12 DE JUNIO DE 2024 

 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


En mal momento pasó Boric por Alemania, porque el socialdemócrata Scholz lo recibió todavía groggy tras la paliza que le propinó la derecha en las elecciones del parlamento europeo.

A la vez ambos aparecieron ayer juntos suscribiendo un disparatado artículo en El Mercurio, culpando al CO2 del cambio climático, lo cual está científicamente comprobado que es falso. Pero por ese error ambos gobernantes han perjudicado a sus respectivos gobernados porque, siguiendo la errónea tesis, han encarecido las cuentas de luz de sus respectivos países.

Llamé a Douglas Pollock para que mandara a El Mercurio un artículo rectificatorio, pero estaba tomando un avión a Europa, donde asistirá a una conferencia en la cual, justamente, se ratificarán las pruebas de que el CO2 no ha hecho subir la temperatura de la Tierra, de que las fuentes eólicas y los paneles solares generan energía más cara que la basada en el carbón y, además, necesitan plantas de respaldo alimentadas por combustibles fósiles y generadoras de CO2. Por eso Alemania y Chile pierden competitividad.

Los chilenos hemos hecho el ridículo cerrando plantas a carbón y Pollock ha demostrado que, mientras lo hacíamos, China e India construyeron plantas a carbón por 90 veces las cerradas por Chile. Porque no creen que el CO2 influya en el cambio climático, no sacrifican su competitividad ni su crecimiento ni hacen el menor caso del Acuerdo de París para reducir el CO2. 

Seguramente eso incide en nuestro acero más caro que el chino y en el riesgo de tener que cerrar Huachipato o subsidiarlo. Por supuesto, chinos e indios tienen energía barata y nosotros una de las tres más caras del mundo.

También Boric buscó en Alemania mejorar su alicaída popularidad diciendo mentiras, en coro con Scholz, contra el gobierno militar cuyo legado nos dio los "mejores 30 años de la historia de Chile".

Una, que Alemania iba a ayudar en el "plan de búsqueda" de miles de "detenidos-desaparecidos" en dictadura. ¡Cuidado, Scholz, eso es una estafa! Pues durante el gobierno militar fueron denunciados 651 casos de personas desaparecidas tras su detención. Todos los demás los han inventado después de 1990 y nunca nadie los mencionó cuando Pinochet era presidente. Y el paradero de todos los respectivos restos está precisado.

Le debemos a una autora francesa, Suzanne Labin, haber probado ante el mundo que los casos eran sólo 651 (pág. 243 de su libro "Chili: Le Crime de Résister"). Y después de 1990 fue precisado el paradero de todos ellos: muchos habían abandonado el país, eran simples viajeros, según registro de las autoridades; otros ni siquiera figuran como personas existentes en el Registro Civil; otros más fueron reconocidos como muertos en combate o perseguidos por los servicios de inteligencia y sus restos lanzados al mar; otros fueron vistos vivos después por personas naturales que hicieron declaración jurada ante notario; y el mayor número yacía después de muertos en una decena de patios del Cementerio General y en los depósitos del Servicio Médico Legal. 

Y, por supuesto, el más famoso de todos, que dio título a la película del marxista griego Costa Gavras, Missing (Desaparecido), cuyos restos fueron encontrados, entregados a diplomáticos norteamericanos y enterrados en EE. UU.

¡Cuidado. Scholz, te van a sacar plata mediante engaño estilo "Fundaciones"! Y por casos "creados" después de 1990.

El otro engaño (o ignorancia) de Boric derivó de pedir público perdón por los supuestos "miles de exiliados del gobierno militar". No hubo tales. Hubo unas pocas expulsiones aisladas en 17 años, que se cuentan con los dedos de las manos. Lo que hizo ese régimen fue dar pasaportes a personas requeridas por la justicia por actividades delictivas, muchas de las cuales se asilaron en embajadas. Pero no eran ni fueron "exiliados", sino simplemente prófugos que pedían y obtenían, con apoyo externo, autorización para viajar a otros países.  Por ejemplo, El Mercurio del 12 de abril de 1978 informaba: "Otras 109 personas condenadas en el marco de la Ley de Seguridad Interior recibieron autorización para salir del país".

El teatral pedido de perdón de Boric es otro testimonio de ignorancia (o mala fe) suyo. Mala para la imagen de Alemania su complicidad en ello.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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