27 DE ENERO DE 2022 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Después de la Enade los empresarios grandes quedaron tan entusiasmados con Boric que Juan Suitl, presidente de todos ellos, deslumbrado, estimó que el recién electo "está mucho más convocante, responsable y prudente en favor de todos los chilenos". Ricardo Mewes, del comercio, manifestó que los deja "mucho más optimistas... tiene una visión de diálogo". Y Richard von Appen, fabril, manifestó que el del extremista electo "fue un muy buen discurso, en el sentido de llamar a construir todos juntos y avanzar en resolver los desafíos que tenemos como sociedad".

¡No sé cómo los comunes mortales no nos damos cuenta! Parece que somos completos "gansos", pues pensamos que las propuestas de Boric van a liquidar no sólo a la gran empresa, sino también a la mayor parte de las pequeñas y medianas, que van a ver afectados sus resultados por fuertes aumentos de costos, al tener que pagar un salario mínimo de $500 mil, y disminuir su producción, debido a que sus trabajadores laborarán menos horas a la semana (40 en lugar de 45), junto con tener que pagar mayores cotizaciones previsionales y someterse a negociación colectiva por ramas, lo cual sabidamente castiga a las empresas menores. Su dirigente Juan Pablo Swett prevé que muchas quebrarán.

Y somos tan "gansos" que creemos que a los empresarios mayores les va a ir todavía peor que a los menores, pues Boric no sólo les va a subir los actuales impuestos, que ya son 20 % más altos que el promedio de la OECD, sino que a los principales los va a gravar con otro tributo nuevo, el "impuesto  a los superricos". Éste es confiscatorio, pues les va a llevar más que todas sus utilidades, dado que, como lo ha demostrado en reciente artículo en "La Tercera" (23.01.22) Francisco Pérez Mackenna, el promedio de rentabilidad del capital es 2,3 %. Como Boric les va a aplicar un 2,5 %, deberán vender activos para pagar. Al mismo tiempo, les va a subir las contribuciones a los bienes raíces más valiosos e imponer un tributo sobre los automóviles caros. Con razón las "family offices" de la gente rica están sacando la plata de Chile.

Entretanto, Australia se soba las manos, pues ya recibió 19 mil millonarios de países con impuesto a los superricos. Supongo que Irlanda y Rusia también (sólo cobran un impuesto único de 13 % a las utilidades). 

Cuando Francia estableció el impuesto a los superricos, recomendado por su súperastro izquierdista Piketty, entre 2000 y 2016 se marcharon 60 mil de ellos. Entonces Macron tuvo que derogarlo ("Economía y Sociedad", 07.01.22). En Chile los superricos ya pagan impuesto al patrimonio a través de la patente municipal, 0,5 % sobre el capital de sus sociedades (pero las municipalidades "compiten" y algunas cobran la mitad). En isla de Pascua no cobraban nada, así es que hubo abogados que constituyeron no pocas sociedades de inversión allá.

Hay otros igualmente "locos por Boric". Acabo de ver una foto de altos mandos militares, a los cuales les dio una bofetada en la cara al nombrar ministra de Defensa a la bióloga, veterinaria, hija de un exjefe del espionaje cubano y nieta de Salvador Allende, Maya Fernández. Aparecen sonrientes y felices ella, Boric y los uniformados, éstos poniendo la otra mejilla. Todo muy cristiano. Lo malo es que Boric tampoco cree en Cristo.

Y, en fin, otro importante "loco por Boric" es Mario Marcel, quien aceptó sin vacilar el ministerio de Hacienda, no obstante estar en desacuerdo con el programa del extremista electo. En efecto, Marcel escribió, sobre el régimen de AFP, en su Informe previsional de 2006, que ese sistema ha tenido efectos positivos sobre el crecimiento y el desarrollo, que se reflejan en realidades más cercanas a las personas, "como el costo de los créditos hipotecarios, los créditos de consumo y los créditos para las pequeñas empresas" (Economía y Sociedad", 25.01.22). No obstante, el programa de Boric tiene como primer propósito suprimir las AFP y, así, se lee en él: "Nuevo Sistema de Pensiones. No + AFP: Proponemos la creación de un sistema sin AFP". Marcel tiene hasta el 11 de marzo para preparar una explicación.

De un modo u otro, parece que nada importa. Todos están locos por Boric. ¡Que tengan mil 460 días muy felices... o mil... o lo que fuere!  

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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