¿Da lo Mismo Acostarse con una Mujer o con un Hombre?

 

 

 

 

 

 

 

Gonzalo Ibáñez Santamaría


Es la pregunta que aflora al conocer el apoyo que este candidato presidencial da al proyecto de ley del denominado “matrimonio igualitario” por el cual parejas del mismo sexo podrán unirse al modo como lo hacen varón y mujer. Pero, como esa unión es de suyo infértil, quienes la contraigan podrán “encargar” hijos por la vía del arriendo de vientres o por la vía de la adopción.

Es importante advertir el calificativo de “igualitario” porque él nos está diciendo, en especial a los jóvenes en edad de contraer matrimonio, que es igual optar por un tipo de pareja como por el otro: homosexual o heterosexual, es decir, que da lo mismo acostarse con un hombre que con una mujer. Es lo que deben afirmar los que, si quieren ser consecuentes, afirman la igualdad de un tipo de pareja con el otro. Por algo será que lo llaman “igualitario”.

Y es precisamente en este punto donde debemos poner atención, porque al declarar iguales ambos tipos de pareja y enseñárselo así a los jóvenes, quienes lo hacen ponen a esos jóvenes en un camino de corrupción y de perversión de consecuencias devastadoras. La sexualidad es uno de los atributos más hermosos de la personalidad humana y un instrumento nada menos que para ayudar a la creación de nuevas personas humanas. De todas las tareas que podemos encarar esta es, sin duda, la más hermosa y elevada. Y con ella no sólo damos vida a estos nuevos seres humanos, sino que completamos nuestra propia personalidad. Ser padre y ser madre es, sin duda, una forma muy sublime de ser persona humana. Emplear la sexualidad con otros fines termina, al contrario, impidiendo la formación de la personalidad, hasta el punto de destruirla.

No tengo la menor duda que al pedir la adopción de un niño una pareja homosexual lo hace con la mejor intención, pero es imposible que reproduzca en ella lo que es una pareja formada por un varón y una mujer. Hablar en este caso de igualitario significa deformar profundamente la realidad y poner en grave riesgo la formación de la niña o niño adoptado. Acceder, por otra parte, a la paternidad o a la maternidad por la vía de un vientre arrendado significa derechamente sacrificar a esos niños así “fabricados” por intereses subalternos de personas mayores.

Sichel carga sobre sus hombros con la pesada responsabilidad de evitar a Chile el desmantelamiento que hoy día lo amenaza en forma inminente. En esa tarea juega un papel fundamental el respeto a la sexualidad humana, lo cual supone orientarla hacia el matrimonio de una mujer y un varón que se unen de por vida para procrear, para auxiliarse y para acompañarse mutuamente, de modo así de dar forma a la familia, célula básica de la sociedad.

Por eso, antes de continuar con su campaña, sería bueno que este candidato respondiera a una pregunta como la que encabeza estas líneas.

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm/

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