12 DE MAYO DE 2024 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


El Bien se llama Pinochet. El Mal se llama Allende, por habérselo "tomado" todo. Al primero lo considero el mejor Presidente de la historia de Chile y, al segundo, el peor. Pero una encuesta de TVN, de hace años, dictaminó que la mayoría piensa distinto y que el mejor era Allende. Según declaró Sebastián Piñera, candidato de la centroderecha, en el foro de su primera campaña, el peor era Pinochet. Éste, en realidad, ha pasado a ser innombrable. Como la mayoría manda en democracia, gobierna el heredero del Mal, que a su turno tiene monumento en sitio preferencial junto a La Moneda.

El Bien respeta la ley. El Mal la atropella. Como éste gobierna, no hay estado de derecho con minúsculas ("rule of law") en el país. El diario acontecer es contra legem. El tema del momento, "la ley corta de isapres", deriva de dar fuerza de ley a unas sentencias judiciales que sólo pueden surtir efecto, según el Código Civil, en "las causas en que actualmente se pronunciaren." No importa. Se naturalizó. La ley no vale. Cualquier familiar de preso político militar también lo sabe.

El gobierno del Mal puede llegar a ser terrible. Recuerdo que hace pocos años me encontré con Alejando Correa en las oficinas de Entel de Viña del Mar. Se me acercó a manifestarme coincidencia política. Al poco tiempo leí que un loteador brujo había ocupado un terreno suyo y lo estaba loteando. Alejandro consiguió orden judicial de desalojo que no se cumplió. Peor que eso, el "tomador" contrató a un sicario colombiano y le pagó cinco millones de pesos por matar a Alejandro Correa, cosa que hizo. Estuve semanas horrorizado. Seguí por la prensa los vanos esfuerzos de una hija de Alejandro por derrotar al Mal. Pero el terreno de su padre se seguía loteando como si tal cosa. El crimen paga. El Mal se naturalizó.

Hay un puerto paralizado, Coronel. Unos sujetos violentos lo han rodeado e impiden entrar y salir. Ruina económica para el puerto y perjuicio regional, pero el gobierno del Mal no combate al Mal y no hace nada. Urge ampliar el mayor puerto del país, San Antonio, pero tampoco se puede pues los terrenos están "tomados" desde el gobierno anterior.

Unido por matrimonio a una familia de productores de hortalizas para Santiago, fui testigo de la permeabilidad social del modelo de economía libre, al ver convertirse en millonario a quien conocí como inquilino pobre. Me convidaba a tomar té al jardín de una casa de fundo suya que había sido de un Errázuriz. Pero ya no puede trabajar la tierra de mi mujer. Los ladrones de alambre de cobre han tumbado dos veces los postes eléctricos para robarlo y no hay riego. Ara para que no se llene de carpas de inmigrantes. Una "toma" es inminente. Se naturalizó el mal.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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