Gian de Biase


¡Y es que NO, es NO! ¿Por qué la izquierda no lo entiende? Le dijimos ¡NO! En el año 1973, cuando el tirano socialista Allende quería hacerse con todos los poderes. Tuvo que venir el general Pinochet y decir ¡NO! ¡RECHAZO! Al igual que todo Chile, el hambre, la miseria, la pobreza, la injerencia cubana y soviética, las guerrillas y el terrorismo ¡Rechazo el comunismo!

Desde la última vez que los chilenos dijeron NO, mal guiados por “la alegría ya viene”, donde confluía toda la izquierda apátrida y comunista, encabezada por gente como Aylwin, Frei Ruiz-Tagle, Lagos, Bachelet y Piñera, todos partidarios del NO al orden, no a la prosperidad, no a la tranquilidad, de decirlo NO a Chile y la tradición chilena. Todos ellos quisieron desechar el Gobierno Militar para que jesuitas, masones, comunistas, cubanos, haitianos, burócratas de la ONU, terroristas islámicos, rusos y chinos, se apoderarán poco a poco de Chile.

Y ese fatídico y amargo NO, que no obtuvo mayoría contundente, sino una débil y pírrica victoria, gobernó estos cuarenta años. Entregaron Chile a quienes les dio la gana, desde sus familiares hasta empresas transnacionales, pasando por otros países y cualquier otro tipo de negocios extraños, oscuros e ilícitos. Las drogas fluyeron en Chile, al igual que el adoctrinamiento posmarxista internacional, para así acabar con la chilenidad desde adentro.

En el pasado, estos señores como el insulto de Insulza o Lagos, fingían ser más chilenistas que un huaso. En el presente, estos personajes, muestran su cara globalista y comunista, apoyando todos los disparates que salen de los marxistas trasnochados de la ONU o defendiendo al socialista de Lula Da Silva, aunque este preso por corrupción. Esta miseria moral solo se explica en un plan orquestado desde La Habana, donde desde la comodidad material que otorga la producción capitalista, el vacío dejado por un sistema de producción que lo basan en el egoísmo, la especulación y la desconfianza, termina por suplir las supuestas injusticias de la vida cotidiana con el odio, resentimiento y envidia modernamente marxista.

¿Entonces qué sociedad nos queda? El Carabinero es reducido a “paco” y el terrorista, el delincuente, el narcotraficante o el corrupto son elevados a “buenos”, como la Bachelet o Carmen Hertz, y casi hasta santos por algunas sectas marxianas. El huaso, el comerciante, el que produce, el chileno de a pie y esforzado, es reemplazado por el empresario frívolo y calculador, que trabaja de especular con el dinero ajeno, lo que viene a ser un Piñera o George Soros cualquiera ¿Y la familia? Pues, reemplazada por el partido, por perros o por el yoga… Para estos hedonistas lo importante es el aquí y el ahora, del mañana se ocupará otro.

Y esa mentalidad suicida, nociva y pestilente, crea una sociedad de resentidos, odiosos, parásitos que están buscando vivir de sus padres o del Estado. Estos prefieren culpar a la humanidad de sus desgracias ¡SIN PERDÓN, NI OLVIDO! Como bien vociferan las hordas enardecida de terroristas antes de destruir una Iglesia o reducir a cenizas algún patrimonio chileno de más de 300 años.

Estos seres sin dios, sin historia, sin consciencia, sin amor, sin padres, sin parientes, sin nadie que les llore el día que no estén ¡Y no por el hecho de ser zurdos! Es por el hecho de volverse seres totalmente indeseables hasta para sus propios parientes, terminan lejos de todos y todo, bajo relaciones netamente políticas, comerciales y delincuenciales. Los vínculos familiares y de amistad son inaccesibles para personas con el corazón endurecido, sin capacidad de amar o de hacer el bien, solo saben pensar, ver, hablar y hacer el mal.

Esta es la misma izquierda marxista que gobierna Cuba, Venezuela, Nicaragua, Argentina y México, y quiere de nuevo arremeter contra Chile. Lo intentó la señora Bachelet durante su gobierno, como a través de Javiera Blanco, se movía el dinero turbio de su administración para corromper Carabineros de Chile, la Policía de Investigaciones y las Fuerzas Armadas de Chile, la misma técnica utilizada por Allende para traer al general Bachelet, a su bando comunista y hacer que le diera la espalda al Ejército, a la Virgen del Carmen y a Chile.

En Abril, veremos todos los horrores habidos y por haber. Ese plebiscito ilegítimo al cual le forzaron legalidad, será una vergüenza para la historia democrática de Chile. Ya la izquierda ha empezado el fraude y aún no son las elecciones. El terrorismo marxista es fraude, buscan asustar a los chilenos con fuego, miseria y hambre. Un plebiscito “de prueba”, sin el SERVEL (el cual también maneja la izquierda) y que no fuera detenido por las autoridades ¡Es trampa!

Todos los recursos internacionales que la izquierda hace contra la República de Chile. Las miles de mentiras que se han dicho sobre Carabineros de Chile, que ha tenido una actuación impecable defiendo a los chilenos del terrorismo, sin poder utilizar armas de fuego o de aire comprimido, solo con equipo anti motín y piedras ¡También son viles trampas y mentiras del comunismo internacional, a través de su globalismo y medios progresista!

Que en la papeleta se tenga que votar RECHAZO, porque sabían que el NO se iba a imponer, es una trampa. Que incluyan otra pregunta, sobre si queremos ser Cuba por convención o asamblea ¡También es una trampa! Es un proceso que nace como una amenaza de guerra a muerte de la ultra izquierda marxista castro-comunista contra el devoto, trabajador y tranquilo pueblo chileno.

Por eso chilenos, es un deber imperante salir a defender lo que la constitución establece, defender el orden, la patria y la chilenidad es un deber de todos, la tradición chilena lleva décadas en decadencia y es por la inacción y complicidad de una élite que se corrompió por venderse a un establishment globalista podrido. Solo la cristiandad y la chilenidad podrán hacerle frente a esta prostituyente chavista ¡No al comunismo! ¡Viva Chile!

.