Osvaldo Rivera Riffo

Hay tres muertes. La primera es cuando el cuerpo deja de funcionar. La segunda es cuando el cuerpo es arrojado a la tumba. La tercera es ese momento, en algún punto del futuro, cuando tu nombre es dicho por última vez. (David Eagleman)


Ha sido siempre mi interés leer, estudiar y ver los procesos históricos de la humanidad. Las grandes civilizaciones y sus legados culturales, y el desenvolvimiento del hombre con sus características sus ideales, sus virtudes y defectos que han posibilitado seguir la ruta que nos ha conducido universalmente hasta nuestros días.

Sin duda Septiembre nos retrotrae a los siglos de nuestra colonia y a la conformación de la nueva raza que puebla valles, montes y quebradas de este curioso país llamado Chile: los criollos, característica general en toda américa hispana.

Pues bien, de esa nueva raza surgen los líderes que darán los pasos decisivos para liberarse de la Corona española e ir luchando por la conquista de la Independencia en todo el continente y con ello proclamar la libertad.

La influencia de las ideas de la revolución francesa sin duda hicieron fuerza en los muchos jóvenes, hijos de familias acomodadas de la época que los enviaron a estudiar a Europa.

Todos llegaron a esas tierras en pleno imperio de Napoleón Bonaparte de cuyo proyecto político y grandeza como nación fueron tomando ejemplos.

Así, Francisco de Miranda quien participó en la revolución francesa y luego en la independencia de Estados Unidos, fue de gran influencia en Bolívar, Sucre, San Martin y O'Higgins quienes fueron los más destacados por la influencia europea que recibieron.

También hay que recordar a Manuel Hidalgo, Carlos Manuel Céspedes, Juan Pablo Duarte, Juan Rafael Mora, etc., quienes iniciaron la independencia de México, Cuba, República Dominicana y Costa Rica respectivamente.

En los más cercanos a nuestra identidad cultural hay que hacer memoria para no sólo recordar la enorme obra libertadora de cada uno de ellos, sino también el destino inmediato que sufrieron sus vidas por el desagradecido pueblo hispanoamericano, una de las principales taras que hasta el día de hoy no se han superado.

Miranda, considerado el artífice de los procesos independentistas de América y cuyo proyecto sería la creación de una sola nación hispanoamericana, fue denostado, luego de su derrota militar. Antes había recibido de Venezuela el cargo de Dictador y Generalísimo, y para reagruparse firmó el acta de capitulación frente a los ejércitos realistas que retomaron Caracas. Este acto, su amigo y discípulo Bolívar lo consideró traición, lo tomó prisionero, lo quiso fusilar, luego lo encarceló y finalmente muere en una prisión en España.

Simón Bolívar sufre una serie de atentados y conspiraciones, no descansa en su objetivo de liberar al Perú y Ecuador finalmente instalado y enfermo en la Santa Fe de Bogotá, renuncia a su cargo de Dictador y se refugia camino a Venezuela en la isla Santa Marta donde muere solo acompañado por dos amigos de su infancia y profundamente desilusionado y triste por el asesinato de su sucesor y dictador de la Gran Granada, Antonio José de Sucre.

José de San Martín quizás el más puro y recto de los héroes latinoamericanos quien rehusó todo mandato político después de lograda la independencia, sobre todo de Argentina, Chile y Perú, se retiró enfermo olvidado y lleno de honores en un remoto rincón de Francia, dejando en manos menos nobles las guerras civiles, las luchas de poder que terminaron por malbaratar los sueños de los patriotas libertadores 

Bernardo O'Higgins, nuestro "Patri Patriae" máximo honor concedido considerado nuestro fundador de la Republica, no tuvo mejor suerte y no fue distinta a la de los anteriores.

Fue desterrado por 40 años en Lima, observando desde su destierro el devenir de su patria, sumida en guerras de poder intestinas, guerras civiles y sucesión de diversos gobiernos incluso el asesinato de Diego Portales. Finalmente cuando el Congreso chileno le restituye sus grados militares muere cuando se aprestaba a volver a la patria.

Sin embargo antes de su de exilio y el día que partía rumbo al Perú escribe su última proclama al pueblo de Chile, que reproduzco íntegramente ya que la historia no debe jamás olvidarse ni mucho menos dejar de enseñarse:

"¡Compatriotas! Ya que no puedo abrazaros en mi despedida, permitid que os hable por última vez. Con el corazón angustiado y la voz trémula os doy este último adiós; el sentimiento con que me separo de vosotros sólo es comparable a mi gratitud; yo he pedido, yo he solicitado esta partida, que me es ahora tan sensible, pero así lo exigen las circunstancias que habéis presenciado y que yo he olvidado para siempre. Sea cual fuere el lugar a donde llegue, allí estoy con vosotros y con mi cara patria; siempre soy súbdito de ella y vuestro conciudadano. Aquí os son ya inútiles mis servicios y os queda al frente del gobierno quien pueda haceros venturosos. El Congreso va a instalarse y él secundará sus esfuerzos; vuestra docilidad los hará provechosos. Debéis recibir en breve sabias instituciones, acomodadas al tiempo y a vuestra posición social; pero serán inútiles si no las adoptáis con aquella deferencia generosa que prestaron a Solón todos los partidos que devoraban a Atenas ¡Quiera el cielo haceros felices, amantes del orden y obsecuentes al que os dirige!... ¡Virtuoso ejército! ¡Compañeros de armas!, llevo conmigo la dulce memoria de vuestros triunfos y me serán siempre gratos los que la patria espera de vosotros para consolidar su independencia."

Han pasado dos siglos y algo más y qué ha cambiado

¿Qué ha cambiado ?...

Las intrigas, la mediocridad imperante, la falta de visión de futuro. La carencia de liderazgos serios y profundos en su pensamiento, rectores de políticas propias de estadistas, hacen que estos países caminen a paso firme al despeñadero social y económico.

Miren Venezuela y el sueño de Bolívar. Miren Ecuador y Bolivia y el sacrificio de Sucre, Miren Argentina y la dignidad de San Martin.  Y miren a nuestro país. ¿Cómo se estará dando vueltas en la tumba nuestro libertador al observar que por ambición, figuración e ignorancia Chile pierde cada día su soberanía a manos de organismos internacionales?

Que Septiembre no sólo recuerde las glorias Patrias del 11 y el 18 que nos entregaron esos valientes visionarios, sino también nos haga reflexionar en la calidad de personas en las que nos hemos convertido: sin compromiso, desagradecidos, desleales, hipócritas, mentirosos, chaqueteros, envidiosos y mediocres. Pero para consuelo, son las características que desgraciadamente siempre ha tenido el criollismo nacional, así al menos da cuenta la historia.

Piense en lo que le he recordado... ¿Pero no será hora de superar estos defectos y aprender de la historia, desterrando estos vicios y logrando una sociedad libre, sobre todo de la tiranía política?