22 DE SEPTIEMBRE DE 2022 

 

 

 

 

 

Hermógenes Pérez de Arce


Por supuesto que nos da risa oír a Evelyn Matthei y sus seguidores decirse partidarios de una "buena y nueva Constitución" y de un "Estado Social de Derecho", como reza el inicio del engendro ya rechazado. Ella capitanea la enésima y acostumbrada "vuelta de chaqueta" de la centroderecha. Por supuesto, es demasiado inteligente como para creer en el Viejo Pascuero. Pero así capta simpatías de la mayoría repetidora de consignas, que nunca ha entendido nada. Hasta hoy Evelyn se ha negado a revelar cómo votó en el plebiscito de entrada. ¿Dividendo? Según reciente encuesta, es la persona más popular de la política.

Los de derecha a secas somos impopulares, pues no le miramos la cara a nadie. Sabemos que la noción de "Estado social" es una redundancia y lo decimos: todo Estado es social. Hace 500 años Luis XIV fue el primero y el último en decir "el Estado soy yo" y en describir un "Estado individual". Nunca hubo otro. El Estado es, pues, "social" per se. Sa va sans dire.

Ahora ¿qué se entiende por "social"? Hasta el vulgo lo sabe: que pagan otros, no uno. Y esa idea encanta, por supuesto. Pero no funciona. Quedó plasmada en la foto de Boric pasando bajo el torniquete del metro, poco antes del incendio de las estaciones. ¿Quién pagó el pasaje que él "se ahorró"? Los demás. El pasaje gratis no existe. Justamente el metro había subido la tarifa en $30 porque le había aumentado "la cuenta de la luz" en 270%, por haber incurrido en el disparate de cambiarse a "energías limpias" (que no son limpias y sí son más caras). "¡No son 30 pesos, son 30 años!" gritaban Boric, Camila, Karol y Jackson. Los 30 mejores años de la historia de Chile, gracias al modelo del GM, quien recibió a los chilenos viviendo 63,6 años (1972) y los devolvió a los políticos viviendo 73,4 (1990, "El Mercurio, 18.09.22, C-7). Nos regaló diez años más de vida. Y diez centímetros más de estatura. La izquierda no lo puede soportar. ¡Otra Constitución, por favor, que nadie nombre a Pinochet!

Cuando Ludwig Erhard instaló la economía libre en la Alemania de posguerra le añadió "social" al nombre del modelo, porque tenía que hacérselo tragable a los ocupantes norteamericanos, que eran y son como la Evelyn, es decir, viven pendientes de la izquierda. Por algo hubo "enmienda Kennedy" para castigar a Chile por librarse del comunismo. Michelle Bachelet, que es lo más próximo al comunismo fuera del PC y con excepción de Boric, ¡después condecoró a Kennedy! 

Erhard sabía que la economía libre iba dar plata demás para los pobres, tal como lo hizo en Chile (Rolf Lüders, "La Tercera" 01.11.19). Pero acá el gasto social no les llegó a los pobres sino a la burocracia dorada de izquierda, que gana un 50% por sobre los sueldos del mercado  ("La Tercera", "Pulso", 20.11.21).

En fin, el último término de la frase "Estado social de derecho" que subyuga a la Evelyn, es lo mejor de todo. "Estado de Derecho" es la mala traducción del inglés "rule of law", que quiere decir "imperio de la ley", lo cual acá ya no hay, como lo reconociera el senador Jaime Quintana del PPD, quien confesó en 2019 estar viviendo un "parlamentarismo de facto". Mandan los políticos y nadie hace respetar el derecho, comenzando por el presidente de entonces, Piñera, que se rindió y entregó a sus enemigos la "joya más valiosa de la corona", la Constitución, pese a tener facultades para meterlos presos a todos por insurrección violenta e inhabilitarlos por cinco años. Ahí se perdió al país. Ahora la Evelyn y la masa de claudicantes, con Piñera reincorporado, quieren volver a perderlo. ¡Los personajes de la Kyoto se reencuentran 30 años después!

Y los de la derecha a secas, sentados, como los árabes, a la puerta de nuestra tienda, semper fidelis a nuestras ideas, nos reímos de tanto entreguismo y esperamos ¡otra vez/ y qué fue! ver pasar el cadáver del enemigo. 

Fuente: http://blogdehermogenes.blogspot.com/

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