Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional

No cabe duda alguna que leyendo o escuchando las diversas declaraciones de hombres serios, profesionales responsables y sobre todo chilenos, no solo cabe una profunda preocupación sino que sus motivaciones las comprobamos a diario sin leer los diagnósticos del diario financiero o los antecedentes del Banco Central o del mercado de capitales, o la importancia que nos da el Finantial Times.

La feria esa que se instala en la puerta de su casa con su gran variedad de productos de la agroindustria o simplemente de la huerta o chacra individual nos lo ilustra día a día: una lechuga $1.200 pesos, un pimiento de  $800 a 1.500 dependiendo el color, un kilo de plátanos $1.200 con la advertencia que la próxima semana a $1.600 ya que un embarque con 400.000 mil cajas no llegaría a Chile por COVID de la tripulación.

Son los “datos” que la gente a diario comprueba…

El relato de lo que está ocurriendo lo plantea Axel Kaiser y lo cito textualmente “Las razones son menos complejas de lo que pudiera pensarse. De partida Chile ya decidió hace tiempo acabar con el sistema de economía social de mercado, con el estado subsidiario, para transitar hacia un modelo redistribucionista incompatible con el desarrollo económico. Es cosa de ver la evolución del gasto fiscal, el tamaño del Estado sobre el PIB, la creciente ineficiencia y captura de los partidos políticos del aparato público para entender esto .La política del país ya giró hacia el clásico esquema de intervencionismo estatal fracasado en Latinoamérica…” Sebastian Edwards en reciente entrevista en radio Biobío sostiene entre otras cosas que si gana el apruebo el dólar se dispara a $1.200, y sin intervención del Banco Central puede llegar a $1.400.

Pero resalta algo más relevante, no hay ningún solo artículo en la propuesta constitucional que sea pro- crecimiento, todo lo contrario ahuyenta la inversión, pronosticando una crisis severa.

Entonces viene la otra consideración, estamos en manos de una generación que pretende un profundo cambio “En Chile es muy profundo el cambio generacional. No creo que sea como una revolución pero es un cambio profundo, no sabemos cuál es su fondo”… sostiene Edwards

A ello le agregamos la mirada de Macaya, el timonel de la UDI que se empeña en sumarse a este cambio profundo porque comparte desde la raíz de su alma ser parte de este cambio refundacional. Ayer desautorizaba a las base de su partido para ser parte de una acción legal contra la ex ministra Vega diciendo “hay que dejar que la justicia opere”… ¿y como lo hace la justicia señor Macaya si no hay una acción concreta de la civilidad que ve amenazada su seguridad cuando abierta y manifiestamente una representante del Estado a quien la civilidad le ha dado la responsabilidad de representarlos se involucra con el terrorismo?

Pareciera que el Sr. Macaya se ha empeñado hasta inmolarse para salvar a Boric.

Me pregunto que irá a decir si se destapa la caja de Pandora y aparecen más ministros involucrados.

Su abierta defensa del gobierno y el no visualizar los alcances que acciones como la de Vega implican para la seguridad nacional en todos los países civilizados, son claramente identificados con un nombre preciso y por el cual en muchos países se paga con la vida.

Es distinto a lo que Ud. hace al abandonar toda consideración valórica  y de  principios tan hondamente escritos con la sangre de la principal víctima del terrorismo que su partido lloraba hasta hace un tiempo. Seguramente Ud. y otros por su edad no lo conocieron y por tanto, poco les importa su sacrificio por Chile y su pueblo, cuando quiso librarlo de terrorismo y se opuso a la ley de amnistía. Esta es la mayor causa por la que fracasan los países; por estar gobernados por incapaces y mesiánicos jóvenes que piensan que la refundación será su principal obra y si a eso le sumamos la existencia de políticos como Ud. el plato está servido.

Por eso es que el país se levantará cansado a pesar del letargo invernal y el adormecimiento comunicacional y como una sola Voz gritará rechazo a la propuesta y fundamentalmente a usted señor Macaya y a los políticos de su laya.

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