10 de Julio de 2024
Hermógenes Pérez de Arce
Todo el poder que tiene hoy la izquierda se lo debe al voto voluntario: la Presidencia de la República, el empate en el Senado, el equilibrio en la Cámara, su mayoría de Gobernadores, Consejeros Regionales, Alcaldes y Concejales; y su mayoría en la Corte Suprema (integrada con votos de senadores y propuesta presidencial). Así se desprende del estudio Panel Ciudadano-Universidad del Desarrollo.
Pero a los políticos les daba un poco de vergüenza que hace tres años, en la anterior elección de Gobernadores, segunda vuelta, con voto voluntario, sólo hubiera votado el 20 % del padrón. Y que en la anterior elección municipal lo hubiera hecho sólo el 38 %. Y que en la presidencial lo hubiera hecho menos de la mitad. Aparentemente poco democrático.
De modo que se consagró el voto obligatorio, sobre todo porque la izquierda creía que aumentaría su ventaja. Pero se equivocó y con la obligatoriedad no sólo perdió el plebiscito constitucional del 4 de septiembre de 2022 sino también la elección de Consejeros Constitucionales del 7 de mayo de 2023, que consagró como mayoritario al Partido Republicano, entonces de extrema derecha y cuyo líder José Antonio Kast todavía no se había cambiado al "Acuerdo por Chile" de Piñera y Boric. De otro lado, si hubiera habido voto obligatorio en 2021 probablemente el presidente habría sido José Antonio Kast y habría tenido amplia mayoría en ambas cámaras.
La izquierda creía que era más popular entre los pobres, pero se equivocó. Entre los no-pobres de los grupos medios superiores C1 y C2 Boric tiene 40 % de apoyo. Entre los más pobres de los grupos D y E tiene apenas 19 % de apoyo, dice Panel Ciudadano-UDD.
Entonces los diputados Soto y Leiva, de izquierda, no pudiendo derogar el voto obligatorio, han procurado desvirtuarlo, suprimiendo la multa a quienes no sufraguen. La Cámara y el Senado han acogido su punto de vista, hasta ahora. Lo hacen porque, de otro modo, avizoran una debacle electoral de la izquierda: si sigue habiendo voto obligatorio de verdad la derecha arrasará en la elección de Gobernadores, Consejeros, Alcaldes y Concejales de octubre y en las de Diputados, Senadores y Presidente de la República de diciembre de 2025.
Es decir, este otro año Gustavo Petro volvería a gritar, "¡Resucitó Pinochet!". Pero por siete veces más razones que cuando lo hizo el 4 de septiembre de 2022.
A la inversa, si hubiera seguido habiendo voto voluntario en el plebiscito de 2022 y 2023 y en la elección de Consejeros del segundo proceso constituyente, todos los resultados habrían sido distintos. El estudio Panel Ciudadano-UDD señala que el "mamarracho" de la Convención habría sido aprobado por el 51 % de los votos; que en la elección del 7 de mayo de 2023 (del segundo proceso) la izquierda habría sido primera, con el 34 % de los votos y 17 consejeros, y no el Partido Republicano.
Entonces Soto y Leiva, no pudiendo derogar el voto obligatorio, lo que no habría tenido presentación, decidieron "dejarlo sin dientes", suprimiendo la multa por no sufragar.
O sea, sin derogarlo lo convierten en voluntario. De manera que tenemos circo para rato.
Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/
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