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La otra Cara

 

 

 

 

Por Óscar Platero Trabanino
Veterano Militar retirado, Criminólogo y Criminalista,
Analista de Inteligencia, Estratégica y Seguridad Nacional, además de Historiador Militar


En un esfuerzo por intensificar la lucha contra el narcotráfico en el hemisferio occidental, concretamente en el área del Mar Caribe, el Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM) ha anunciado la creación de una nueva Fuerza de Tarea Conjunta (Joint Task Force, JTF) bajo el mando de la II Fuerza Expedicionaria de Marines (II MEF).

La II Fuerza Expedicionaria de Marines es una formación aero-terrestre del Cuerpo de Marines de Estados Unidos compuesta por la 2ª División de Marines, la 2ª Ala Aérea y el 2º Grupo Logístico. Bajo el mando del teniente general Calvert Worth, la II MEF ha recibido la responsabilidad de liderar esta nueva Fuerza de Tarea Conjunta en el Caribe, orientada a operaciones antidrogas y seguridad marítima en medio de crecientes tensiones con Venezuela. Esta unidad tendrá como misión principal sincronizar y fortalecer los esfuerzos antinarcóticos de Washington y sus aliados regionales, en una estrategia que busca enfrentar de manera más efectiva las amenazas del crimen organizado transnacional.

La nueva JTF reportará directamente al Comando Sur, con sede en Doral (Florida), y se integrará con capacidades conjuntas de las Fuerzas Armadas estadounidenses, así como con socios interinstitucionales representados por el Grupo de Trabajo de Seguridad Nacional. Esta estructura permitirá una mayor coordinación entre las distintas agencias de seguridad y defensas, tanto nacionales como internacionales. El crimen organizado transnacional representa una amenaza directa a la seguridad del hemisferio”, afirmó el almirante Alvin Holsey, comandante del Southcom.

Objetivos estratégicos. La nueva Fuerza de Tarea Conjunta se enfocará en cuatro objetivos estratégicos:

  1. Detección e interdicción temprana. Utilizando aeronaves de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), para interceptar cargamentos antes de que lleguen a Estados Unidos o a territorios de países aliados.
  2. Fusión de inteligencia entre las fuerzas armadas, agencias federales de seguridad y entidades de inteligencia de países amigos, facilitando una respuesta ágil y coordinada ante amenazas emergentes.
  3. La JTF organizará ejercicios y entrenamientos conjuntos para mejorar la interoperabilidad entre los servicios militares de EE. UU. y sus contrapartes regionales, fortaleciendo la capacidad de respuesta ante situaciones críticas.
  4. Fortalecimiento de capacidades regionales. Se buscará mejorar la capacidad de las naciones aliadas para llevar a cabo operaciones antinarcóticos de manera autónoma y sostenida, interdicciones de precisión, e intercambio de inteligencia.

Esta decisión estratégica reafirma el compromiso para incrementar la seguridad, la estabilidad en América Latina y el Caribe; y se suma a otras fuerzas del Comando Sur, como el Comando de Operaciones Especiales del Sur, la Cuarta Flota de EE. UU., y el Ejército Sur. Esta nueva JTF refuerza la tendencia al priorizar la seguridad regional como eje estratégico”.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, escribió en la red social X, “El mensaje es claro: “si traficas drogas hacia nuestras costas, te detendremos en seco. Esta fuerza está diseñada para aplastar a los carteles y proteger a nuestras comunidades”. Tras varias interdicciones aéreas efectuadas a lanchas rápidas ligadas supuestamente a los narcotraficantes del Cartel de los Soles, con resultados ostensibles y destrucción total de las mismas y sus tripulantes, el resultado es más que obvio. “Ya nadie quiere pescar por allí, indico el Presidente Trump, en son de broma.

Sin embargo el reacomodo de los responsables de la toma de decisiones y conductores estratégicos tuvo ya algunos efectos; el Comandante del Comando Sur anuncia su retirada repentina y anunció que se jubilará repentinamente a finales de año. El almirante Alvin Holsey, Comandante del Comando Sur desde noviembre de 2024, anunció que se retiraría de la Armada en diciembre y el Pentágono no dio explicación acorde a las circunstancias. Holsey entró en servicio en 1988 y pilotó helicópteros SH-2F Seasprite y SH-60B Seahawk. Entre sus cargos anteriores fue Comandante adjunto del Comando Sur, Jefe adjunto de Personal Naval y Comandante del Grupo de Ataque del Portaaviones Carl Vinson.

La jubilación de Holsey a menos de un año de su nombramiento es inusual. La General Laura Richardson ocupó el cargo de 2021 a 2024, y se filtró en círculos castrenses algunas diferencias de criterio entre el Secretario del Departamento de Guerra, y el Almirante. Trump ha adoptado un enfoque agresivo el flujo de drogas hacia Estados Unidos, y en febrero designó a grupos de cárteles de la droga como el Tren de Aragua, Sinaloa, Jalisco Nueva generación, Chiapas–Guatemala, y las Pandillas MS Salvatrucha, y Barrio 18, ligados operativamente a los carteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras.

La Casa Blanca envió a los legisladores un memorándum el 30 de septiembre notificándoles que Estados Unidos participa ahora en un «Conflicto Armado no internacional» con los narcotraficantes y sus aliados, atacando con precisión y embarcaciones de narcotraficantes frente a las costas de Venezuela. En contraposición los senadores Adam Schiff, demócrata de California, y Tim Kaine, demócrata de Virginia, presentaron en septiembre una resolución sobre poderes de guerra que prohíbe a las fuerzas estadounidenses participar en «hostilidades» contra determinadas organizaciones no estatales. Aunque la resolución fracasó en el Senado por un margen de 51-48 el 8 de octubre, los republicanos Rand Paul, de Kentucky, y Lisa Murkowski, de Alaska, votaron con sus homólogos demócratas a favor de la resolución.

Sin reparar mínimamente en ello Trump ha señalado que está considerando la concreción operativa de operaciones terrestres «porque tenemos el mar muy bien controlado», y autorizó a la CIA a realizar operaciones encubiertas en Venezuela, después de que el New York Times informara que había aprobado la orden. Trump respondió que Venezuela ha liberado a prisioneros en Estados Unidos y que las drogas estaban entrando en Estados Unidos desde Venezuela a través de las rutas marítimas.

Sin embargo, Trump declinó responder cuando se le preguntó si la CIA tenía autoridad para «eliminar» al Presidente venezolano Nicolás Maduro. La administración Trump ha dicho que no reconoce a Maduro como Jefe de Estado legítimo, sino como líder de un cártel de la droga, (impuesto mediante fraude electoral como ha sucedido con otros países de la región).

Tras recibir la renuncia del Comandante del Comando Sur, el Secretario del Departamento de Guerra, Pete Hegseth, deseó a Holsey y a su familia que sigan cosechando éxitos. «A lo largo de su carrera -desde el mando de escuadrones de helicópteros hasta la dirección del Carrier Strike Group One y la creación de la Estructura de Seguridad Marítima Internacional-, el Almirante Holsey ha demostrado un compromiso inquebrantable con la misión, las personas y la nación», declaró en un mensaje publicado el jueves en las redes sociales. «Su mandato como Vicecomandante Militar y ahora Comandante del Mando Sur de Estados Unidos refleja un legado de excelencia operativa y visión estratégica».

La inesperada salida del Almirante ha desatado una tormenta política y militar en Washington. Aunque su retiro está programado para el 12 de diciembre, la noticia ha generado interrogantes sobre los motivos reales detrás de su renuncia. Como ya se dijo, fuentes cercanas al Pentágono señalaron que Holsey mantenía fuertes desacuerdos con Hegseth, sobre la estrategia militar a impulsar en el Mar Caribe. Las tensiones aumentaron después de que Hegseth desplazara la dirección de las operaciones antinarcóticos del Comando Sur -con sede en Miami- a la II Fuerza Expedicionaria de Marines, basada en Camp Lejeune, Carolina del Norte. La decisión fue calificada por expertos como «una ruptura sin precedentes en la cadena de mando».

Como siempre el senador demócrata Jack Reed advirtió que la renuncia «profundiza las preocupaciones sobre una posible confrontación militar con Venezuela e ignore el consejo de oficiales con experiencia». Comentarios que sin lugar a duda tiene sin cuidado al Presidente Trump, quien desde que inició su segundo mandato ha revolucionado la disputa geoestratégica de las potencias hegemónicas a lo largo del orbe. El gran estratega y geógrafo estadounidense Almirante Alfred Mahan (1890) comparo al Mar Caribe con el Mar Mediterráneo destacando su importancia estratégica para los Estados Unidos.

El trabajo de Mahan resaltó el poder naval como clave para el control marítimo. El dominio de la Armada estadounidense del Caribe a pesar de la presencia naval británica, debería ser una realidad por ser su zona de adyacencia e interés, para luego poder disputar la hegemonía mundial.

Su análisis del Caribe refleja su enfoque en el control de las vías marítimas y su impacto en la historia y la geopolítica. Pero no es solo controlar el tráfico de drogas lo que subyace bajo las acciones del Presidente Trump; el también Presidente republicano Ronald Reagan lo tuvo muy claro cuándo tomo control de la isla de Grenada, y La Guyana, siendo ferviente admirador de Mahan; y en contraposición los demócratas John F. Kennedy y Jimmy Carter (Jimmy Castro) posibilitaron la amenaza actual a la seguridad continental de los Estados Unidos al permitir la caída de Cuba y Nicaragua bajo el dominio izquierdista, a la que se sumó posteriormente la Venezuela de Nicolás Maduro, y Colombia del ex guerrillero Gustavo Petro. Donald Trump seguramente terminará el trabajo que dejó pendiente Ronald Reagan.

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