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Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Nuestra historia Republicana demuestra claramente lo que ha significado para nuestra convivencia y paz social el significado del “Respaldo de la Historia” para hechos trascendentes de nuestro pasado político y social.

En la retina de los ya mayores de 60 años y en aquellos que no han sido víctimas de la tergiversación de la memoria nacional, vendrá a su recuerdo la Misa de acción de Gracias realizada el 18 de septiembre de 1973 (Tedeum) en la Iglesia de la Gratitud Nacional de avenida Cumming con Alameda, magnífica obra arquitectónica de estilo neogótico, construida en el mismo lugar en que en tiempos de la colonia se levantó la Ermita de San Miguel y diseñada por los arquitectos Francisco Stolf y Lucien Hénault entre los años 1857-1883, constituyéndose con el tiempo en uno de los edificios patrimoniales del gran Santiago.

Dicha misa fue presidida por la Junta Gobierno, integrada por los cuatro generales que debieron tomar a cargo el control del país, tras en una corta guerra civil y derrocando el gobierno marxista de Salvador Allende. A esa solemne ceremonia de acción de Gracias concurrieron los tres ex presidentes vivos del momento: Gabriel González Videla, Jorge Alessandri Rodríguez y Eduardo Freí Montalva.

Viendo los videos de la época sin duda sobresalen las palabras del presidente González Videla: “nos hemos salvado, nos hemos salvado, gracias a la intervención de la FFAA”

Pero aparte de ese respaldo de la historia, importante por su trascendencia, hay muchos más elementos significativos que acompañaron la decisión de realizar el Tedeum en dicho templo

En el pasado a la fecha indicada (septiembre 1973), ese lugar fue sede de dos hechos históricos muy significativos y de gran relevancia: allí se velaron los restos del asesinado ministro Diego Portales Palazuelos, cuya impronta política marcó la huella del gobierno militar que tomaba el control de país.

También fue allí donde la ciudadanía construyó un arco de triunfo para recibir al general Manuel Bulnes después de su victoria en la batalla de Yungay en 1839, durante la Guerra contra la Confederación Perú/ Boliviana.

Pero hay otro hecho muy significativo que va enmarcando  el respaldo de la historia a un suceso tan relevante como la segunda liberación de Chile

En 1879 el sacerdote salesiano Ramón Ángel Jara, preocupado por el destino de los huérfanos de la Guerra del Pacífico creó el Asilo de la Patria ya que con la autorización del Arzobispado compró los terrenos de la antigua Ermita de San Miguel, al costado norte del templo. Allí se ubicó la capilla-mausoleo con 128 nichos, donde fueron ubicados los restos de los héroes de la guerra.

Una ceremonia cargada de historia respaldaba a la Junta De Gobierno para iniciar la Reconstrucción Nacional y la puesta en vigencia, 6 meses después, de la Comisión de Altos Juristas encargados de la redacción que debían darle a la nueva constitución, que tras un plebiscito el 67 % de la población aprobó en 1980.

En ese mismo templo se realizaron años después, 1991, las honras fúnebres del senador asesinado por la izquierda Jaime Guzmán Errazuriz y a la cual concurrió el entonces Comandante en Jefe del Ejército y ex Presidente de la República Augusto Pinochet Ugarte.

He traído a colación esta sustanciosa historia para referirme al cierre de la convención constitucional, impulsada por el entonces Presidente Piñera para redactar un borrador de nueva constitución luego de un plebiscito y de la elección de un grupo de convencionales por soberanía popular y otros a dedo por “supuestas comunidades indígenas”.

Pues bien, ya terminado el “trabajo” y realizando diversas actividades proselitistas en diversas regiones, como el viaje a Antofagasta a las ruinas de Huanchaca  que en quechua significa “puente de las penas”, la convención entregó el borrador a la comisión de armonización. Significativa ceremonia ya que en el “puente de las penas” comienza el llanto de Chile por su destino.

Pero hay más, carentes de respaldo histórico han invitado de mala gana a los expresidentes de la República a la ceremonia de cierre de dicha instancia y el portazo que han recibido de cada uno de ellos también ha sido histórico. Puedo no tener simpatías por ninguno de ellos, pero sin duda han dado una lección de altura al negar su participación y respaldo a un borrador de constitución que constituye en su forma y fondo la destrucción de la República y un daño irreparable a la convivencia nacional, al subdividir el país en varias naciones autónomas, amén de la cantidad de artículos que atentan contra el derecho natural y conculcan la libertad.

Así, los expresidentes negaron su respaldo histórico al cierre de este proceso, restándole legitimidad republicana y además, levantando una señal de alerta para la decisión de la ciudadanía el próximo 4 de septiembre.

Por mucho que se quiera eliminar la historia, reescribirla e interpretarla, esta se hace presente con todo el peso de la tradición de nuestras glorias republicanas y de la defensa de nuestra identidad como Nación. Es el gran significado y legado de nuestra cultura occidental, 2.000 años de historia contemplan nuestra decisión del 4 de septiembre; sean consecuentes y Rechacen para no darle vuelta la espalda a nuestras tradiciones y valores, a nuestra familia y comunidad, a nuestros héroes y a nuestras creencias más profundas.

La Gratitud Nacional nos llama a contemplar la historia y ser fieles a nuestro Ser Nacional

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