Osvaldo Rivera Riffo
Presidente Fundación Voz Nacional


Hace 122 años el escritor naturalista francés Émil Zola encabezaba su manifiesto publicado a 6 columnas en la edición del 13 de Enero de 1898 en el periódico parisino"L'Aurore", con la célebre frase "J'accuse" donde planteaba un problema básicamente moral.

Es posible que todas las contradicciones de aquella época, un siglo después, estén superadas y que la lucha ideológica se enfrente en escenarios muy diversos.

Pero siempre tendrán vigencia los límites morales del actuar humano, bienes éticos inmutables, ajenos al pretendido evolucionismo sociológico pregonado por las filosofías posmodernas y orquestados por las organizaciones de fachada de la izquierda.

Cito a Zolá porque toma en esa época un apasionado partido por la causa Deyfrus, acusado injustamente de traición con evidencias falsas o como las llaman ahora "ficciones jurídicas"

Sin importarle su propia libertad ni sus recursos económicos, el escritor naturalista denunció la crisis de valores que afectaba la convivencia sujeta a un sistema de imperativos éticos que no se pueden ni se deben sobrepasar, en la circunstancia de un hecho histórico puntual, donde el oficial Deyfrus fue acusado por espionaje, viviendo 5 años en cautiverio.

El ejército francés "vórtice del affaire" sale redimido y fortalecido del error gracias al honor y rectitud de muchos jefes y oficiales. Haciéndose carne la famosa frase de un contemporáneo de Zola "El pueblo quiere a su Ejercito porque seguirá representando la gloria del pasado, el orgullo del presente y la esperanza del futuro".

Dreyfus recupera su libertad, le es devuelto su grado y reincorporado a su Ejército

Soy un chileno ciudadano común y corriente y no pretendo emular al galo escritor, pero voy a emplear el método acusativo de Zolá porque el problema de la crisis que vivimos es cultural y valórica, emitiendo juicios críticos sobre aspectos públicos que nos competen a todos los que estamos cubiertos por la bandera tricolor y pisando la tierra descrita en nuestro himno nacional como el jardín del Edén.

Pero antes expreso algunas aclaraciones conceptuales.

Antes que demócrata soy un hombre conservador y creo en todas las libertades esenciales del hombre civilizado: libertad de opinión, libertad de reunión, libertad para rebelarse frente a situaciones injustas o torpes, frente a la falta de capacidad y sensatez en la función pública, frente a la falta de coraje para ejercer las atribuciones del poder conferido, frente a la falta de prudencia para ejercer la justicia sin sesgo ideológico, etc.

Si todo ello ampara una democracia material que no puede asegurar el pleno ejercicio de todas las libertades, en el que el voto libre e informado es una más de ellas y pronto a ejercerlo por más de 7 veces durante el presente año, será entonces una simple democracia formal en la cual sufragar no tendrá sentido práctico alguno, pues sólo representará la turbamulta de carneros que siguen los dictados de las cúpulas partidistas.

El voto no será libre e informado si cada ciudadano no puede realmente informarse por medio de la opinión crítica y así actuar en consecuencia.

Caminamos sin duda a la dictadura de los partidos y nuestro deber es alertarlos. Ya que la actual mal llamada "clase política" sólo ha hecho carrera en el servicio público, dejando de lado servir a la comunidad a quien le debe su curul en el municipio, congreso o su posición en el ejecutivo.

Por tanto yo acuso:

A la izquierda completa quienes camuflados tras valores aparentes de bien común sólo han  tratado de imponer sus consignas y concepciones estatistas de la vida. El estado viene a ser el Leviatán a quien todos debemos adorar y quien nos impone los modos y hábitos de conducta que se deben seguir.
Los acuso por ser:
Responsables de la destrucción cultural de nuestra patria de nuestros símbolos y tradiciones.
Responsables de mentir y tergiversar la verdad histórica.
Responsables de mantener a las masas bajo una ignorancia permanente disfrazada de eslóganes y falsas esperanzas.
Responsables de sembrar el odio y división entre los chilenos.
Responsables de generar condiciones para la subversión urbana y rural, incluido su apoyo al terrorismo.
Responsables de los crímenes más atroces de la humanidad en beneficio de la utopía comunista.
Responsables de infiltrar las instituciones intermedias para crear el clima de agitación y violencia.
Responsables de la quema de templos, lugares sagrados donde un pueblo noble y digno se recoge con fe en la esperanza de la verdad revelada.

Acuso a la Democracia Cristiana por su indefinición, mesianismo y prepotencia, esta última es la que mejor los caracteriza.

Demasiados errores cruciales debitan en su cuenta. Los acuso simplemente de ineptos y glotones.

Acuso por tanto a la izquierda sin distingo, llámese Concertación, Nueva Mayoría o el nombre que hoy quieran ponerse, por ser un revoltijo de partidos que más que al servicio de la República se han servido de ella y la han destruido.

Acuso también a las derechas por su ceguera política tradicional, jugando con los conceptos implantados en sus frágiles convicciones por la izquierda. Si no se sacuden del complejo adquirido y defienden el valor de la historia como también volver a poner a la economía al servicio de la política y no seguir siendo adoradores de un sistema que arrasó con la naturaleza humana. Si no cambian su curso de acción y se vuelcan a defender férreamente la cultura occidental con todos sus valores encarnados en la historia, filosofía, arte y teología y siguen atados a sus intereses materiales y a sus deplorables ansias caciquiles, no verán más allá de sus narices y desaparecerán.

Sumado a lo anterior, acuso los errores mayúsculos de un gobierno calificado de "mal menor" por sus propios electores y que se está jugando otra vez los destinos de Chile.

Como los errores están indisolublemente ligados a conductas individuales se hace necesario optar por algunos de ellos.

Acuso a Sebastián Piñera, Presidente de Chile, de haber faltado gravemente a ejercer sus funciones y atribuciones y permitir el quiebre del Estado de Derecho; permitir la asonada terrorista en la Araucanía y de una inmigración indiscriminada en el norte de Chile con el total abandono de Tarapacá y los pueblos altiplánicos, principalmente Colchane, donde ha quedado destruida moralmente su gente e indefensa ante la invasión.

Por poner en entre dicho nuestra soberanía territorial al dejar abierta posibilidades de reclamación y acción de parte de países interesados.
Por dar rienda suelta a los planteamientos deconstructivos de nuestra sociedad, terminando por desmantelar nuestro orden constitucional bajo el imperio de la fuerza y el terror de los sectores violentistas.
Por permitir la contumaz violación de la Constitución vigente por parte del parlamento.

Acuso también a Evelyn Matthei de transitar permanentemente el peligroso camino de lo “políticamente correcto” y no respetar ni las ideas ni los principios que caracterizan a la derecha chilena, ni menos los principios consagrados en los estatutos de su partido de adopción, olvidándose que fue protagonista de uno de los escándalos políticos más repudiables y vergonzosos de comienzos de los años 90, donde quedó claro que sólo la ambición por el poder es su razón política y durante su carrera profesional en la que ella, por más de 30 años, ha usado la fórmula de actuar "sin dios ni ley", haciendo uso y abuso de la mala memoria del chileno y de la fe pública nacional. Hoy envuelta en otro escándalo de sus asesores directos, ella juega y baraja el naipe de sus personales intereses, moralmente impresentables, al ser simultáneamente candidata a alcalde y en paralelo posible participe de una primaria presidencial.

Acuso al conjunto de niños rebeldes llamados Evópoli, que han formado un partido instrumental de izquierda en la derecha chilena, cruzado por los planteamientos posmodernos sin filosofía ni estilo de vida propio. Sus consignas son el dialogo y el acuerdo, es lógico en un engendro salido de vertientes de pensamiento distintos, no tienen nada que defender como propio, sólo un liberalismo confuso y torpe con la esencia de nuestra historia filosófica y valórica.

Acuso a Desbordes de ser parte de las intrigas políticas que está destruyendo y dividiendo a Renovación Nacional, gatilladas desde La Moneda por quien junto con Matthei protagonizó la vergonzosa acción comentada a comienzos de los 90 y así, saltando por encima de toda ética política, llegaron al poder. La historia se repite, la máquina nuevamente funciona.

Ejemplares hay muchos más de quienes no le han hecho ningún favor a Chile.  Ahí tenemos a Rincón, Muñoz y una aparecida de última hora enviada por la sacerdotisa del mal. A todos ellos, espero que el pueblo los castigue por la información de sus fechorías políticas

Así se ha construido la falsa democracia, sin la información útil y necesaria para formarse un juicio crítico y poder desterrar a los culpables, si realmente se quiere conquistar una democracia de verdad.

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