domingo, 29 de octubre de 2017

 

          Se ha comprobado que una mayoría de chilenos no entiende lo que lee. Yo sostengo que esa mayoría tampoco entiende lo que pasa, porque casi no lee y se informa vía farándula y consignas “políticamente correctas” que son generalmente infundadas, como consecuencia de lo cual razona mal. Pero en el largo plazo hasta la mayoría chilena entiende. Tanto así que un amigo mío sostiene que en cincuenta años más los billetes de mayor denominación van a llevar la efigie de Pinochet. Más demoraron en reivindicar a Portales.

          Esta falta de entendimiento incluye, en la política electoral actual, a la gente de derecha, por supuesto. La mayoría de ella, el 81 %, de acuerdo con la encuesta CEP más reciente (si bien muy cuestionada por errores evidentes), vota por Sebastián Piñera. Yo hablo frecuentemente con personas como ésas y el único argumento que dan para votar así es que con eso sacarán del poder a la Nueva Mayoría. Todas esas personas saben que Sebastián Piñera no es de derecha, todas fueron partidarias del Gobierno Militar y del “Sí”, a diferencia de Piñera, que fue simpatizante DC, opositor y del “No”; todas conocen su hoja de vida y su personalidad y no les gustan la una ni la otra; en particular, todas repudian su traición y persecución a los Presos Políticos Militares. Pero, dicen, “va a ganar y la Nueva Mayoría se va a tener que ir del poder”.

          Bueno, ha sucedido que ha entrado a participar en la elección presidencial un candidato de derecha, José Antonio Kast. Un político capaz, veraz y honesto, que no vacila en definirse de derecha, tiene una hoja de vida infinitamente más limpia que la de Piñera, es más confiable y siempre ha sido de una sola línea. En su presencia, la única razón que dan los derechistas para preferir a Piñera es que “va a sacar del gobierno a la Nueva Mayoría”. Si no fuera así, votarían por Kast.

          Pero es evidente una cosa: que si la ciudadanía de derecha votara por Kast, éste pasaría a la segunda vuelta presidencial junto a Piñera y la Nueva Mayoría quedaría fuera del gobierno tras la primera vuelta. Votar por Kast, entonces, es sacar antes a la Nueva Mayoría del gobierno.

          Esto es evidente y claro, pero un gran sector de votantes no lo ha entendido. ¿Por qué? Por la misma razón que no entiende lo que lee ni lo que pasa. Por la misma razón por la cual repite consignas erróneas y las cree.

          Pero cuando una verdad es evidente por sí misma (eso se llama “axioma”) hasta una mayoría de chilenos la termina por entender, aunque se demore. Y es evidente por sí mismo que si los ciudadanos de derecha votaran por el único candidato de derecha que hay, éste pasaría a segunda vuelta. El “Sí” obtuvo un 44 % en 1988. Büchi más Errázuriz obtuvieron algo así en 1989. Arturo Alessandri más José Piñera pasaron del 30 %. ¿Cómo la votación de derecha no va a superar, todavía ahora, holgadamente, el 20%? Con eso Kast pasaría a segunda vuelta.

Y como nadie duda de que Sebastián Piñera también va a pasar, el segundo lugar de José Antonio Kast va a dar por resultado que la Nueva Mayoría quede fuera del gobierno, que es el único propósito que aduce la gente de derecha para votar por Piñera. Pero eso se logra antes, en primera vuelta, y de manera mucho más segura y eficaz, votando por Kast. Porque el voto para Piñera, por último, sólo conduce a que algún candidato de la izquierda gane a Kast en primera vuelta y pase a la segunda, en la cual ya los seis actuales izquierdistas de la primera vuelta se van a unir y todos reconocen que, unidos, tienen posibilidades de ganar.

          Es decir, los derechistas que votan por Piñera sólo aumentan el riesgo de un triunfo de la izquierda. Si votan por Kast, desaparece ese riesgo. El propósito de sacar a la Nueva Mayoría del poder, se obtiene mucho mejor votando por Kast. Así se asegura que no habrá retroexcavadora  o algo más a la izquierda en la segunda vuelta.

          

          Y yo pienso que el 81 % de derecha que apoya a Piñera, según la CEP, va a terminar por entender lo anterior. Por ahora está lejos de hacerlo, porque a nuestra gente, incluso a la de derecha, le cuesta. Pero a la larga entiende. Ojalá antes del 19 de noviembre.

          Ayer mandé un twitter diciendo que si la derecha vota por el candidato de derecha, la izquierda se irá del poder en la primera vuelta. Ojalá lo recen como una jaculatoria (“oración breve dirigida al cielo con vivo movimiento de corazón”).

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.cl/

 

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