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21 de abril, 2020 

 

 

 

 

Tomás Flores
Economista Senior de Libertad y Desarrollo


 Podríamos tener una rápida rebaja en el precio de los combustibles, de los cuales somos importadores netos en casi un 100%, beneficiando así a toda la cadena productiva y, en consecuencia, a los consumidores. En un año de recesión, todo alivio de caja aumenta la probabilidad de que las empresas sobrevivan y con ello los empleos que ahí se sustentan.


Chile importó petróleo crudo y diesel por US$7.219 millones durante el año pasado, con un precio promedio Brent de US$64 por barril. En la actualidad, dicho precio ha bajado hasta US$26 por barril, lo que implica una caída de 60%, lo que sin duda es una buena noticia para nuestro país ya que somos importadores netos de este combustible, que aún es muy relevante en la industria manufacturera, el transporte y la generación de energía. Esta caída de precio, de mantenerse, genera un ahorro en costos que observaremos en los menores precios a varias industrias y por cierto al consumidor.

Ayer pudimos ver precios negativos en el mercado americano, esto es, el WTI, en donde por comprar un barril de petróleo te dan además dinero. Esto da cuenta de que frente a una caída sustancial de la demanda, más de 30%, comienza a sobrar petróleo producido sin tener donde almacenarlo; es decir, el precio negativo refleja esa escasez de almacenaje, lo que redunda en ese insólito precio nunca visto antes. Esa volatilidad, que en otras ocasiones ha generado alzas sustanciales, como la observada por la temporada de huracanes en el Golfo de México, ha llevado a que Enap utilice como precio de referencia al petróleo Brent, ya que refleja de mejor manera la escasez relativa del mercado global, más que de una zona del planeta en particular. Así, creo no será posible para nosotros aprovechar de comprar petróleo a menos un dólar el barril, aunque en estos tiempos de pandemia todo parece posible.

Ahora bien, en nuestro país hemos observado 6 semanas consecutivas de caídas de precio de las gasolinas, por un total de $55 por litro de 93 octanos, existiendo la posibilidad de que baje unos $213 por litro adicionales. Efectivamente, en la actualidad y para compensar los subsidios que el Mepco entregó en el pasado, se aplica un sobreimpuesto de $213 por litro. En la primera semana de abril, la autoridad fiscal modificó los parámetros del Mepco para permitir una rebaja semanal de $25 por litro, en lugar de los $6 habituales, lo cual podría ser replicado este próximo jueves, permitiendo así una mayor baja, por cierto mayor a $25 por litro, en el precio de los refinados junto con la paulatina capitalización del Mepco.

Así podríamos tener una rápida rebaja en el precio de los combustibles, de los cuales somos importadores netos en casi un 100%, beneficiando así a toda la cadena productiva y, en consecuencia, a los consumidores, en un año de recesión, en donde todo alivio de caja aumenta la probabilidad de que las empresas sobrevivan y con ello los empleos que ahí se sustentan. Asimismo, esto generaría una nueva moderación en el incremento del IPC, aliviando a todos los deudores en unidades reajustables. El mercado petrolero y su abuso de cartel lo hemos tenido que pagar y aguantar durante décadas. Llego la hora de la revancha.

Fuente: https://ellibero.cl/opinion/tomas-flores-desplome-del-precio-del-petroleo-la-hora-de-revancha/

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