Osvaldo Rivera Riffo
Director Fundación Voz Nacional


"La ignorancia es la raíz y el tallo de todo mal"
Platón


Quizás la pandemia y las largas semanas de encierro, primero voluntario y luego impuesta por la autoridad, sirvan para reflexionar y bajo el prisma del espíritu crítico podamos encontrar las luces que iluminen nuestro entendimiento y actuemos en consecuencia.

Convengamos que la definición por todos aceptada de espíritu crítico es: la capacidad del ser humano de cuestionar los principios, valores y normas que se le ofrecen en el entorno en el que se desenvuelve, siendo capaz de formarse un criterio propio que le permita tomar sus propias decisiones en las distintas situaciones que se le presentan.

Las variables que permiten ir creando un pensamiento crítico cruzan nuestra valoraciones en lo económico, social, cultural, político, religioso, moral y ético.

Esto no podría ser de otra manera ya que estamos circunscritos a un determinado espacio geográfico donde compartimos creencias, hábitos, costumbres, la historia y la veneración a nuestros héroes, las que han construido las fuentes matrices de nuestro nacionalismo, expresión antagónica a todo tipo de socialismo, como a su vez a una serie de otros elementos del diario vivir que van desde la moda a la cocina y que nos otorgan nuestra identidad.

Es lo que por definición se llama cultura.

Las características que hacen nuestra definición como nación provienen justamente de dichas características, de ahí nuestras  creencias cristianas, familiares, núcleos donde fuimos recogiendo valores esenciales de la convivencia como la amistad, la lealtad, el respeto, la tolerancia y sobre todo el orden. El respeto a nuestro ordenamiento jurídico. Al valor inquebrantable a la justicia, ciega e imparcial. El amor por la libertad y por el desarrollo de nuestras potencialidades para surgir en la vida. El valor del trabajo y el constante estudio como herramientas esenciales de nuestra dignidad

En fin, un cúmulo de valores que hacen posible la vida en una sociedad libre.

Hoy toda esa arquitectura valórica y conceptual está atravesada por consignas, eslóganes e ideologismos que alteran rotundamente nuestras creencias y costumbres. Atacan nuestras tradiciones y destruyen la convivencia social exacerbando el odio, el rencor y la mentira como armas de desinformación social.

¡Es la raíz del mal!!!

De ello no están exentos los que diciéndose de derecha, otorgan y alaban las acciones pseudo culturales de la izquierda, no dándose cuenta que incuban el germen de su propia destrucción.

Es la realidad que hoy vivimos, sumado a ello la privación de nuestras libertades básicas producto de la crisis sanitaria.

Un escenario inimaginable en una sociedad libre. Esta es la gran lección que debemos aprender, hemos vivido en lo más cercano a un mundo totalitario Espero que la experiencia sirva para valorar la libertad y erradicar definitivamente a los apóstoles del mal, enquistados en los poderes del Estado. Los parlamentarios, los peor evaluados por la opinión pública deben ser borrados democráticamente del mapa político.

Medite su próxima decisión electoral. Haga un ejercicio meta alcaldes, diputados senadores en la licuadora y pruebe ese brebaje, le sabrá amargo y vomitivo. Pues bien, dele al país la posibilidad de tomar un trago dulce y esperanzador.

Chile se merece una sociedad sana, con dificultades pero tranquila, no amarga como lo que vemos a diario.

Al cierre de esta columna se informa la renuncia del ministro Mañalich y junto a ella se hace circular la carta remitida a Piñera por la izquierda, pidiendo su salida. En alguna columna anterior anuncié este desenlace ya que era una muerte anunciada. El consuelo frente a esta injusticia, y error político mayúsculo es que el ministro Mañalich se va con el cariño y respeto de la gente de bien de Chile, que es la gran mayoría y como remache la carta pública de Enrique Correa quien fustiga a los medios de comunicación por su  manifiesta participación en esta asonada de desprestigio.

Pues bien, sin conductor y con un timón endeble el destino de Chile está sellado De Ud. depende tomar las banderas para defenderse.

"Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada".
Edmund Burke

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