Por Raúl Pizarro Rivera
Mario Benedetti, el genial escritor y poeta uruguayo, escribió que “la realidad es un manojo de problemas sobre los cuales nadie reclama derechos de autor”. Se trata de una tremenda reflexión que retrata de cuerpo entero al Chile de hoy, aniquilado, arruinado y podrido por obra de este Gobierno de deshonrados aprendices, realidad de la cual -como escribió Benedetti- ninguno de ellos se hace responsable.
No existe un solo flanco de este Gobierno que no esté perforado por la delincuencia y por la corruptela. El promedio de secuestros del primer semestre de este año llega a dos por cada día y hay una balacera cada 12 horas; la siempre elegantísima vocera comunista le contó al país que es “una política de Estado” el embate al comercio ilegal en que está empeñado el alcalde de Santiago, y el presidente de CODELCO, a cargo de la mina subterránea más grande del mundo, convocó a un ex ministro y a quien ideó la jaula/ascensor para rescatar a los 33 mineros del artesanal yacimiento San José (octubre, 2010) para que “lo ayudasen” en la reciente tragedia de El Teniente. ¡Qué vergüenza!
Esto de creer que todos los chilenos somos imbéciles, se conoce como “efecto Dunning Kruger", el cual describe a individuos que sobreestiman sus propias facultades mientras subestiman las de los demás. Giorgio Jackson, con su “moral superior” retrata el alma de esta fracasada generación de politiquitos.
Instruido por el Ministerio del Interior, Carabineros quiere hacernos creer que enfrenta a los delincuentes siguiéndolos por calles y comunas mediante el poco policial sistema de “persecuciones controladas”. Éstas han recorrido ¡hasta 80 kilómetros! La policía tiene prohibido interceptar a los ladrones y homicidas en fuga, esperando que se vuelquen o se estrellen, y ello con el riesgo gravísimo de arrollar a otros conductores, peatones y dañar la propiedad pública y privada.
El no combatir y eliminar de la faz de Chile a los criminales es lo que tiene al país hecho trizas, y, peor aún, ahora con un Poder Judicial definitivamente permeado por mafias políticas nacionales e internacionales. ¿Qué quieren los chilenos ante todo esto? Intencionadamente, y hasta de mala fe, políticos centristas y de izquierda, partiendo por el propio Presidente de la República, plantean que la solución está en el diálogo y en los acuerdos. A decir de Boric, “la ciudadanía no quiere vernos pelear, sino entendiéndonos”. ¿Lo hizo, acaso, el marxismo criollo con los pocos delegados democráticos en la Convención Constitucional de 2022?
Lo que la tragedia que ha vivido el país demanda es un Gobierno de Emergencia que extermine totalmente la delincuencia y limpie el territorio de mafiosos, estén en las calles o en las oficinas públicas.
A esta primera etapa de barrido inmediato habrá que sumarle la violencia política interna que, dicho sea de paso, ya se está “entrenando” en los liceos con el acopio -explosión incluida- de bombas en los baños, con intentos de quemar a profesores, con asesorías presenciales de adultos y con una reciente protesta estudiantil en contra de la Contralora General, Dorothy Pérez, la que, nos imaginamos, ya tiene más que merecido el honor de Mujer del Año, a no ser que se le cruce algún sicario.
Centristas y marxistas no han querido, o no han sabido, interpretar ni menos leer el sentimiento generalizado de la población. Los políticos, si bien son electos por la gente, no son la gente, como ellos creen, y de ahí que las cúpulas partidistas toman direcciones contrarias a las de los ciudadanos.
Hasta RN entró en esa dinámica e indujo a Evelyn Matthei a presentarse casi como una ‘progresista’, siendo que por años fue un respetado baluarte de la derecha. Para la suma de sus errores, la cúpula “renovadora” acaba de echar mano a un empresario desconocido para la ciudadanía sólo para hacer caja y a un político en vías de jubilarse que aprovechará su gran exposición pública para aventar las candidaturas a senador de su hijo y a diputado de su yerno.
La izquierda internacional acaba de quedar helada de espanto, al conocer una investigación en España en la cual consta que las generaciones jóvenes de la península son partidarias de que llegue al poder un partido, como VOX, que representa no sólo a la derecha de verdad, sino plantea aplicar mano firme para extirpar la corrupción generalizada del PSOE de Pedro Sánchez. Fue éste quien, personalmente, sugirió a Boric la idea de las Fundaciones…
Llega a ser tóxica esta intentona cínica de diálogos y acuerdos. Es demasiado patético este oportunismo sólo por conveniencia electoral. Según los diccionarios, la conveniencia “se busca porque resulta útil, a pesar de que implica la presencia de una hipocresía”.
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