Gonzalo Ibáñez Santamaría


Consultado acerca de los últimos “comicios” celebrados en Nicaragua, José Antonio Kast afirmó sin dudarlo que eran claramente ilegítimos y falsos. Sobre todo, como él mismo denunció, cuando se tiene a la vista el hecho de que Daniel Ortega se encargó, antes, de encarcelar a todos aquellos que hubieran podido haberle hecho alguna competencia. Para ilustrar su afirmación, Kast mostró la diferencia entre esos comicios y aquellos de 1989 en Chile, convocados por el gobierno militar de la época y por los que se eligió a Patricio Aylwin como presidente de Chile. De hecho, Kast se refirió así sólo a la diferencia entre unos comicios y los otros.

Pero, eso bastó para que se le viniera encima una jauría acusándolo de “negacionista” y que, al haber hecho esa declaración, intentaba validar todo lo sucedido en el régimen militar. La hipocresía de esta acusación es manifiesta. Con ese proceso electoral, Pinochet restableció el régimen democrático en Chile, lo cual corroboró reconociendo el triunfo de Aylwin y traspasándole pacíficamente el poder como, por lo demás, el propio Aylwin lo dijo abiertamente.

Sin embargo, socialistas, comunistas, DC y otros de esa fauna, hoy lo niegan, a sabiendas, por cierto, de que mienten. Eso sí que es “negacionismo”. Esos mismos que ahora se han subido al carro de las condenaciones al régimen de Ortega en Nicaragua, lo apoyaron hasta justo antes, a pesar de que sus arbitrariedades eran tan manifiestas como las de este proceso electoral. Y han apoyado y continúan apoyando a regímenes aún peores como el de Cuba o el de Maduro de Venezuela. Si ahora han cambiado es porque han advertido como en Chile se comienza a reaccionar contra tanta mentira y que, por eso, José Antonio Kast ha tomado la punta en los pronósticos para una semana más.

Y, por lo mismo, hoy lo atacan imputándole un cúmulo de falsedades. Pero, va a ser en vano, porque la violencia de estos que hoy rasgan vestiduras y quieren aparecer como apóstoles de la paz, ha sido de tal magnitud que ya no hay mentira que provenga de ellos capaz de engañar a los chilenos. De alguna manera, se han cavado su propia tumba y ahora quieren, desesperados, salir de ella.

Los chilenos tenemos la última palabra para zafarnos de las mentiras con que se nos ha envuelto y volver así a un régimen de paz, de libertad y de justicia. En nuestras manos está el cumplimiento de esta tarea. Es lo que hemos de tener presente para concurrir sin duda a votar el próximo domingo.

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm

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