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Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Se acuerdan de este juego que jugaban sobre todo las mujercitas. Era más o menos así: El número de jugadores debe ser impar. Cogidos de la mano los jugadores forman un círculo y uno de ellos se coloca en el centro de la rueda. Cantando y sin soltarse de las manos, los que están formando el círculo giran hacia la DERECHA mientras que el que está en el centro gira hacia la Izquierda.

Y cantan alegremente:

“Arroz con leche, me quiero casar, con una señorita de la capital.
Todos se detienen al terminar la estrofa.
Que sepa cocer, que sepa bordar
QUE SEPA ABRIR LA PUERTA PARA IR A JUGAR

El jugador que está en el centro del círculo canta los siguientes versos y señala con el dedo índice de cualquiera de sus manos a cuatro jugadores seguidos.
Con esta sí, con esta no, con esta señorita me caso yo!!

Hoy este infantil y alegre juego se ha puesto de moda, no en los niños sino en unos viejos agrupados en diferentes tiendas políticas. Pero donde se siente más entonadita la canción, es en Renovación Nacional cuyo dirigente máximo se ha peleado con todos para estar en el centro del círculo y girar a la IZQUIERDA cuantas veces se le ocurra.

En el primer juego se casó con la Bachelet y su propuesta constitucional, no contento con eso, en un segundo juego salió a dar vueltas y vueltas bailando con Lagos. Dicen que añora bailar con Teillier para terminar de recorrer el círculo.

Actúa como el matón del barrio que se ha apoderado del juego para sólo jugarlo con un 37% de los niños dejando el 62% fuera de él, ya que sabe que esa mayoría que está bien organizada le sacarán la mierda y lo tirarán fuera del círculo por indeseable, mal amigo y traidor, ya que prefiere jugar con mocosos patipelaos y hediondos de barrios de los que al parecer es oriundo. Anda en patota con un mocoso pituco de pueblo y con una niñita chascona amiga de unos muchachos desarraigados y peligrosos.

Los tres andan por la calle solos, cantando “me quiero casar” y han llegado a la catedral del mal a juntarse con la mafia de mocosos que aterrorizan al país completo, a ver con quienes se casan para comenzar sus fechorías.

Ahí encontraron un grandota rubia, parecida a la bruja Melinda Warren, la cual tiene el poder de inmovilización molecular. Se supone que con dicho poder Melinda podía detener a las personas y objetos, ralentizando las moléculas de estos mismos y hacerlos autómatas y obedientes. Dicen que fue capaz de controlar este poder congelando y descongelando a voluntad y por tiempo cada vez mayor, sacando de la esfera al presidente de su esmirriado partido y arrinconar a una bruja diaguita que entre otros disparates sostiene que “No hemos perdido, solo que no hemos ganado todavía”

Esta bruja rubia es una buena amiga para la pandilla de los tres mocosos, y muy codiciada, por los poderes que dice tener. Pero alardea también con otro:

Dice la bruja que es capaz de ver el futuro, el presente y el pasado mediante una visión que se activa cada vez que entra en contacto con cualquier energía psíquica plasmada en un objeto o en la misma atmósfera. Es capaz de controlar las premoniciones a voluntad y hacer de este pobre territorio un peladero desaliñado y sombrío 

Como Melinda hay varias otras, más piolas, pero igual de malas.

Es cosa de mirar al castillo encantado de calle Moneda donde hay escondida en sus habitaciones dos conocidas brujas que independientemente revuelven sus respectivos calderos.

A la que tiene sus habitaciones hacía calle Teatinos le gusta jugar a la ronda y hace collera con el mocoso de RN. La que vive para el lado de Morandé, esa cocina con la CAM a través de un maestro de cocina que tiene en casa y en la cama.

Ya ven Uds. como hoy se juega al Arroz con Leche.

Hace unos días otra famosa bruja concurrió a un castillete de la Plaza de Armas, ataviada de negro a juntarse con la residente de ese palacio que, sorprendida, se amarró las chascas con un palillo para recibirla y aparecer posteriormente diciendo: “que tienen tanto en común”

Sin embargo la mayoría de los amigos de esa alcaldesa no entran a la ronda; son los rojelios más ortodoxos y esas víboras ven con añoranza como zamparse a esos niños juguetones que no saben jugar a la revolución.

Así piensan también del aprendiz de brujo del segundo piso del principal castillo, que casi secuestrado por una guerrillera peruana, camina como la famosa ópera de Vincenzo Bellini  “La Sonámbula”que con voz casi inaudible canta:
“Ah! non credea mirarti
Sì presto estinto, o fiore;
Passasti al par d'amore,
Che un giorno sol durò.
Che un giorno sol, ah sol durò."

Pensando como deshacerse del Partido Comunista y que ojalá al despertar la sonámbula Amina Boric atine y su canto se haga realidad y no sea solo el fantasma que el Pueblo conoce y le aterra.

Traducido aquí va lo que canta Amina Boric, pensando en sueños en su martirio diario:
Ah! No había pensado mirarte, pronto se extinguirán, o una flor; se acercó a la par del amor, que sólo duró un día.

Pareciera ser que a última hora los mocosos cambiaron de juego y prefirieron el famoso juego de la pelota de hule de la antigua civilización Maya y como perdedores de las jugarretas del gobierno se dieron cuenta que la cancha la rayan los perdedores del plebiscito, transformados en ganadores ya que ya tienen los 4/7 y ante esto, están tirando el poto  para las moras, antes que los decapiten como antiguamente.

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