Osvaldo Rivera Riffo

 

Significativo es el hecho de que en estos días el Sumo Pontífice visita el Reino de Marruecos. Sin duda es una circunstancia histórica; el acercamiento de dos visiones del hombre frente a la religión y el sentido de trascendencia.

Es la tercera vez que un Papa está en tierras musulmanas y la segunda en Marruecos. En 1985 el Papa Juan Pablo II realizó la primera visita de un Pontífice al mundo islámico, atendiendo a una invitación de Su Majestad, el entonces Rey Hasán II. En dicha oportunidad, el Papa hizo un fuerte llamado para iniciar el diálogo interreligioso.

En esta ocasión, atendiendo también a una invitación del Rey Mohamed VI, por primera vez el Papa visitará un centro de formación de imanes y predicadores islamitas. Institución de gran influencia, no sólo en su país sino en todo el Magreb (lugar por donde se pone el sol, el poniente, la parte más occidental del mundo árabe) y todo el continente africano.

Marruecos se ha caracterizado por su interés y desarrollo de políticas orientadas al fomento del diálogo entre civilizaciones, consolidado por su Majestad Amin al -Muninin, Emir de los creyentes, y su actual Rey, transformando a este país del norte de África, en un modelo de tolerancia y convivencia, alcanzando con ello una fuerte influencia cultural. Esto ha permitido un reforzamiento de los valores humanos de respeto interreligioso conducente a la tolerancia y la paz.

Hay que considerar que Marruecos tiene un status privilegiado en el concierto de las naciones árabes dada su historia, su apertura secular y sus ancestrales universidades (15 universidades públicas, 8 universidades privadas y 211 centros e institutos de formación), destacando la universidad de Al Qarawiyyin en la Medina de Fez, la más antigua del mundo, fundada y funcionando desde el año 859. Es importante destacar, considerando los movimientos de reivindicaciones que hoy plantean grupos de mujeres a través de la ideología del feminismo, que dicha universidad fue fundada por una mujer llamada Fatima al Fihri y su hermana Mirian, quienes se interesaron por la educación del pueblo que las había acogido.

Interesante dato histórico, ejemplo para el mundo de hoy, donde la ignorancia campea en todos los niveles.

Esta visita viene a dar una señal importante para seguir avanzando en la consolidación de las relaciones entre creencias cristianas y musulmanas, alejando con ello los conflictos que se han desarrollado últimamente en el mundo producto de la falta de tolerancia y respeto.

Es sin duda un avance, no solo religioso sino que diplomático, ya que cuando hoy las migraciones han impactado fuertemente los fenómenos culturales de las naciones de occidente, producto justamente de la intolerancia religiosa, sus líderes deben dar señales que el orden establecido y la consecución armónica del desarrollo social, político y económico de los pueblos, no se puede ver afectado por expresiones fanáticas de corte religioso. De ahí la importancia de este diálogo religioso e intercultural. De ahí la importancia de la paz mundial con un fuerte respeto a los valores trascendentes del hombre.

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