Por Enrique Subercaseaux


Alejandro Peña Esclusa es un líder de opinión de Venezuela. Fue prisionero político del actual régimen, estando encarcelado un año en Caracas y perseguido, antes y después. Se ha propuesto como misión estudiar y denunciar  la organización criminal del Foro de Sao Paulo, escribiendo varios libros al respecto (disponibles en Amazon, incluyendo el ultimo, que comentamos hoy). Todos han tenido una gran acogida entre el público, convirtiéndose en éxitos de venta y abriéndole las puertas al circuito internacional de conferencias y asesorías políticas.

Nuestras preguntas y sus respuestas:

1.- El fraude electoral al cual se refiere en su libro implica que se busca delimitar a voluntad la alternancia en el poder, y simplemente eliminar ciertas opciones políticas: como pone esto en peligro la verdadera democracia.

Los fraudes electorales que comete el Foro de Sao Paulo acaban con el principio de democracia, puesto que los ciudadanos ya no eligen libremente a sus gobernantes.

El voto viene a ser solo una falsa parodia.

Individuos que se hacen llamar jefes de Estado, comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, controlan la política exterior y manejan los recursos de la nación llegan al poder sin haber sido elegidos.

 

2.- Habida cuenta el mal desempeño que presentan la mayoría de los regímenes políticos de la izquierda Bolivariana en Latinoamérica: hasta cuando puede ser sostenible el "fraude" como sistema electoral para asegurar el poder.

El fraude es sostenible solo por un tiempo, porque con el paso de los años se hace evidente que los ciudadanos no quieren a esos políticos izquierdistas.

   Entonces, los gobernantes del Foro de Sao Paulo se encargan de desmantelar la democracia y transformarse progresivamente en tiranías, como son los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

   Llegado a ese punto, las elecciones se convierten en farsas.

 

3.- Depende esto de factores políticos extra regionales, o bien esta modalidad de "democracia protegida" llego para quedarse, de manera inamovible.

El Fraude del Siglo XXI, como lo he denominado, es derrotable, pero se requiere, primero, saber bien cómo funciona. En este sentido, creo que mi libro contribuye a desenmascararlo.

   Y segundo, se requiere de una articulación de todos los sectores democráticos de Iberoamérica, para defender conjuntamente la democracia, frente a los ataques del Foro de Sao Paulo.

 

4.- Que puede hacer la población /sociedad de un país para mitigar las posibilidades de un fraude en elecciones próximas.

Para prevenir el Fraude del Siglo XXI hace falta, primero, crear un observatorio electoral internacional conformado por expertos capaces de analizar la idoneidad de los registros electorales, detectar anomalías en los software, ya sea de las máquinas de votación (donde las haya) o en los sistemas informáticos de totalización, y otros aspectos relacionados con una elección.

   Segundo, una gran estructura ciudadana que garantice la presencia de testigos en absolutamente todas las mesas de votación.

   Y tercero, un movimiento político que fiscalice las autoridades electorales, sepa detectar los orígenes de los fondos de campañas, verifique la validez de las encuestas y supervise el uso de las redes sociales, para determinar si hay "bots" o "granjas" incidiendo indebidamente en la opinión pública.

 

5.- Mas en general, esta forma de populismo electoral, llego para quedarse, o es una modalidad que será desechada por los múltiples problemas que acarrea: gobiernos ineptos, corrupción generalizada, tráfico de drogas como modo de vida único etc.

Depende de nuestra respuesta, puesto que estos regímenes se apoyan entre sí para perpetuarse en el poder y tomar el control de los organismos multilaterales.

   Solo si nos unimos y luchamos conjuntamente contra ellos, podremos librarnos de esta nueva forma de tiranía.

 

Evidentemente esta en nosotros, desde la sociedad civil y los partidos políticos interesados tomar acción, a la luz de los antecedentes expuestos.

Preservar la democracia, como la conocemos, es tarea de todos. De caso contrario, esta será moldeada, y distorsionada, al entender y capricho de las elites progresistas globales. Y los resultados, lamentablemente, están a la vista.

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