Remigio Pardo


Educar ha sido de gran importancia para los pueblos a través de la historia.

La enseñanza es fundamental en la relación padre-hijo o profesor-alumno, maestro-discípulo, pues los seres humanos somos seres sociales que adquirimos nuestro conocimiento en el contexto en el cual nos desarrollamos y así vamos obteniendo un juicio propio de la realidad.

La educación es la base para consolidar tempranamente el desarrollo y pensamiento de los individuos; su importancia radica en la formación de los futuros ciudadanos, ella entrega las herramientas para la participación activa e informada de las personas en el desarrollo de la sociedad.

Según estos principios, la educación y la cultura han sido un instrumento eficaz para dibujar el futuro; pero también han servido como objetivo instrumental al servicio de los designios políticos. Por eso es que la politización de la educación sirve a las clases políticas como lugar idóneo para formar futuros partidarios del sistema político que se quiera mantener o de aquel que se quiera obtener en las próximas generaciones.

Lo lógico y normal sería que el sector educativo se guiara exclusivamente por preceptos pedagógicos neutrales, pero lo cierto es, que en la realidad estas funciones educativas al final acaban viéndose mediatizadas por el interés político, que es el que al final direcciona como deberá ser el funcionamiento de la educación.

En nuestro país hace cincuenta años fuimos testigos de una pretendida manipulación política de la educación, con el proyecto "Educación Nacional Unificada" de Salvador Allende durante el gobierno de Unidad Popular, el que esbozada la importancia de la educación y la cultura en la formación del pueblo. Segmento del discurso de presentación de la ENU por Allende en el Congreso Pleno en Mayo 1972, en el manifiesta: "debemos avanzar en la modelación del Hombre Nuevo, que supere las deformaciones impuestas por la sociedad". Ya en aquellos años se intentaba modelar el pensamiento del pueblo mediante la cultura y la educación, proyecto y gobierno que tuvieron su derrumbe en 1973.

Pero aun cuando está ideología fue prescrita por un tiempo, el marxismo sigue presente como ideología destructiva.  Es como una peste que si no se alerta o no se previene, se re direcciona, vuelve tras sus planes y objetivos ideológicos en pos de contaminar con su destructivo catecismo, para lo cual traza distintos métodos y caminos.

La ideología marxista se ha metamorfoseado hasta el presente, en donde vemos como su injerencia política adquiere diferentes caretas y tiene importante influencia y presencia en nuestro país.

Si hacemos memoria, desde hace décadas hemos sido testigos de la formación de profesores ideologizados y formados, por poner un ejemplo, en el conocido Pedagógico de la Facultad de Educación de la UCH (símbolo de las protestas callejeras, cuya formación y preparación siempre fue de izquierda); de allí egresan los maestros que han formado a parte importante de generaciones; niños y jóvenes en todos los niveles de escolaridad básica y media que desde luego han recibido una formación con un evidente sesgo político.

Otro ejemplo de politización en la educación es la Facultad de Derecho de la UCH, donde cohabitan una mayoría de profesores y alumnos con una marcada raigambre marxista... entonces uno entiende el actuar sesgado de muchos políticos, jueces y fiscales garantistas cuya formación ha sido en estas aulas. Lo ratifica recientemente la editorialista Mary Anastasia O’Grady del Wall Street Journal, quien sostuvo que en las universidades chilenas existe un “adoctrinamiento marxista”.

Pero volviendo al tema inicial, las consecuencias del proceso de politización de estudiantes ha generado jóvenes activistas ideologizados, que son los que en el pasado inmediato han actuado  en el marco de las movilizaciones estudiantiles de 2011, donde la señal ideológica fue siempre enfrentarse y deslegitimar la institucionalidad. El esfuerzo de estos estudiantes se concentró en generalizar las tomas de establecimientos y darles espacios de autonomía y aprendizaje en pos del cuestionamiento del orden establecido.

Esa visión crítica de la realidad fue relevante en los cambios educacionales, que además representó un aprendizaje para la acción futura y motivó el acercamiento con políticos rupturistas lo que los llevó a crear movimientos de ideas neo marxistas bolivarianas.

Es acá donde debemos tener claridad; la diferencia entre la educación que se imparte con estricta neutralidad e imparcialidad y el adoctrinamiento cuyo propósito busca implantar prácticas educativas preconcebidas e ideadas por alguien con el fin de inculcar determinados valores o formas de pensar en los sujetos a los que van dirigidas dichos preceptos.

Adoctrinamiento: "Conjunto de medidas y prácticas educativas y de propaganda encaminadas a inculcar determinados valores o formas de pensar".

Históricamente, el adoctrinamiento ha sido promovido como medio de control social. Se adoctrina, enseñado los principios de una determinada creencia o doctrina, con la intención de ganar adeptos. Con el adoctrinamiento se trata de lograr en los individuos una fe ciega, una ausencia de pensamiento crítico; generalmente el adoctrinamiento va acompañado de diversas técnicas psicológicas.

Cuando enviamos a nuestros hijos al colegio, uno elige el establecimiento, y espera que ese establecimiento les entregue una formación de acuerdo con "nuestros" principios. Pero aun cuando el producto (plan educacional) a entregar sea el mismo para miles de establecimientos...existe una gran diferencia y esa es "quien" es el que hace esa entrega. Y allí está el problema, es difícil saber en "que cree" quien imparte la educación. Desde luego existen diferencias y sesgos en quienes imparten y entregan el saber, tanto en las escuelas, colegios, liceos, institutos e incluso en las distintas universidades.

Puede ser muy neutral el material o el programa,  pero es muy difícil que el maestro, el instructor sea neutral.

El profesor, sea cual sea, tiene un pasado, tiene una "idea" de la realidad... y en este punto es casi imposible que la educación no tenga algún tipo de pensamiento político y de allí viene lo que se llama la "politización" en la educación; pero... esto es adoctrinar.

Ahondemos en la definición: adoctrinar es inculcar a alguien determinadas ideas o creencias.

Desmenuzando el concepto "ideas", es definido como el primero y más obvio de los actos del entendimiento, que se limita al simple conocimiento de algo.

 Y "creencias", es el firme asentimiento y conformidad con algo.

Pues claro… el maestro puede creer que su labor es contribuir a tener  un mundo feliz. Eso es lo que él cree, que es posible, mediante "su" ideología hacer un mundo de la alegría. Y esa, su creencia la imparte a través de la educación e instrucción. Y para eso se vale del adoctrinamiento para implantar o inculcar ideas e ideologías que lo ayuden a  lograr ese objetivo. Y por ese camino de adoctrinamiento se llega a lo que conocemos como proselitismo. Pues el proselitismo es ganar adeptos, ganar individuos que piensen como uno. Ya que según cómo transmitamos las ideas y creencias, vamos haciendo política, vamos adoctrinando, vamos ganando prosélitos, partidarios,

Y aquí salta a la memoria un documento recién emitido por el actual gobierno y presentado por actual Subsecretario de Defensa, el señor Galo Eidelstein, miembro del Partido Comunista, en que se propone el estudio de los planes de estudio y se solicita la red curricular y datos de todos los maestros e instructores que forman los oficiales y suboficiales de nuestras FF.AA.,  solicitud que tiene un objetivo estratégico, ya que el PC siempre ha usado el adoctrinamiento ideológico en la obtención de sus fines y su solicitud claramente busca erosionar el carácter apolítico y la autonomía de los institutos armados.

Veamos cual es la doctrina político militar de Cuba y/o Venezuela, donde imperan los batallones populares y comisarios políticos dentro de las filas, que definen los objetivos y enemigos, tanto internos como externos. Esos son los objetivos perseguidos por el Partido Comunista.

Con pasos y acciones como las del Subsecretario Eidelstein se busca cimentar el adoctrinamiento militar en torno a sus concepciones ideológicas, las que finalmente apuntan a cercenar las libertades.

Esto no es casual ni un despropósito. Detrás existe una estrategia ideológica. Las acciones y nombramientos que hemos vivido recientemente no son espontáneos o aleatorios. Son el resultado de una ideología, de una estrategia política diseñada para despojarnos de nuestra libertad. Los que llevan a cabo esta estrategia se alinean con las ideas y planes de Gramsci y esta fórmula política es la utilizada para difundir el neo marxismo en todo el occidente.

Antonio Gramsci, ideólogo comunista del siglo lXX creía que la única manera de lograr una revolución es cambiando la cultura, la religión y las FF.AA. ya que estos son los cimientos de la democracia liberal. Cambiar estos cimientos es clave para introducir el comunismo. Controla sus creencias y controla a la gente.

En esa misma línea Gramsci sostuvo que para ganarla hay tres principios:

1.- Ser la clase dominante en la cultura;

2.- Tener el poder del Estado y las FF.AA.

3.- Transformar completamente la base económica. (en este punto no se menciona ni el crecimiento, ni el desarrollo ni el PIB ni nada de eso, se trata de bajar al país "de los patines").

Todos estos cambios han ido sucediendo bajo nuestras narices y con la anuencia de todos. Entonces, debemos alertarnos: ¿cuán cerca están de lograr su objetivo?

.