Hermógenes Pérez de Arce


Al presidente lo siguen importunando con lo que les manifestó a sus anfitriones Luksic en su planta desaladora hace días: "más Narbona y menos Craig". Lo que pasó fue que se equivocó, pues debió decir "Fontbona" en vez de "Narbona". Error imperdonable en quien lleva por segundo apellido "Font". Y además incurrió en una descortesía con al menos una parte de los dueños de casa, que eran tanto Luksic Craig como Luksic Fontbona.  

  1. E. es proclive a cometer errores. Por algo obtuvo un 2,8 en su examen de grado y lo reprobó. Pero estar equivocado es casi una exigencia para tener éxito en la política chilena. Tal vez por eso el pueblo lo eligió por amplia mayoría. 

Entonces el problema no sólo es él, sino la mayoría que lo eligió. Cecilia Cifuentes lo precisó en una de sus columnas económicas: "Tenemos al 'problema' --sentenció-- a cargo de encontrar 'la solución'". That is the question.

Pero eso no sería nada si ahora el problema no hubiera pasado a ser "de vida o muerte": los gobiernos post-90 nos han llenado de extranjeros. Y muchos son extranjeros que matan aunque su víctima les dé lo que le exigen.

Fuimos el país con menos homicidios por cada cien mil habitantes. Últimamente hemos subido de 4,5 a 6,5 homicidios por cien mil habitantes. Hoy varios países tienen menos. Desde luego, El Salvador, que ocupó el que fuera nuestro primer lugar. 

Cuando Pinochet entregó el poder en 1990, después de perder un plebiscito en que hubo la más descarada intervención económica de los EE. UU. y Europa Occidental en favor del "No", sumada a la armamentística de los países comunistas, había 928 delincuentes y terroristas presos. Los regimientos iban a las poblaciones a comprobar los antecedentes de sus habitantes y los "patos malos" con órdenes de detención pendientes se iban presos. No había "puerta giratoria". Los jueces no eran protectores de delincuentes ni menos persecutores de policías. La gente honrada de las poblaciones lo agradecía. Los que tienen edad suficiente lo agradecen hasta hoy. Los delincuentes de otros países no venían, porque sabían que aquí su negocio no funcionaba. El pueblo no tenía miedo y caminaba tranquilo a toda hora por las calles..

En cambio el 23.01.23 LUN informó que somos el país con más miedo entre 29 de una muestra de la firma inglesa Ipsos. Nos siguen en el temor general Israel, Sudáfrica, Perú y México. Si hace un año ya teníamos más miedo que los otros, hoy todavía tenemos mucho más: venezolanos recién asesinaron a un enésimo policía, el teniente Emmanuel Sánchez. 

Días antes mataron a dos agricultores que habían vendido sus tomates en Lo Valledor. Les quitaron el dinero, pero pese a eso los mataron. El hijo de 14 años de uno de ellos llamó por celular a su madre desde el camión en que iban: "Mataron a mi papá y a su amigo".

¿Es esto vida? No. No necesitamos más Fontbona y menos Craig; sí necesitamos más Pinochet y menos Boric.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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