Osvaldo Rivera Riffo
Presidente Fundación Voz Nacional


Para comenzar, definamos primero algunos conceptos empleados en las declaraciones emitidas durante el domingo recién pasado. Partamos por los conceptos de interdicción y libertad de expresión:

Se entiende como interdicción al proceso mediante el cual se declara judicialmente la incapacidad absoluta o relativa de una persona mayor de edad para el ejercicio de sus derechos.

La libertad de expresión, por su parte, es un principio que apoya la libertad de un individuo o un colectivo de articular sus opiniones e ideas sin temor a represalias, censura o sanción posterior.

Totalitarismo, es el régimen político en que el poder es ejercido por una sola persona o partido de manera autoritaria, impidiendo la intervención de otros y controlando todos los aspectos de la vida del estado. El Estalinismo hasta 1989 en URSS y en Cuba Nicaragua Venezuela, Corea del Norte hasta el día de hoy.

Pues bien, si sólo nos basamos en estas definiciones jurídicas tenemos que concluir que no existiendo interdicción declarada por los tribunales competentes, rige en plenitud el derecho a la libre expresión más aún cuando se trata de declaraciones institucionales que basándose en el derecho a defender un bien y derecho agraviado, hacen uso de una disposición consagrada en las normas legales vigentes. El derecho a réplica, mediante una declaración, comunicado , entrevista, o cualquier otra forma de comunicación es también un derecho que permite no sólo aclarar los hechos y ponerlos en su real contexto sino que, y básicamente, defender la honra y el honor vulnerado por el mal uso del derecho a la libre expresión.

Toda persona natural o jurídica tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación.

Por tanto debe existir un equilibrio de las limitaciones que imponen recíprocamente ambos derechos y con base a razones doctrinales y jurisprudenciales se permite determinar en qué momento surge la necesidad de preferir la honra por sobre la libertad de información o expresión. Materia que la definen los tribunales de justicia en el orden penal.

Dicho lo anterior saltan a la vista la estertóreas declaraciones de la totalitaria comunista de apellido Hertz (cuidado con la lectura, no se trata de una empresa de arriendo de autos) en que no sólo se atribuye el derecho a la verdad absoluta sino que intenta por una ya contumaz letanía dejar a un sector de chilenos en estado de interdicción.

El comunismo y su ruta estratégica, el socialismo, no tienen reparos en levantar las banderas de la libertad de expresión para censurar a quienes no piensan como ellos. Censura que en los países en los que se han hecho con el poder ha significado para la humanidad más de 100 millones de muertos y un totalitarismo brutal, sumiendo en la indignidad a millones de personas.

Pero más aún, el impedimento por una maquiavélica forma de interpretar las normas jurídicas alegando subordinación sin derecho a defender honor y honra, es una forma de interdicción no trepidando en configurar, en la práctica, una muerte civil la cual sería incompatible con el paradigma de los derechos humanos tan cacareados por la Hertz y los verdugos de dichos derechos.

Frente a los gritos destemplados del comunismo totalitario nacional, profiriendo todo tipos de amenazas, como a su vez citaciones a darles cuenta en el Congreso porque las FFAA han defendido su honor y honra pues bien, en uso de las facultades legales, que asista el Ministro de Defensa a representar el grave daño que se hace a la convivencia nacional por actos, declaraciones, injurias y calumnias proferidas por los medios de comunicación social y amparadas por un poder del estado y ver en definitiva quien o quienes siguen al margen de la ley.

Ojala las FFAA no caigan en este juego perverso del comunismo totalitario y de rodillas una vez más, tengan que dar explicaciones por defender su honor que tanta gloria le ha legado al pueblo de Chile, quienes de verdad los respetan, respaldan, admiran y apoyan.

No pierdan ese valioso capital.

Ahora, si lo hacen por conveniencia de lo políticamente correcto… ¡lo sabrán nuestros hijos también!!!

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