Por Remigio Pardo


La teoría del caos es el paradigma que propone que determinados cambios en el equilibrio y la estabilidad, pueden generar insospechados resultados.

Esta teoría que puede servir para explicar el irracional comportamiento de confrontación que encontramos en quienes nos gobiernan, comprender actitudes, puntos de vista, creencias de políticos ideologizados cuando vemos que trazan un camino que nos lleva a la incertidumbre y al caos. Un camino que es lo contrario "al imperio del orden y la paz" que debe primar en el país para su crecimiento y desarrollo

Al testimoniar el día a día, vemos con preocupación cómo sube el nivel de violencia; hechos y eventos turbulentos de todo tipo en el diario vivir, vastas zonas urbanas y rurales donde impera el terrorismo y el gobierno solo reacciona poniendo estados de excepción acotados ante esta violencia ascendente que genera gran  incertidumbre. Somos testigos del desorden tanto en aspectos sociales como políticos y en paralelo una ambigua gestión gubernamental.

Ante tal panorama, no tenemos más remedio que concluir que este gobierno y sus huestes ideologizadas ven como ésta la ruta, la senda para provocar un estado de "caos general". Provocar este clima de incertidumbre y confrontación ideológica para tratar de conformar un nuevo orden político-social, que es el mismo que planteaban en el proyecto de constitución recientemente rechazada.

Es la visión ideologizada de futuro que estos políticos quieren imponernos y todo aquello sin desviarse ni un milímetro de la dirección refundacional que esperan para nuestro país.

Nuestro país sufre una gran  crisis de violencia, sumada a la crisis en la inmigración, la crisis económica -con deflación e inflación ascendiente-, crisis en la educación y crisis en pensiones. Entonces uno comienza a entender el afán persistente por arrastrar al quiebre de las Isapres, que llevará además a una crisis de la salud pública.

Efectivamente, ellos buscan la confrontación y la angustia ciudadana, la desesperanza que nos conducirá finalmente a un gran crisis, un gran caos... es lo que buscan para rearmar un nuevo orden político-social. Estamos siendo testigos impávidos, e inertes de cómo nos arrastran y nos precipitan al despeñadero.

Es la ruta trazada por mentes afiebradas, que no logran asimilar la voluntad del pueblo, la que incluso prefieren ignorar. Su objetivo es avanzan sin tranzar. Optan por seguir con sus planes y orientaciones, lo que les permitiría intervenir y reorientar la política y el orden social; por eso el ataque continuo a todo lo que para ellos son los peores obstáculos a sus objetivos, sincerado cuando manifiestan que este gobierno será la tumba del neoliberalismo, pues este representa la libertad, el derecho de propiedad y el libre mercado. Triada que está en el objetivo mortal de la nueva-izquierda.

Se entiende entonces cuando Boric y sus huestes expresan: "Que se cumplirá el programa, cueste lo que cueste".

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