20 octubre, 2020 

 

 

 

 

Tomás Flores
Economista Senior de Libertad y Desarrollo


Sin duda que la situación de recesión y pandemia obliga a concentrar los esfuerzos en la reactivación y poder enfrentar los posibles rebrotes a partir de marzo próximo, pero ello no puede ser a costa de una rebaja presupuestaria tal que la mayor parte se destine al pago de los sueldos del personal.


El proyecto de Ley de Presupuestos 2021 tiene características especiales, dada la pandemia y los efectos económicos que ha generado. Es por ello que numerosos ministerios han sufrido recortes sustanciales en sus presupuestos y el de Defensa no es una excepción.

Dicho ministerio considera las tres ramas de las Fuerzas Armadas más los servicios de apoyo como sanidad, industria militar y control del espacio aéreo y marítimo, entre otros. Entre el presupuesto total vigente en agosto pasado para el 2020 y el proyecto 2021 hay una caída de gastos de 19,1%, equivalente a cerca de US$555 millones aproximadamente. Una parte significativa de esta caída se produce en el ítem de bienes y servicios, en donde la caída es de 8,1%; en el resto de los egresos donde la contracción es mayor aún.

El componente más importante del presupuesto del Ministerio de Defensa es el contemplado para la fuerza, donde se incluye al Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Pues bien, el presupuesto 2020 consolidado del Ejército, que asciende a US$796 millones vigente en agosto pasado, disminuye en -7% real, en donde la reducción en -21,1% real para el ítem de bienes y servicios es una de las más significativas en monto de recursos. Una rebaja de esta magnitud implica cambios relevantes en la operación de las unidades militares. Adicionalmente, el presupuesto de inversión disminuye en -78,8%. Desaparece el ítem para compra de mobiliario, máquinas y equipos y equipos informáticos.

En el caso de la Armada, el presupuesto consolidado 2021 disminuye en -6,5% real respecto del presupuesto 2020 vigente a agosto, que asciende a US$ 595 millones. Dicha contracción contiene una reducción en el ítem de bienes y servicios en -11,2% real respecto del presupuesto 2020 vigente a agosto. Una rebaja de esta magnitud implica cambios relevantes en la operación de las unidades navales, en particular la compra de combustible. En el ítem de inversión, por último, el presupuesto considerado es de $0, es decir disminuye en -100% real respecto del presupuesto 2020. Desaparece el ítem para compra de mobiliario, vehículos, máquinas y equipos, y programas y equipos informáticos.

Por último, el presupuesto consolidado 2021 de la Fuerza Aérea disminuye en -13,3% real respecto del presupuesto 2020 vigente a agosto de US$ 382 millones, en donde lo contemplado para bienes y servicios disminuye en -10,8% real respecto del presupuesto 2020 vigente a agosto. Una rebaja de esta magnitud implica cambios relevantes en la operación de las unidades aéreas, en particular la compra de combustible. Para concluir, el presupuesto 2021 para inversión es de $0, es decir, disminuye en -100% real respecto del presupuesto 2020 vigente a agosto y con ello desaparece el ítem para compra de mobiliario, vehículos, máquinas y equipos, y programas y equipos informáticos.

En suma, hay una reducción significativa en el presupuesto de operación y de inversión de la fuerza, generándose una situación en donde la mayor parte del presupuesto se dedica al pago de los sueldos del personal. De hecho, en el presente año la proporción del gasto en personal sobre gastos totales llegaría al 79% y subiría a 84% para el próximo año. Una vez que esté en estado de régimen el nuevo sistema de financiamiento, incluyendo el Fondo Plurianual para las Capacidades Estratégicas de la Defensa, dicho guarismo no debería superar el 60%, ya que de seguir recortándose el presupuesto de operación podríamos acércanos a la realidad de Argentina, donde el presupuesto de Defensa alcanzaba escasamente a solo pagar sueldos, sin tener ninguna posibilidad de despliegue operativo.

Sin duda que la situación de recesión y pandemia obliga a concentrar los esfuerzos en la reactivación y poder enfrentar los posibles rebrotes a partir de marzo próximo, pero ello no puede ser a costa de una rebaja presupuestaria en Defensa. De lo contrario, le será imposible cumplir su misión fundamental, esto es, proteger a los chilenos frente al uso de la fuerza o a la amenaza del uso de la fuerza por parte de actores internacionales.

Fuente: https://ellibero.cl/opinion/tomas-flores-presupuesto-de-defensa-un-recorte-de-us-555-millones/

.