Cristián Labbé Galilea
Pasaron las elecciones… llegaron los abrazos, sí muchos abrazos, “unos de pésame y otros de plácemes”. No estuve libre de los pésames, pero me he recuperado lentamente. Optimista esta pluma se ha convencido que sólo hay que mirar para adelante, porque vienen muchos desafíos: en 30 días primarias presidenciales; en dos meses inscripción de candidatos; en noviembre elecciones de presidente, congresales y consejeros regionales; por último, en Diciembre 2da. vuelta presidencial.
Si lo anterior enreda cualquier presagio, la cosa se complica más al considerar que, en pocos días, asumirá con “incierto protagonismo” la Comisión Constitucional; esto porque ya se han alzado voces entre sus integrantes, advirtiendo que están decididos a no respetar las reglas del juego… Cuando eso ocurra, las primarías y las elecciones pasarán a segundo plano. ¡Ojo con la Comisión!
Se olvidará que en las elecciones pasadas votaron menos del 20% y, lo más probable es que las primarias convoquen aún menos electores, favoreciendo “las maquinas” partidistas, tanto en Chile Vamos como en la alianza PC/FA. “Al aguaite” estarán los que resolvieron o resolverán ir directo a la papeleta en primera vuelta, ellos podrían ser: la candidata de la Unidad Constitucional (UC), el candidato Republicano, más todos “los chicos”… que, además, meten mucho ruido.
Inscritos los candidatos las elecciones presidenciales, de congresales y consejeros regionales, se producirán en un escenario muy conflictuado. Los constitucionales alegando por sus facultades, los gobernadores discutiendo sus atribuciones, y cientos de candidatos buscando la forma de seducir a un electorado molesto porque estará “obligado” a votar.
Si nada extraño sucede, serán sólo dos los elegidos para aspirar a la primera magistratura… y ese será un momento politico muy importante. A esa instancia “deben” llegar quienes personifiquen con absoluta claridad las opciones que tiene nuestro país… Por una parte, debiera estar quien represente a la Sociedad Libre, aquella que considera que el protagonista del futuro es “el Hombre y su libertad” (Política, Económica, Social, religiosa, etc.); y por la otra parte, quien represente al Estado como protagonista, como el “Hermano Mayor”, que dispone y resuelve… por sí y ante sí.
Lo que corresponde entonces es que las dirigencias políticas, los líderes de opinión, y la sociedad civil (gremios, asociaciones, corporaciones…), concentren sus esfuerzos en lograr que quien represente a la Sociedad Libre (léase derecha) llegue “sí o sí” a la segunda vuelta, para evitar vernos obligados a elegir (otra vez) entre dos izquierdas… entre “el mal mayor y el mal menor”. Eso sería una “encrucijada mortal” para la solución de los problemas que afectan a los sectores más vulnerables, y un “tiro de gracia” a nuestra ya desfalleciente democracia.
Con la absoluta convicción que podemos lograr un mejor futuro para nuestro país, comparto con mis siempre positivos lectores lo que me dijo un contertulio cuando me dio los pésames por los resultados de la última elección: “tenemos que pensar y actuar hacia adelante” … ¡para atrás, ni para agarrar vuelo!
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