es que no se ha dado la oportunidad de notificarlo de que ya no lo considero mi mejor amigo.

Esta calidad la adquirió desde que nos conocimos, en primer año de leyes en 1953, y yo lo convidé a almorzar a mi casa. Mi madre quedó encantada con él y lo designó como el futuro marido de mi hermana, pero no hubo química entre ellos y finalmente terminaron ambos felizmente casados con otras personas, y él sólo reducido a ser mi mejor amigo.

En 2005 me llamó desde Parral un agricultor, Ramón Montero, y me notificó que iba a organizar una gran comida en mi honor por la defensa que hacía, en mi columna de "El Mercurio" y en otras tribunas, del ex Presidente Pinochet y del régimen militar. Me pidió el nombre de alguna persona que pudiera empezar a llamar gente que adhiriera y me aseguró que él organizaría todo lo demás, para culminar en una masiva manifestación en Casapiedra. Yo le agradecí y le dije que su propuesta hería gravemente mi modestia, pero, sobreponiéndome a eso, le dí el nombre de Rodolfo Menéndez, q.e.p.d., ingeniero comercial "amigo de todos" y que, con un teléfono en la mano, era capaz de convocar multitudes a cualquier cosa. 

Ya esa misma tarde Rodolfo me llamó para que le diera la lista de mis amigos y comenzar a llamar gente. Se la dí, encabezada por mi mejor amigo, naturalmente, pero poco después Rodolfo me telefoneó de vuelta diciéndome que el primer convocado le había expresado que no tenía interés en adherir ni menos en pagar la cuota, y me comentó: "Si ése es tu mejor amigo, cómo serán los peores." 

Bueno, así es la vida. Pero unos días después de eso mi mejor amigo me llamó y me dijo que había tratado infructuosamente de comprar la adhesión al homenaje y le habían dicho que ya no era posible, porque estaban las mesas agotadas. Entonces me pidió que le consiguiera dos entradas para él y su señora. Yo se las conseguí, no sin antes representarle su rechazo cuando lo llamaron como primer invitado, pero me replicó que había sido un malentendido con Rodolfo. La comida fue un éxito: "La Epifanía de Hermógenes", tituló "El Mercurio".

Mi mejor amigo es un derechista y católico observante y no sé cómo lo irá a hacer ahora, que tiene que apoyar al candidato de la derecha entreguista que, primero, no es de derecha, pero, peor que eso, apoya el aborto y el matrimonio homosexual. No quiero informarle que Carolina, hija de otro muy querido amigo de ambos, me ha llamado para preguntarme si "El Mercurio" le publicará una carta breve que dice: "Hay casi como la mitad de personas que votan para ganar, así como se apuesta por una carrera de caballos o de chanchos. No votan por el bien del país". 

Le dije que estaba perfecta y que seguramente "El Mercurio" se la va a publicar.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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