Gonzalo Ibáñez Santamaría


Estamos en un proceso para elegir los miembros de la nueva Convención (Consejo Constituyente) destinada a redactar un proyecto que permita reemplazar a la actual constitución. Ya hubo un intento que al final recibió de parte de la ciudadanía un abrumador rechazo. Sucedió que, quienes elaboraron el proyecto de entonces, creyeron que su misión era la de organizar un nuevo país a partir de una hoja en blanco, es decir, abierta a recibir cualquier contenido. Se equivocaron de manera abismante, porque olvidaron un hecho esencial: Chile es ya un país constituido, para el cual la constitución de papel vale en la medida que recoja esa constitución real, la afine y la proteja. Nada más distante del proyecto que la ciudadanía rechazó de manera terminante el pasado 4 de septiembre de 2022.

Chile inició su constitución hace ya casi cinco siglos cuando el minúsculo grupo de españoles recién llegado al valle del Mapocho decidió construir una nueva nación a la que asignaron el nombre de Chile. Y para formar la cual en definitiva se unieron con los pueblos que ya se hallaban en ese valle y en los valles aledaños. Fue así como se originó la raza chilena que había de habitarlo y asumir la tarea de dotarlo de todo el equipamiento necesario: ciudades, pueblos, puertos, rutas, agricultura, etc. Y que, desde hace más de doscientos años es República independiente.

Chile, desde su origen, fue un crisol de razas que se fundieron las unas con las otras para dar lugar a esta raza chilena y a la cual, andando el tiempo, llegarían aportes de otros continentes. Nunca hubo en nuestro país ni el menor asomo de algún tipo de apartheid.

Podemos, por lo mismo, estar muy orgullosos del carácter mestizo de nuestra raza y de la obra que ella ha realizado durante estos siglos. Fue lo que quiso destruir el anterior proyecto inventando un país sin historia en el cual habría distintas razas que formarían cada una su propia nación y que, para mantenerse como tales, requerían vivir unas separadas de las otras hasta terminar enteramente antagónicas entre ellas.

Como candidato a integrar esta nueva Convención visualizó mi principal aporte en aplicarme a la defensa de esta realidad y en evitar que el país sea víctima de experimentos ideológicos que terminen destruyendo su unidad, y sometiendo a su población a regímenes que conculquen la libertad y lo condenen a llevar una vida miserable incapaz de cualquier progreso

Fuente: https://www.facebook.com/gonzaloibanezsm

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