3 febrero, 2021 

 

 

 

 

Andrés Montero
Ingeniero Comercial UCH,
Master en Relaciones Internacionales, The Fletcher School of Law and Diplomacy.
 Colaborador estable de ABC de Madrid


Volvamos a lo básico y podremos volver a soñar de verdad. Chile y los chilenos no han despertado y ojalá despierten pronto. La mayoría en este país está adormecida y con alzheimer galopante.


Paso a paso y haciendo casi todo mal, nuestro querido país avanza firme hacia su autodestrucción. La mayoría dirá que es exagerada esta apreciación y que no hay que ser tan pesimistas. Vamos por parte.

La inseguridad crece en todos los lugares. La ilegal irrupción de cientos de miles de inmigrantes ha aumentado severamente el narcotráfico, surgen nuevas formas de delinquir y enfrentamos una creciente pobreza en suburbios y campamentos. No pocos inmigrantes duermen en carpas a metros de la Casa de Gobierno. El Estado se siente obligado a hacerse cargo de las demandas y de los “derechos” de los nuevos visitantes, todo financiado con nuestros impuestos. Hasta un video con instrucciones de cómo entrar a Chile ilegalmente por el norte circula profusamente. El SJM y todos los peligrosos tentáculos de la ONU son cómplices activos de esta tragedia.

La usurpación de terrenos y campos se hace frecuente, con escasa y tardía respuesta de la fuerza pública e indolencia del gobierno y de los tribunales de justicia. El borde costero del norte chico está plagado de segundas viviendas en terrenos usurpados y nadie los desaloja. Centenares de predios agrícolas en la Araucanía, tomados y amenazados por bandoleros y narcos. Las “comunidades” exigen justicia y unas cuantas quieren tener policía propia. Muchas de esas tierras las recibieron sus antepasados y después las vendieron y ahora las quieren de vuelta.

Se asesina agricultores y no pasa nada. No hay detenidos. Se mata policías y carabineros y no pasa nada. La prensa, mayoritariamente izquierdista, cubre el show del hermano y de la mala madre del detective asesinado, quienes se abrazan con los violentos sin mascarilla en un evento descarado. La plaza Baquedano sigue siendo vandalizada semanalmente por delincuentes impunes. Un fiscal de Curicó intentó culpar a un soldado que cumplía con su deber. El juez que llevó adelante la investigación por la muerte de Frei Montalva, plagada de suposiciones sin fundamento, sería el nuevo Presidente de la Corte de Apelaciones. Un senador deja su cargo para ser candidato a constituyente. ¿Qué dirán los electores burlados?

Por su parte, Kast, Muñoz, Lavín, Briones, Desbordes, Sichel, Rincón, Boric y Jadue, entre muchos más, pretenden ser presidente. ¿Creerán que es fácil gobernar y todos sienten tener las competencias? Los alumnos, supuestamente, seguirán estudiando virtualmente, pero sabemos que copian mucho y estudian muy poco. Nadie tiene mucho interés en volver a las aulas.

El sistema de pensiones chileno lo destruyen a paso firme ideólogos marxistas que no aceptan que, aunque perfectible, ha funcionado bien. Chile se llena de perros. Miles de miles de canes intocables. Todo lo que hacen lo cubre la televisión y ya las mascotas tienen preferencia en los aeropuertos, pues embarcan antes que los humanos. Surgen empresas que atacan a quienes producen proteínas de origen animal. Parece que hay que ser vegano, plurinacional y progre.

Ya nuestra bandera no se ve flamear, no se celebran los triunfos de nuestros soldados en grandes batallas y el 21 de mayo pasa inadvertido en los colegios y liceos para no “afectar a alumnos provenientes de países vecinos”. Para el 18 de septiembre se baila cumbia y se ataca al rodeo chileno. No se enseña historia, ni se enseña a leer ni a escribir.

Se acabó el respeto por los mayores. Hay una generación completa que no valora la experiencia de sus padres. Nuestro Presidente de la República, apoyado dos veces por muchos, vive con falta de coraje y no toma el control. ¿Ya no lo tomó? Su simpatía DC se hace presente siempre, navegando en el medio. Pareciera que la ONU gobierna Chile. Que justo sería que el primer mandatario expresara de una vez que la ley indígena de don Patricio es pésima, que reconozca que la reforma agraria de su admirado Eduardo Frei fue terrible, que diga que los militares tomaron el poder obligados por la situación interna y que el gobierno se ocupará de verdad en desmantelar la millonaria estafa de los exonerados falsos.

En el intertanto, dirigentes gremiales y sociales intentan mirar el futuro con optimismo y siguen hablando de estallido social, en vez de delictual. Los actos terroristas del Metro quedaron impunes y esas atroces acciones se minimizan.

Hoy controlan el escenario los amigos de Maduro, de la dictadura cubana y aquellos que dicen estar en contra de ellos, pero no hacen nada concreto para condenarlos de verdad.

La esperanza estaría en la nueva Constitución, surgida desde la extorsión. Partiendo de 0, se buscarán los acuerdos entre todas y todos para llegar al paraíso. Pretenden que la vivienda, la educación, la alimentación, la salud y las pensiones sean derechos de los ciudadanos. Soñar no cuesta nada.

En vez de gastar infinitos recursos en un proceso de impredecible desenlace, sería tanto mas efectivo que cada uno trabaje responsablemente, que estudie con interés, que no robe, que no salte el torniquete, que el aparato estatal elimine grasa y sea más eficiente, que los políticos hablen menos y concreten más, que los jueces no se politicen y fallen en conciencia objetiva. Finalmente, que tengamos claro que todos nos vamos a morir y que debemos dar buenos ejemplos.

La responsabilidad y la austeridad deben retornar al centro de nuestro accionar. Chile y los chilenos honorables merecen más que la incultura creciente. Elevemos el nivel, hagamos un esfuerzo adicional, antes de que sea demasiado tarde. Venezuela demorará no menos de 50 años para recuperar su nivel anterior a la dictadura chavista y Cuba lleva 62 años raptada por una manga de sinvergüenzas -con todo tipo de privilegios- que sumió a la isla en la pobreza y el enclaustramiento. Argentina por su parte, otrora una nación rica y respetada, se hunde en la decadencia de la mano de Alberto y Cristina. Simultáneamente Fernandez y su entorno piquetero -miembro del Grupo de Puebla- provoca a Chile dibujando y publicando mapas truchos que incluyen territorio chileno. Nadie en la Cancillería se hace responsable por haberse quedado dormidos, cuando se debió reaccionar con fuerza.

Volvamos a lo básico y podremos volver a soñar de verdad. Chile y los chilenos no han despertado y ojalá despierten pronto. La mayoría en este país está adormecida y con alzheimer galopante.

Fuente: https://ellibero.cl/opinion/andres-montero-la-riesgosa-ruta-de-la-autodestruccion/

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