Osvaldo Rivera Riffo
Director Fundación Voz Nacional


 

Voy a contar una historieta que me ocurrió durmiendo. Soñé con personajes que de niño leía en una famosa tira cómica. Como soy medio pitoniso espero que sea solo eso: ¡Un sueño!!!

Veía, que a Pelotillehue llegaba la tecnología, computadores, celulares, redes sociales, periodistas que hacían de las suyas trastocando el casi apacible movimiento del pueblo.

Doña Temebunda, presidente del tribunal del pueblo la veía rauda y agitada caminar a su despacho, donde varios pueblerinos la escucharon gritar: ¡un sumario; un sumario!... me han pasado por el aro, me han revisado la cartera y me han leído y publicado mis cartas.

¡Don Fonola, don Fonola, cite al pleno!!!

Que se han imaginado, esto no puede ser...Que cochinada me han hecho, sucios, atrevidos... ¡No me hacen juicio!!!

Don Fonola logra reunir al tribunal en pleno y ante el asombro de tal despelote, doña Treme comienza a divagar por el culpable.

Se miran de reojo. Más de alguno se sonríe y doña Treme sin dar tregua quiere la cabeza de alguno de sus detractores. Doña Treme tiene fama de Treme y goza con esa cualidad entre agria y mandona.

Pero un sumario no es posible le replicaban... ¿a quién sumariar de nuestro tribunal???

Por fin uno de sus pares don Ungenio González, pone una posible solución al problema. Propone poner a disposición de la Yuyito, todo medio de comunicación para que revise el tráfico de llamadas y así averiguar si por whatsapp, correo, pdf, foto o algo similar salió la información que tanto inquieta a doña Treme. A la propuesta, muy ecuánime se suma don Roto Quezada, don Huevo Duro y don Garganta de Lata.

Ante la sorpresa de todo el tribunal, donde algunos hacían pucheros, doña Treme grita ¡no habrá investigación!!! ya que no puedo ver a la Yuyito --quien oficia de secretaria -- y podría pasarle los cuentos a don Cuasimodo Vinagre y entonces saldría trasquilada al conocerse sus andanzas.

Pero la historia en el sueño, en el famoso tribunal pueblerino continuó hasta el amanecer en que el canto del gallo me despertó...

Aprovechando la posibilidad de trasparencia que exigía doña Treme, don Pepe Cortizona le solicita que transparente sus relaciones con don Chacalito, ya que dada su investidura no podría relacionarse privadamente con el mandamás y patrón del cartel del pueblo.

Así las cosas el tribunal quedó stand-by a la espera que se recupere doña Treme del soponcio, mientras don Condorito exclamaba

¡ Exijo una explicación!!!

Estas historietas, llenas de humor y personajes de nuestra cotidianeidad no sólo nos divertían sino también nos permitían comprender la maravillosa virtud de la ironía. Que lástima que el ingenio en Chile este en extinción.

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