Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


“Estamos en la fase preliminar de una de las mayores batallas de la historia”
W. Churchill


Quizás sea bueno recordar algunas palabras de políticos que han tenido un rol destacado en la historia .Podemos o no, estar de acuerdo con ellos en el juicio histórico final, pero sus frases se inmortalizaron para defender la honra, la soberanía la independencia  y la libertad de la Patria y de ahí la necesidad de recordarlas.

Cuando Inglaterra se enfrentaba a la posible invasión alemana, su recién nombrado Primer Ministro Sir Winston Churchill se dirigió a la Cámara de los Comunes, en un discurso transmitido por la BBC a toda la nación y dijo:

“No puedo ofrecer otra cosa más que sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas. Tenemos una prueba de la especie más dolorosa. Tenemos ante nosotros muchos, muchos meses de lucha y sufrimiento”.

De la misma forma, otro gran político, el General Charles de Gaulle, dijo a su pueblo: ”Francia se hizo a golpes de espada. La flor de lis, símbolo de la unidad nacional, no es más que un puñal de tres hojas. La dificultad atrae al hombre de carácter, porque es en la adversidad que el verdadero hombre se conoce a sí mismo”.

En nuestra propia historia nacional hay sin duda ejemplos que debemos resaltar en estas horas de incertidumbre y temor; José Miguel Carrera escribió “Siempre me pareció digno de un hombre honrado, sacrificar su reputación a la de su Patria. Si esta máxima no constituye el heroísmo es por lo menos el resumen de las virtudes más sublimes del ciudadano”

Sin duda estas expresiones llamando al pueblo a luchar por su bandera, por su tierra, por su lengua, por sus tradiciones, en fin por su identidad como nación, cayeron en terreno fértil y esos pueblos respondieron sacando fuerzas de flaquezas e hicieron frente al enemigo con la clara convicción de vencer y alcanzar la victoria.

Cruzamos una etapa de revolución impuesta por quienes amparados en el engaño, la traición y la mentira y cobijados bajo el paraguas de grandes internacionales ideológicas, hoy arrastran al país a un proceso refundacional de graves consecuencias.

La Comisión Constituyente ya ha dado los pasos necesarios para destruir la República, sus instituciones y la dignidad del pueblo chileno.

Las nuevas autoridades, ya incluso antes de que la norma legal se apruebe y entre en vigencia, por la vía de los hechos imponen un lenguaje que no es parte de nuestra identidad nacional. Los símbolos y las tradiciones en ceremonias de expresión republicana han sido mancillados.

Pero lo peor es que las autoridades salientes, con su complicidad apoyaron la traición sobre la Patria, sobre su historia, sus héroes y mártires de la libertad. Han presenciado la puesta en escena de la ópera trágica que vivirá Chile. Han visto previamente desfilar por las calles el día 8 de marzo a las nuevas autoridades feministas. Una manga de mujeres frustradas cuya amargura está reflejada en sus rostros y en sus actos. Pero habrá una coordinadora de género en cada repartición pública. Una especie de policía del sexo. Irritante por decir lo menos. Cuando oí que una de estas vestales del feminismo le había solicitado al presidente la creación de este nuevo cargo, me alegré, por fin tendrían trabajo las costureras, y le darían utilidad a la tijera cortando género e intentando vestir dignamente a las nuevas autoridades. Pero no, eran policías del sexo. A lo cual el señor Boric declaró “que nadie se equivoque…este será un gobierno feminista“

¡La batalla ha comenzado y no sobra nadie!

En estas horas duras se levanta Voz Nacional para desde sus trincheras alentar a los patriotas, sacar fuerzas de flaqueza y luchar para impedir que un grupo ocasional de revolucionarios bañados por el odio y el resentimiento amaguen las esperanzas de un pueblo digno desde sus orígenes, que con esfuerzo ha construido un presente y camina airoso en pos de conquistar el futuro, bajo la misma bandera, pisando un Chile unitario y orgulloso de su historia.

Todos deben sumarse, sin restricción, incluso aquellos arrepentidos de sus recientes acciones. Aunque a los ojos de muchos patriotas, esto no los exculpa de sus responsabilidades pasadas y tendrán que entrar a lo menos en el juicio de la historia, donde tendrán un lugar destacado por haber servido al socialismo y al comunismo, en un proceso en el que olvidaron que dichas ideologías políticas han engendrado los peores verdugos de la dignidad del hombre en la historia: miseria, desolación, pobreza y muerte son los legados de los socios de ayer de los arrepentidos de hoy.

Esta columna la dedico a los patriotas que nos han apoyado y que sin dudarlo recogieron nuestro llamado a unir esfuerzos y construir la resistencia. Sin duda que el compromiso de todos es necesario. Despeje el temor, piense en las frases con las que inicie esta columna y decídase a apoyar. No descanse en el trabajo de unos pocos. Será hermoso decir mañana, cuando la luz vuelva a iluminar esta tierra: ¡Yo estuve ahí, me comprometí y defendí a Chile!

Muchas gracias 

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