15 DE DICIEMBRE DE 2019

 

 

 

 

Bastan 67 parlamentarios honestos para salvar al país. Defino como tales a los que respetan la ley. Pues Chile no puede permitirse dos años de la incertidumbre derivada del llamado "proceso constituyente". Como ha advertido un grupo de diputados de RN, que llama a votar No en abril, ese período se caracterizará por "un enorme gasto de recursos públicos y con inestabilidad". El país ya está gastando sus reservas y aumentando su endeudamiento sin tasa ni medida a raíz de la crisis delictiva actual y la rendición del gobierno ante la violencia.

La economista Bettina Horst dice hoy en "El Mercurio": "...hacia fines del próximo año nuestra economía habrá producido US$13.600 millones menos que lo que era posible hasta el 17 de octubre, y (eso) significa que, en promedio, los hogares en Chile, hacia fines del 2020, tendrán menores ingresos por US$2.795". Cada uno. ¿Cuántos hogares pueden permitirse reducir su consumo en más de dos millones de pesos en el año? Muchos no podrán siquiera subsistir. Y súmele a eso otro ejercicio más, el de 2021, de descalabro. Eso no se puede permitir. Es una cuestión de sobrevivencia de mucha gente.

Pues bien, bastará que haya 67 parlamentarios patriotas y respetuosos de la ley para evitarlo mañana mismo, lunes, cuando se vote el proyecto que modifica el título sobre reforma de la Constitución. Pues no habrá dos tercios de los parlamentarios en ejercicio, como se necesita para modificarlo y llevar a cabo el nefasto "proceso constituyente". Si no lo hay, no habrá cambio y queda incólume la Constitución actual, que le ha dado a Chile los mejores años de su vida política, económica y social. El economista Carlos Williamson escribió en "La Tercera" de 13.12.19: "No hay en la historia de Chile un período de prosperidad similar a 1973-2013, en que el ingreso per cápita se multiplicó por cuatro. Y tampoco un período de mayor parálisis económica en los mismos 40 años, como fue 1933-1973, con un magro crecimiento de 0,5 veces en el mismo indicador".

Bastan 67 parlamentarios para salvarnos de dos sucesivos annus horribilis, como los que vendrán si se insiste en el "proceso constituyente", más el desorden público y la incertidumbre que éste genera. Pues si 52 diputados y 15 senadores votan mañana lunes contra la reforma de la Constitución, no habrá proceso constituyente y seguirá incólume la Carta Fundamental firmada por Ricardo Lagos y todo su gabinete en 2005, tras ser ratificada en dos plebiscitos, el de 1980 (por el 67 %) y el 1989 (por el 91 %); y en 2005 por el Congreso Pleno con 150 votos a favor, tres en contra y una abstención.

Pues los parlamentarios honestos respetarán el art. 32 de la Ley de Partidos Políticos, según el cual dichas colectividades no pueden darles "órdenes de partido" acerca de cómo votar. Por lo tanto, el "Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución", suscrito tras la rendición del gobierno ante la violencia y que fuera firmado por las directivas de los partidos de gobierno y casi todos los de oposición, debió partir de la base de que se suscribía sometido al respeto a la ley. Si partía de la base de que se iba a imponer mediante "órdenes de partido" de cómo votar, habría sido nulo por tener un objeto ilícito, como lo es el de atropellar una ley. Pero, además, ese acuerdo fue nulo por otro concepto: se obtuvo por la fuerza. Los vicios del consentimiento, según el Código Civil, son el error, la fuerza y el dolo.

En este caso el impotente gobierno de Chile Vamos, incapaz siquiera de mantener el orden público, debió firmar amenazado por los autores, cómplices y encubridores de la violencia desatada sobre el territorio. Sus directivas firmaron "con la pistola al pecho". Eso carece de toda validez. Y, aunque la tuviera, tampoco podría haber incurrido en una ilegalidad, como imponer a los parlamentarios la obligación de votar de determinada manera en el desempeño de sus funciones.

Bastan, entonces, 52 diputados y 15 senadores patriotas y respetuosos de la ley en Chile Vamos para poner término ahora a la incertidumbre y mejorar las perspectivas del país en los próximos dos años. Esa coalición tiene 62 diputados y 19 senadores, así es que hasta puede darse el lujo de albergar diez diputados y cuatro senadores tránsfugas, dispuestos a votar por la alternativa peor, y todavía salvar al país.

En conclusión, mañana lunes sabremos si había o no en nuestro Congreso Nacional 67 parlamentarios capaces de evitarnos los dos peores años de nuestra historia, iniciados ese fatídico 18 de octubre de 2019.

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

.