23 DE OCTUBRE DE 2021 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Fui alguien que entregó su vida por la Patria. ¿Qué es la Patria? Al parecer, hoy ya no es nada, pero antes fue mucho. Cuando yo le entregué mi vida, era todo: familia, compatriotas, territorio e historia. Los chilenos amábamos la Patria. Parecía que más que los de otras nacionalidades, porque estábamos más dispuestos que otros a morir por ella.

Marché a enrolarme queriendo emular a Prat, que nos motivó con el lema: "nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo", y su consecuencia: "vencer o morir". La Patria era todo para mí y por eso decidí entregarle todo.

Hoy parece que ya no es nada para nadie. Mi alma, tantos años fuera de mis restos mortales pero siempre cerca de ellos, presencia hoy, desolada, el traslado furtivo de mis cenizas para evitar que la hez de la sociedad las profane.

¿Por qué querrían profanarlas? Por ser algo decente. Nada decente puede sobrevivir hoy, menos una manifestación de entrega sublime a la Patria. ¿Por qué la hez de la sociedad parece odiarla? ¿Por qué un grupo de mujeres impúdicas se masturbó públicamente junto al lugar donde yacían mis restos mortales? ¿Qué quiere significar eso? Si ya no hay amor a la Patria, que por lo menos haya un mínimo de respeto, para poder estar enterrado dentro de ella.

¿En qué manos ha caído la Patria? ¿Adónde se fue el heroísmo de los chilenos? ¿Adónde fue a parar la estatua de mi general Baquedano, a cuyos pies y junto con él recibí el homenaje diario, emocionado, de muchas generaciones, una tras otra, de chilenos? Niños acompañados de sus padres o abuelos, que se detenían con unción ante mi tumba, musitando una oración de gratitud y respeto a la memoria del héroe famoso y de mí, el soldado desconocido. Desconocido, pero admirado, cuyas cenizas, a diferencia de las de él, estaban ahí.

Algo se ha perdido para siempre en Chile. Algo que conduce a que mis restos mortales deban ser sustraídos furtivamente, "entre gallos y medianoche", de un lugar de pública veneración para ser ocultados en un oscuro panteón ajeno a la atención de la chusma y del afán destructivo de los vándalos que mandan hoy.

A la Patria Q. E. P. D.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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