20 DE DICIEMBRE DE 2021 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


"Ha triunfado ampliamente el peor candidato que yo recuerde, con el peor programa y presidido por una ideología fracasada en todo el mundo. Sabemos el desenlace y dentro de mil días una gran mayoría va a clamar por un cambio, tal como en 1973". Escribí eso en twitter anoche porque corresponde a lo sucedido y pienso sucederá. Por lo demás, es evidente para quien tenga dos dedos de frente.  

Bastaba saber el nombre de la coalición triunfante para anticipar el desastre que se pondrá en marcha: "Apruebo Dignidad". "Apruebo" alcanzó el 78 % de los sufragios, mucho más que Boric, e implica el disparate insigne de cambiar la Constitución que le dio a Chile la mejor democracia (¿alguien podría siquiera dudar de que hoy imperan la más amplia libertad y el más irrestricto pluralismo?) y la mayor prosperidad que jamás tuvo, para reemplazarlas por otra, a ser redactada por un conjunto no-democrático (pues no pocos de sus miembros no habrían sido electos en una democracia verdadera de "una persona, un voto") y todo ello nacido de un plebiscito impuesto por la fuerza, la cual según el Código Civil vigente es un vicio del consentimiento. Como resultado, de hecho, "Apruebo" es hoy una "bolsa de gatos" (el nombre se lo puso un izquierdista, el expresidente uruguayo José Mujica). De ella va a brotar un engendro que, cuando se conozca, no se va a poder creer.

Y "Dignidad", nombre de un actual peladero, un descampado, "un mustio collado", como diría el poeta, en que las hordas de Boric transformaron la, tal vez, más hermosa plaza de Santiago, originariamente conocida como Plaza Italia. Allí se ubicaban la estatua de un héroe, el general Manuel Baquedano, hoy exiliado por la horda, y la tumba del Soldado Desconocido, caído en los campos de batalla del norte, recién rescatado a tiempo antes de ser profanado.  

"Apruebo" = Disparate. "Dignidad" = Devastación. ¿Cómo se consigue que una mayoría vote por eso? Lavándole el cerebro y recurriendo al más antiguo móvil que atrae a hombres y mujeres por igual e inspira a la profesión más antigua del mundo: al afán de lucro. Trabajar menos y ganar más: 40 horas semanales en lugar de 45 por 500 mil pesos en lugar de $374 mil. Y, encima, promesa de recibir gratis numerosos "derechos sociales" costosos, como salud, educación, jubilación, cargos en directorios de empresas ajenas y muchos más que al "pueblo" se le puedan ir ocurriendo en el camino y que, probablemente se va a ir "tomando" como en 1970-73, que fue cuando aprendimos a hacerlo. Nada nuevo.

Ésa es la buena noticia. La mala es que nada de eso funciona. ¿Quiere saber por qué? Lea los libros de un joven chileno, Axel Kaiser, empezando por "La Fatal Ignorancia" y terminando con "El Economista Callejero", hoy best-seller. "Its all there" ("todo está ahí"), como me dijo una vez Margaret Thatcher refiriéndose a Hayek.

Y habrá algo que nunca más se va a poder decir: el nombre de quién llevó a Chile desde el último lugar del crecimiento al primero de América Latina, le dio la Constitución democrática, derrotó a la subversión respetando los DD.HH. (bajo su gobierno el presidente de la Cruz Roja mundial podía visitar a cualquier preso sin autorización oficial). Este innombrable perdió en 1988, igual que ayer, 56-44% un plebiscito sobre su reelección y entregó el poder, sentando un precedente mundial de democracia y crecimiento ("Thayer y Reagan vinieron después", escribió Niall Ferguson). 

¡Felices mil días!

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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