Gonzalo Rojas

  

A raíz de mi última columna sobre Voto útil y voto fundamental, me escribe una conocida dirigente que fue de derecha, y que parece que ahora es… piñerista. Conservo su identidad en reserva.

Transcribo textualmente:

Estimado Gonzalo, no tiene sentido cuestionar tu apoyo a J. A. Kast., pero como te admiro y sé de tu inteligencia, te pido que me expliques cuál es la idea de apoyarlo entusiastamente, para la futura elección.

Todos sabemos que lo máximo que puede lograr es que se pierda Piñera y obvio él también. ¿qué nos queda? ¡Tú bien sabes!

Mi modesta experiencia después de 30 años en política es que la prudencia y el realismo son esenciales para el logro de objetivos que nunca son totalmente lo ideal pero si el arte de lo posible.

Entonces te pido que por favor me expliques la racional razón.”

Veamos:

Gracias por las positivas referencias, tan distintas de las que otros personeros piñeristas, el senador Hernán Larraín en concreto, han proferido sobre el proyecto de José Antonio y quienes lo apoyamos.

La idea es muy sencilla y llama la atención que alguien con tanta experiencia política no parta de ahí: José Antonio Kast es el mejor posible presidente de Chile.

Su participación puede lograr algo mucho más importante: que haya dos candidatos que dejen fuera de la segunda vuelta a la izquierda. Dos candidatos que tienen en parte electorados complementarios y en parte electorados coincidentes. Piñera representa a uno de los posibles centros y Kast a la derecha.

Si Piñera se pierde –o sea, fuera tercero en primera vuelta– ¿no habría sido culpa de esa candidatura no haber logrado los votos suficientes para derrotar a Guillier y Sánchez? ¿Por qué la culpa la tendrían otros que de ninguna manera votarían por Piñera (yo, en concreto)? Kast nunca va decir lo mismo respecto de Piñera, porque respeta su derecho electoral.

Para la derecha chilena, la verdadera, la guzmaniana, la conservadora, la republicana, la pinochetista (cada una de esas dimensiones es específica y a veces se suma con las otras) Piñera no es opción. Eso es realismo político: distinguirse de quien no te representa (no apoyar a un candidato ajeno) y apoyar al candidato propio, al que realmente ves como gestor del bien común.

Efectivamente, la candidatura de José Antonio Kast es una candidatura de ideales. Está muy lejos del pragmatismo piñerista. Los ideales –sólo ellos– alumbran el arte de lo posible. Lo otro, la aparente eficacia de los números, eso lo pautean las encuestas Cep y Adimark.

Fuente: http://viva-chile.cl/2017/09/me-han-escrito/

 

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