Gonzalo Ibáñez Santamaría


 

Mucha emoción han causado las noticias llegadas de Cuba que nos hablan de un levantamiento popular contra el régimen marxista que desde hace 60 años domina la Isla, condenando a su población a la falta de libertad con la consecuencia consabida de atraso y hambre. La reacción del régimen ha sido feroz en la represión de las manifestaciones y en el cercenamiento aún mayor de la libertad. Así, ha clausurado todo el uso de redes sociales y de internet aislando a un poblador del otro.

Ha quedado una vez más a la vista la gigantesca mentira que hay detrás del comunismo. Por ejemplo, el uso del proletariado como consigna, precisamente para provocar un conflicto social en el que los grupos más humildes de la sociedad son usados como carne de cañón para provocar una violenta crisis que les permita a los ideólogos que están detrás conquistar el poder y, después, emplearlo sin ningún contrapeso. Fue lo que sucedió en todos los países que tuvieron la desgracia de creer en el cuento de los comunistas y de que con ellos venía la redención. La verdad es que la famosa “dictadura del proletariado” fue en todos esos países, Cuba incluido, una dictadura “contra” el proletariado. Hoy Cuba experimenta la miseria que es la única herencia que deja el comunismo. Y, por eso, se rebela.

El manifiesto fracaso en que han terminado todos los experimentos comunistas, ha obligado a los partidos afines a esa ideología a buscar variantes: hoy ya no se invoca al proletariado para provocar conflictos, pero sí a otros grupos humanos. Entre nosotros, por ejemplo, las mujeres, el mundo homosexual y, también, los mapuches. Es cierto que en la vida social hay conflictos y tensiones entre grupos sociales, pero de ahí a agudizarlos hasta volveros inconciliables hay mucha distancia. Pero, esto es lo que hace el comunismo.

En el caso de los mapuches, se olvida, por supuesto, como la inmensa mayoría de los descendientes de los viejos mapuches se han integrado sin ninguna dificultad en la sociedad chilena formando de ella una parte muy importante. La gran mayoría de ellos no quieren saber nada con este conflicto. Sin embargo, la ideología es más fuerte y ahora tenemos un enfrentamiento que ya ha costado muchos daños y varias vidas, entre ellas las de dos carabineros y dos funcionarios de la PDI, entre ellos una joven de 25 años de edad. Y también la de un comunero, Pablo Marchant, abatido por la policía cuando ésta se defendía de la agresión de que era objeto. Fue claramente utilizado como carne de cañón por esta ideología despiadada. Y todo para que, si triunfa el comunismo, este después se dé vuelta hacia los mapuches y les diga en la cara, como en su momento a los proletarios, “si te he visto no me acuerdo”. Y se ensañe con ellos tal cual como se ensañó con los proletarios.

Hoy le deseamos a Cuba el mejor éxito en su intento de liberarse del yugo comunista y que su ejemplo de sufrimiento ilumine la mente de nuestros compatriotas para no repetir en Chile la experiencia de ese país.

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm

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