02 de mayo, 2020 

 

 

 

 

Manuel Bengolea
Economista


El estallido social y el posterior desenfreno de vandalismo y saqueo, más el Coronavirus, han dejado al descubierto las reales intenciones de un sector político ligado a la izquierda, que es el de hacerse con el poder por cualquier vía. En efecto, si es necesario apoderarse del ahorro de los trabajadores o sacrificar la independencia del Banco Central para poder financiar a un fisco controlado por ellos, y aunque ello desate la inflación que tanto daño hace a los más vulnerables, da lo mismo.

El expresidente Lagos sostuvo en una entrevista radial, a propósito del manejo de la crisis del Coronavirus, que la oposición no está dando el ancho. Dijo también, en la misma entrevista: “aquí estamos todos embarcados en lo mismo. Se están tomado decisiones, hay que apoyarlas y si usted tiene algo que decir, dígalo en privado.” ¿Y cuál ha sido la reacción de la oposición? Una buena parte ha hecho caso omiso de ello y sigue empeñada en privilegiar sus intereses por sobre los de la población o los de los electores que dicen representar.

Una parte de lo oposición parece no entender que en tiempo de crisis las diferencias políticas deben posponerse y priorizar la urgencia económica y sanitaria por el bien del país. Y no son pocos los personeros del bloque opositor al gobierno que, aprovechando el drama y la angustia ocasionado en la gente por el impacto económico adverso del aislamiento social, sobre todo en los más vulnerables, proponen soluciones cuyo contenido, a ojos de cualquier entendido serio y versado en políticas públicas, son un reflejo cristalino de su mala intención o de su supina ignorancia.

La última de estas proposiciones es el ingreso a trámite de un proyecto que elimina las AFP y nacionaliza los fondos de pensiones.  Cabe señalar que la iniciativa ha sido suscrita por los senadores Ximena Órdenes (PPD), Yasna Provoste (DC), Alejandro Navarro (País Progresista), Alfonso de Urresti (PS) y Juan Ignacio Latorre (RD). Sinceramente, no podría esperar algo diferente de los senadores Navarro y Latorre, que ya sea por ignorancia o mala intención, siempre han coqueteado con los socialismos radicales y empobrecedores tipo Venezuela o Argentina y anhelan apoderarse de los ahorros previsionales de los trabajadores para amplificar su poder para así poder capturar votos y voluntades.

Sin embargo, de una senadora de la DC, que a pesar de no poseer aptitudes analíticas sobresalientes, sí cuenta con el soporte de un partido, que siempre ha estado en contra de la expropiación y por el respeto irrestricto al derecho de propiedad. Más sorprendente aún resulta que en la cuenta de Twitter de los senadores DC (@senadoresDC) lo destaquen y promuevan como una gran iniciativa el despojar a los trabajadores chilenos de sus ahorros para la vejez. Puede que estos fondos no sean suficientes para una vejez digna, pero son del trabajador, y su utilización no será resorte de la voluntad o cercanía con algún político para materializarlo.

El estallido social y el posterior desenfreno de vandalismo y saqueo, más el Coronavirus, han dejado al descubierto las reales intenciones de un sector político ligado a la izquierda, que es el de hacerse con el poder por cualquier vía. En efecto, si es necesario apoderarse del ahorro de los trabajadores o sacrificar la independencia del Banco Central para poder financiar a un fisco controlado por ellos, y aunque ello desate la inflación que tanto daño hace a los más vulnerables, da lo mismo. Para este sector lo importante es el poder. Por eso el expresidente Lagos, que como siempre sorprende con su valentía y asertividad, sostuvo que algunos políticos no dan el ancho.

Llegó la hora de deshacerse de los tiranos que no dan el ancho, que además les cuestan una fortuna a los contribuyentes, y, al momento de votar, enviarles una señal contundente en las próximas elecciones, de que no queremos a más populistas, titiriteros o malabares del engaño. Sigamos los consejos del pensador griego Platón que hace más de dos mil trescientos años ya vislumbraba los peligros del populismo al sostener que “uno de los castigos por rehusarse a participar en política es que terminarás siendo gobernado por hombres inferiores a ti.”

Fuente: https://ellibero.cl/opinion/manuel-bengolea-la-tirania-de-los-que-no-dan-el-ancho/

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