Gonzalo Rojas S.


Desplazados de la carrera presidencial, los comunistas enfrentan un nuevo dilema: mantener el apoyo abierto y real a la candidatura Boric o jugar a dos bandas -su deporte favorito- apoyándolo a medias, mientras algunos de los recursos bolcheviques se destinan a una candidatura presidencial apoyada por la Lista del Pueblo.

La segunda opción tiene para los comunistas el riesgo de quedarse sin nada -sin Jadue ni Boric- pero les permitiría estrechar vínculos con esa izquierda durísima dentro la izquierda dura, ese extremo que ha surgido potente desde la Primera Línea y que, como siempre, los comunistas saben que deben terminar controlando para evitar riesgos de fuga de su militancia más belicosa. Y el método de control comunista comienza siempre por la amistad que después deviene en traición.

Así como ya lograron deshacer al Frente Amplio, provocando la salida de numerosos parlamentarios hacia la vieja Concertación -Nuevo Trato, liberales, Garín- o simplemente hacia la independencia -Jiles y otros- ahora la tarea consiste ciertamente en evitar que la Lista del Pueblo se mande sola. La primera oportunidad para cohonestarla se presenta de inmediato, en las presidenciales y en las parlamentarias próximas.

Importante será para la toma de decisión comunista el mejor conocimiento posible del origen de los votos de Boric. Si el PC llega a la convicción de que una porción significativa del millón obtenido por el magallánico en las primarias provino de votación derechista -lo que debilitaría algo la posición de Boric para la primera vuelta- es indudable que preferirá jugar a dos bandas, entregando apoyos compartidos a Boric y al candidato de la Lista del Pueblo.

Obviamente el discurso PC sostendrá su alianza con el puntarenense, pero la realidad de campaña bien puede ser otra.

El apoyo que ya le prestan los comunistas a la posibilidad de que la Lista del Pueblo (“populares”, los llamaremos) compita en las mismas condiciones que los partidos en las próximas parlamentarias, tiene también relación con esa eventual estrategia.

Una lista parlamentaria fuerte de los “populares”, una lista que obtuviese un resultado similar a la representación de convencionales que ya logró la Lista del Pueblo, significaría un aporte sustantivo de votos frescos (sufragios que no se habrían emitido ni para comunistas ni para frenteamplistas) y que le permitiría a la izquierda dura (comunistas y frenteamplistas) mantener su actual representación, privando de paso a la centro izquierda, a la centro derecha y a la derecha, de escaños que quedasen en manos “populares”. Si el esquema funcionó para la Convención, ¿por qué pocos meses después no resultaría también eficaz para el Congreso?

Por cierto, para que la lista de los “populares” tuviese un éxito importante, su candidatura presidencial tendría que ser también fuerte y dura. ¿Qué mejor que un ex frenteamplista para encabezarla, privando de paso a Boric de adhesiones con las que hoy quizás cuenta? 

Otro dato a favor de la estrategia comunista de las dos bandas.

Fuente: https://viva-chile.cl/2021/07/el-pc-ante-un-nuevo-dilema/

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