11 febrero, 2023 

 

 

 

 

 

Por Pilar Molina


Aprenda rápido que el poder no es para implementar sueños, sino que para administrar un país lo mejor posible. Eso pasa por hacerse cargo de las emergencias y evitar que la nación retroceda, como ha ocurrido en los últimos 9 años y probablemente se repita con su gobierno.


Recuerdo haber leído que Jacinta Ardern renunciaba a continuar gobernando en Nueva Zelanda porque estaba exhausta. Le terminaron la bencina de su estanque, como dijo, no solo lo problemas internos, sino que siempre tuvo imprevistos que la obligaron a concentrarse en las prioridadades que fijaron un ataque terroristas a dos mezquitas, una erupción volcánica, la pandemia del Covid y la consecuente crisis económica.

Gobernar no es nada fácil, aunque a algunos parecen disfrutarlo al punto de repetirse el plato. Tenemos un par de experiencias cercanas. Pero los mortales normales, supongo, se dan cuenta que las gratificaciones no alcanzan a pagar los sinsabores y a compensar el hecho de dejar de ser dueño de la vida propia.

El Presidente Boric partió feliz de vacaciones con su pareja el día jueves a Aysén, sin darse cuenta que los incendios que ya se habían iniciado lo obligarían a volverse al día siguiente. Y ¡ay! si no lo hubiera hecho, porque probablemente las protestas por su ausencia en la tragedia en el sur y las comparaciones con lo que había hecho el ex mandatario Sebastián Piñera le pusieron bencina al avión que tomó para devolverse al norte.

Los ministros tampoco son dueños de su tiempo y hay 14 de ellos asumiendo funciones de enlace y otras en las tres regiones sureñas arrasadas por el fuego. Hasta la Canciller va a retornar el lunes para coordinar las ayudas internacionales. Probablemente regresa a solicitud del Presidente. Ignoramos si a Antonia Urrejola le dijeron que se tomara las vacaciones porque a la vuelta perdería su cargo con el cambio de gabinete, o creyó que era adecuado irse, junto a su subsecretaria que la siguió días después, luego de la embarrada diplomática que protagonizó.

Pero ya no están los tiempos para dejar la escoba y partir a descansar al extranjero, ojalá a países capitalistas, como le gusta hacer algunos del oficialismo. Es lo que hizo la alcaldesa comunista Irací Hassler, que emprendió vuelo luego de dejarnos atónitos con la compra de una clínica para el municipio de Santiago a un valor cuatro veces más alto al que la había adquirido semanas antes quien se la vendió.

Tendrá que aprender esta generación en el poder y quisiéramos creer que ya hay algún aprendizaje. Ni cervezas, ni rock, ni vacaciones. Cómo se iba a soñar el Presidente lo poco que lo quieren, a pesar de sus selfies “buena onda”. Cada vez más se gobierna para hacer transitar a los países por las emergencias al menor costo posible. En Chile siempre hay catástrofes. Cuando no producidas por la naturaleza (terremotos, tsunamis, aluviones, erupciones volvánicas o sequías), son obra humana. Como el 18 Octubre que destruyó lo más difícil de construir: la institucionalidad, el orden, el respeto a las normas y a la ley. Igualmente destructoras, aunque algo menos, son las recesiones económicas que irrumpen sin aviso.

¿dónde queda el programa refundacional que nos convoca?, se preguntarán los comunistas y los del Frente Amplio. Ah, primero gobiernen la emergencia que ahora son los incendios que no se extiguen y amenazan la zona central. Luego, asuman de una vez por todas que deben procurar una solución para las isapres porque sino generarán una crisis sanitaria que afectará de chincol a jote y perderán los pocos apoyos que mantienen.

Inmediatamente, o en paralelo, háganse cargo de la demanda de los chilenos que exigen a gritos en el norte y en el sur y en todas las grandes ciudades: ¡la seguridad! No nos gustan las tasas de homicidio disparadas, las encerronas, la informalidad creada por el crimen organizado y el auge del narcotráfico. Dejénse de frases huecas como “otra cosa es con guitarra” o de mesas dilatorias y vayan de frente contra la inmigración ilegal y la inseguridad que siembran los grupos extremistas en el sur.

Luego, solo cuando tengan en vereda esos problemas acuciantes, y si no ha explotado otra emergencia, negocien para sacar adelante algunas ideas de su programa. Ustedes saben que no tienen mayoría en el Congreso. Renuncien entonces a su ideario transformador, rechazado en el plebiscito del borrador constitucional, y busquen implementar las mejores ideas, esas que le hacen bien a Chile, aunque a ustedes no lo satisfagan plenamente. Si tienen la suerte de encontrar una oposición más colaboradora de la que ustedes fueron, podrán empezar a hacerse cargo de los problemas pendientes.

En el fondo, señor Boric: aprenda rápido que el poder no es para implementar sueños, sino que para administrar un país lo mejor posible. Eso pasa por hacerse cargo de las emergencias y evitar que la nación retroceda, como ha ocurrido en los últimos 9 años y probablemente se repita con su gobierno.

Puede ser hasta aburrido. Y lo primero es respetar la ley, lo que a usted tampoco le gusta tanto, porque indulta a delincuentes y les da pensiones de gracia y todavía se da vueltas antes de decretar estados de emergencia y toques de queda. Quizás podría comunicar que ha entendido “los mínimos” que debe cumplir un gobernante si hace un giro y se viste un poco más formal. No le pedimos que se ponga corbata, sería otra voltereta, pero puede mejorar su aspecto. Al menos cuando asista a funerales de mártires que murieron por la patria, como la bombera de coronel Yesenia Muñoz.

https://ellibero.cl/opinion/pilar-molina-lo-minimo/

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