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6 DE AGOSTO DE 2022 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Nunca escribo dos días seguidos, salvo en caso de emergencia. Ahora estamos ante una: el presidente  demuestra no saber nada de nada y, lo peor, desde el mismo 11 de marzo en que asumió. Como todos vamos en este avión llamado "Chile" y él es el piloto, estamos alarmados. En sus manos es seguro que nos estrellaremos. En un caso así se nos aconsejaba, cuando yo eran joven y el desastre era inminente, como última ratio, musitar las siguientes palabras: "Padre nuestro, que estás en los cielos..."

Es que acabo de leer que Boric se sorprendió ayer de que una señora le dijera "merluzo". ¡Ignoraba por qué! ¿En qué planeta vive? Tuvieron que explicarle: cuando él asumió, en un programa de TV acusó al rey de España de haberse atrasado en llegar a la ceremonia de asunción del mando y haberlo obligado a esperar, lo que declaró "inaceptable". La noticia dio la vuelta al mundo y tuvo particular eco en España, donde la televisión divulgó la verdad (que el auto donde iba el rey había sido detenido durante media hora por las autoridades chilenas y eso había provocado el atraso). De ahí derivaron epítetos de los hispanos contra el presidente chileno y el que más se divulgó fue el de "merluzo" (sujeto bobo y torpe). Ampliamente reproducido en todos los medios y en las redes sociales, se sigue hasta hoy aludiendo así a él. La televisión argentina también se hizo ampliamente eco del epíteto. Y entonces ahora resulta que el único adulto informado del cono sur que lo ignoraba era Boric. Y eso hace sonar todas las alarmas. Pues somos pasajeros del avión llamado "Chile" y nos enteramos de que el piloto, que tiene el grueso de los poderes de conducción de la aeronave, ignora hasta lo más básico.

Es normal que muchos chilenos también lo ignoren, aun siendo gente supuestamente informada. Pero no están a cargo de los mandos de la aeronave. Sin ir más lejos hoy mismo leo en "cartas al director" de "El Mercurio" que el inefable rector Carlos Peña, redactor de ese diario, cree estar asestando un golpe definitivo a personajes de derecha por haber éstos declarado en 1980 la "legitimidad" del gobierno de la Junta Militar. Pero el rector Peña ignora o ha olvidado que ése era el predicamento mayoritario del país en los años 70, a tal grado que una separata de la Revista de Derecho y Jurisprudencia de octubre de 1973 contenía un documento acreditando y declarando la legitimidad jurídica y moral de la Junta. Dicho documento era de la autoría del entonces presidente del Colegio de Abogados y principal jurista DC, Alejandro Silva Bascuñán. 

En ese tiempo la Junta gozaba del indubitable respaldo mayoritario de los chilenos, que se había manifestado en el Acuerdo de la Cámara de Diputados de 22 de agosto de 1973 donde se llamó a las Fuerzas Armadas a poner término al régimen de Allende. Éstas procedieron a cumplir ese mandato de la civilidad democrática a contar del 11 de septiembre de ese año. El rector Peña evidentemente ignoraba eso y por ello cree estar propinando un verdadero golpe publicitario a los derechistas y exderechistas que nombra, probablemente varios de ellos "arrepentidos" hoy y que han pasado a comulgar con la versión histórica impuesta al país por la izquierda y la DC después de 1990, en un espectacular proceso de lavado colectivo de cerebros.

Entonces, por favor, sólo un minuto de seriedad: que alguien le informe a Gabriel Boric Font que, para extensos sectores de opinión nacionales e internacionales, él es un "merluzo", por las razones arriba reseñadas. Y al rector Peña y a casi todo el resto de la opinión pública chilena con sus respectivos cerebros lavados, que la Junta Militar de Gobierno, en los años 70 y 80, era considerada como nuestro gobierno legítimo, que en tal condición nombró una comisión de juristas para redactar una nueva Constitución que terminó legitimada y ratificada por el 91,25 % de los votantes chilenos en un plebiscito acordado por gobierno y oposición en 1989. Constitución legitimada que nos rige hasta hoy, aunque desde el 15 de octubre de 2019 viene siendo reiteradamente atropellada. Esto nos tiene en calidad de "democracia defectuosa" (The Economist) y con un futuro incierto. 

Pero parece haber hoy una mayoría de chilenos deseosos de recuperar, el 4 de septiembre próximo, la verdad histórica y la normalidad constitucional..

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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