Gonzalo Rojas S.


Hemos dicho reiteradamente que desde que el Rector Ignacio Sánchez dialogó con la toma violenta de la Casa Central en mayo de 2018 -lo que significó la constitución de mesas de trabajo con las feministas radicales y la consolidación de acuerdos posteriores que dañan gravemente la antropología cristiana- esta tendencia a rendirse ante la ideología de género siguió siendo cada vez más notoria y extendida en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

La Dirección de Responsabilidad Social de su Facultad de Ingeniería ha entregado a su comunidad, pocos días atrás, un documento titulado “Sugerencias para la incorporación de Lenguaje Inclusivo de forma escrita, visual y auditiva”. 

Supuestamente destinado a reconocer una “diversidad (que) enriquece a la comunidad y le brinda de forma permanente diferentes oportunidades de crecimiento y desarrollo… junto con asegurar espacios de inclusión, valoración y respeto en igualdad de condiciones”, lo que el texto en realidad hace es disolver en categorías ideológicas de género las diferencias fundamentales que la naturaleza humana muestra a cualquier observador.  De tal manera han sido penetradas las concepciones antropológicas rectas por el lenguaje banal de aquella ideología, que justamente en vez de reconocer la diversidad fundamental -“hombre y mujer los creó” (Gen. 1, 27)- se la pretende eliminar, sustituyéndola por todas las categorías de lenguaje y de construcción de la realidad propiciadas por el feminismo radical.

Así, el documento llega al absurdo de sugerir que no se usen expresiones como “las niñas y los niños”, “los hombres y las mujeres”, “las expertas y los expertos”, “los vecinos y las vecinas” y “atentas y atentos”, reemplazándolas respectivamente por “la población infante”, “la población”, “las personas expertas”, “la comunidad o el vecindario”, y “pendientes”, expresiones a las que llama “alternativas neutras”.

Más aún, el documento sugiere usar la letra “e”, porque, “facilita la redacción de contenido inclusivo (ya que) se asegura de incluir a todas las personas que puedan no sentirse identificadas con el género femenino o masculino. Cuando nos referimos con duplicidad de género, con ‘el y la’, no incorporamos a aquellas personas que son de género no binario o fluyen entre ambos. Por lo tanto, usar la letra ‘e’ es un recurso para incluir a todas las personas. Algunos ejemplos de su uso son: ‘Estimades alumnes’, ‘Les estudiantes’, ‘Sean todes bienvenides’.”

¿Puede imaginarse rendición más evidente ante la ideología de género, cuando se citan conceptos claves de su construcción como son las categorías de “género no binario” y de “fluidez entre géneros”?

Más adelante, el documento devela toda su completa dependencia del feminismo radical, al definir las categorías que fundamentan las sugerencias anteriores (y otras que omitimos por razones de espacio). Dice así:

Sexo: se refiere a las diferencias biológicas (órganos, cromosomas y gónadas) que definen a cada persona como hombre, mujer o intersexual al nacer.

Género: Es lo que la sociedad atribuye como rasgos de comportamiento, identidad y funciones sociales esperadas como femeninas o masculinas.

Identidad de Género: es la auto percepción e identificación personal con un determinado género, que puede o no coincidir con el sexo asignado al nacer. 

Expresión de Género: es la forma en que cada persona expresa su identidad de género, a través de sus acciones, vestimenta, comportamientos, interacciones u otras.

Orientación Sexual: capacidad de cada persona para sentirse atraída (emocional, sexual y afectivamente) por personas de un género igual o distinto al suyo, o a más de uno.

No hay dos lecturas posibles: le guste o no le guste a usted la antropología cristiana, cualquier persona intelectualmente honrada tendrá que reconocer que la confluencia entre sí de las 5 categorías anteriores es completamente incompatible con el dato fundamental: “hombre y mujer los creó”.

La pendiente por la que se desliza la P. Universidad Católica de Chile la llevará muy pronto –si no hay una corrección fundamental desde su Gran Cancillería y desde Roma-  a la aceptación formal y completa del único género al que finalmente aspira aquella ideología: la fluidez total.

Fuente: https://viva-chile.cl/2021/06/ideologia-de-genero-asumida-en-la-puc/

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