Cristián Labbé Galilea


Una voz profunda y serena rompió el silencio de la llegada de septiembre, mes de la Patria y de la primavera… amén de bonos y aguinaldos…. ¿Tú quién eres, que vienes con todo desparpajo a profanar el lugar donde me ha puesto la historia… qué te crees?...

Después de un breve mutismo, se escuchó a un joven altisonante y altanero… ¡¡¡Soy un militante de la “primera línea” y represento a quienes quieren cambiar esta sociedad opresora y oligárquica por una más justa e igualitaria… Chile cambió, ¡¡¡no a la dictadura, sí a la dignidad!!!

Era un discurso aprendido, el del impulsivo provocador…  “basta de abusos, no al neoliberalismo, sí al aborto, tienen que pagar la deuda con los pueblos originarios…”

El increpado respondió con convicción y firmeza… “de qué deuda hablas, si tú eres quien está al debe con quienes forjaron la realidad que quieres destruir… profanas la libertad”.

“Basta de abusos… vamos a refundar este país”, alzó la voz el sedicioso blandiendo una extraña bandera plurinacional… “queremos dignidad, tus héroes, tu bandera, tu himno, nada de lo tuyo nos representa… ¡¡¡Chile cambió… no a la dictadura, sí a la revolución!!!

Con la calma y la fuerza que da el tener a la historia como respaldo… el agredido se puso de pie, apartó los restos de barricadas y fogatas que aún quedaban en el lugar y en tono severo enrostró al violentista…

“… tus ´benditas ideas´ no le han ganado a nadie en ninguna parte del mundo, y si algo han generado es pobreza y opresión…

… ese ´trapo´ que llamas ´tu bandera´ tampoco le ha ganado a nadie,

… son muchos los hombres y mujeres que anónimamente han luchado por la libertad y grandeza de este país… Rancagua, La Concepción, Iquique (y tantas otras) … saben de ese heroísmo y dan cuenta de un pasado de Honor y Gloria, 

… nuestro tricolor se ha paseado victorioso en los campos de batalla, ha cubierto como un manto sagrado a miles de soldados que dieron su vida por la libertad, ha llevado esperanza a los rincones que han sido afectados por catástrofes, ha flameado orgulloso en cada gesta deportiva…”.

Este dialogo se producía a los pies del General Baquedano, en la plaza que lleva su nombre, entre el “soldado desconocido”, que allí descansa también, con un violentista de la “Primera línea” que intentaba destruirlo todo…

Lo lamentable de lo dicho es que se trata sólo de un desvarío onírico de esta pluma, la que al volver a la realidad comprobó que… cada vez son menos los momentos de grandeza de nuestra historia que se celebran en esta época y menos las tradiciones que se reviven… cuesta ver casas embanderadas, la cueca dio paso a la cumbia, la chicha fue desplazada por “el terremoto”…

Advierto… es la Nación la que se está dispersando, es la República la que se está destruyendo, es la Historia la que se está reescribiendo…

¡Cuánto se extraña al soldado desconocido…!

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