Tomas Bradanovic


 

Creo que ya les conté que me inscribí como apoderado para el plebiscito constitucional que se va a realizar en 11 o 12 días más y hoy tuvimos la primera reunión de coordinación, una tele reunión vía Zoom.

¡Que maravilla y que diferencia con las inútiles y aburridísimas reuniones en persona! Algo que siempre he detestado, de las pocas veces en mi vida que he simulado trabajar, es "ir a una reunión", me desesperan por improductivas, inútiles y molestas, porque te obligan a desplazarte y -lo peor de todo- tienes que aguantar a los pelmazos que se toman la palabra y pasan horas hablando estupideces, convencidos que están haciendo un tremendo aporte para todos. No hay exhibiciones de egolatría más groseras que las que vemos en una maldita "reunión de trabajo".

Las tele reuniones en cambio te obligan a ser preciso, acotado en el tiempo, tomar decisiones y -lo mejor de todo- puedes poner los audífonos con volumen cero y divertirte de lo lindo viendo como gesticulan desde el otro lado mientras tanto tu ensayas tus mejores caras de interés ante la cámara, ¡es genial!.

Intermedio: lo que yo nunca iba a hacer
La 
vida nos da sorpresas. Cuando yo estaba en la universidad le decía a quien quisiera escucharme que jamás en la vida me iba a emparejar, formar una familia y menos tener hijos, la verdad esa era una de mis peores pesadillas y siempre estuve totalmente convencido que iba a vivir solo hasta que estirara la pata. No tenía la menor duda sobre eso.

La verdad siempre le tuve miedo a las mujeres -aunque con el tiempo me fui acostumbrando un poco- y, una vez que me convencí que no mordían (aunque a veces patean) pensé que había perdido mucho tiempo. Entonces me dediqué de lleno a hacer currículum: jóvenes y viejas, gordas y flacas, bonitas y de las otras, en fin, daba lo mismo, necesitaba muchas "para el currículum". Debo haber pasado unos diez o quince años en eso.

Pero un día cualquiera, sin darme cuenta, me vi emparejado, lo que nunca, nunca iba a hacer; con un hijo, lo que nunca iba a tener y el clavo final del ataúd fue cuando me vine a vivir a la casa que le había vendido a la Pilar, dejando atrás casi toda una vida de estar en pensiones y cuatro deliciosos años en la casa rodante. Se cumplió mi pesadilla tal cual, y yo sigo muy contento.

Fin del intermedio

Lo otro que nunca iba a hacer
Lo 
otro que jamás en la vida iba a hacer era militar en un partido político. Lo consideraba la más baja, indigna y asquerosa de las actividades humanas. Y aquí me tienen, el mismo día en que el Partido Republicano de Chile empezó a juntar firmas de militantes yo me inscribí. Si no soy el primero debo estar entre los primeros.

No contento con eso ahora me ofrecí voluntariamente como apoderado del partido ¡yo que siempre me había arrancado de ser vocal de mesa y que cada vez que había elecciones viajaba 300 km a Iquique para excusarme! Quien te ve y quien te vio Tomasito: nunca digas nunca.

En Arica el Partido Republicano todavía no junta las firmas que se necesitan, es una de las pocas regiones que falta. Somos poquitos los que nos ofrecimos de voluntarios acá, solo 20 y el Servicio Electoral hizo una cuchufleta tal que por cada apoderado del "rechazo" habrán tres apoderados del "apruebo", así es que la vamos a tener difícil para defender los votos.

Pero a diferencia de los idiots "de derecha" que solo saben quejarse y ya anuncian que vamos a perder, yo estoy más entusiasmado y optimista que nunca. Las peleas fáciles no tienen gracia, todo lo que vale la pena es difícil. Estoy convencido que el Partido Republicano es el único en Chile en estos momentos que tiene mística, entusiasmo y decisión, esos se puede ver en la gente, los otros "derechistas" que están en los partidos tradicionales son gente ambiciosa, interesada y sin ilusiones.

Si alguna vez me sintiera desilusionado o descontento con el Partido Republicano, tomo mis cosas y me largo enseguida. Me da pena esa gente de RN o la UDI que saben la basura en que están pero se mantienen allí por ambición, con la calculadora en la mano pensando que el "apruebo" va a ganar y les podrán caer unas migajas. Pobres diablos.

A mi me da exactamente lo mismo qué opción gane en el plebiscito, si gana el "apruebo" nada va a cambiar para nosotros, la gente común que no tenemos nada que perder, solo que se va a prolongar un poco más la agonía de politiqueros y ladrones. Pero si gana el "rechazo" -amigos- eso será el apocalipsis para toda la clase política. No solo Allende se revolcará en su tumba, sino que será el principio del fin para muchos que han vivido muy confortablemente en los últimos treinta años.

Por eso, aunque "la contienda es desigual" yo veo la pelea con la misma ilusión con que Condell y Prat deben haber enfrentado a sus enemigos y creo que todos los del "rechazo" vamos a dejar el cuero en la pelea. No tenemos nada que perder y todo, absolutamente todo para ganar. Ah, iba a comentar sobre Zoom pero ya se me hizo tarde, mejor me voy a mis aposentos. Mañana será otro día.  

Fuente: https://bradanovic.blogspot.com/

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