Osvaldo Rivera Riffo
Presidente
Fundación Voz Nacional


Parece increíble que antes de cumplir una semana de gobierno, este conglomerado de descerebrados haya hecho tanta barbaridad en todos los frentes, que incluso el novel e inexperto primer mandatario ya tiene mote en la prensa internacional: “Merluzo”, que según la Real Academia de Lengua Española se usa para referirse a un hombre bobo o lisa y llanamente tonto.

Todo esto, como se sabe, por el desastre protocolar cometido por la plumero directora del protocolo, al dejar al Rey de España esperando más de 30 minutos en el auto antes de hacerlo entrar a la ceremonia del Congreso Nacional.

Sin embargo el mentado Merluzo responsabilizó públicamente a SM del retraso en el inicio de la ceremonia.

La reacción de la Casa Real y de la prensa española no se hizo esperar ante semejante grosería y esta última calificó la conducta como propia de un Merluzo.

Este desatinado suceso viene a confirmar que más que un acto poco cuidadoso del protocolo, realizado por una bibliotecaria, que vive en permanente contacto con la pachamama, apunta al objetivo central de la propuesta ideológica que caracteriza y persigue la actual administración, causar una ofensa a nuestro origen hispano y agradar a las etnias cuyo nuevo cuño de identidad está siendo plasmado en el mamarracho constitucional que se está escribiendo. La rapanui cumplió fielmente las órdenes de sus mandantes: ¡ofenda al Rey de España!

Pero no es todo, al embajador de Malasia se le impidió que su auto lo recogiera en las puertas del Palacio de la Moneda como al resto de los Diplomáticos y como es habitual en ceremonias, visitas o presentación de cartas credenciales y tuvo que esperarlo en la calle sentado en un pilar de la esquina de Morandé con Moneda. Pero el Plumero tan sin novedad.

A lo anterior se suma la puesta en escena de la Sra. Urrejola, quien desde su elevado sitial como Ministro de Relaciones Exteriores impulsó en menos de una semana la firma del Acuerdo de Escazú, que no es otra cosa que un acuerdo regional sobre el acceso a la información pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe. Hecho comunicado a la prensa por el Ministro Secretario de la Presidencia Sr Jackson.

Naturalmente y como era de esperar las reacciones de los chilenos patriotas no se demoraron: ”Estamos poniendo en serio riesgo la seguridad agroalimentaria del país, la inversión y el desarrollo de energías de todo tipo …es un tratado ambiguo que abrirá las puertas a activistas extranjeros para que se inmiscuyan en nuestros asuntos internos” fueron las declaraciones de diputados republicanos.

Sin duda que pone en serio riesgo la soberanía, ya que el día de mañana decidirá un tribunal internacional por sobre la legislación chilena impidiendo con ello inversiones para poder hacer producir la tierra, el aire o el agua en beneficio del desarrollo progreso y calidad de vida del chileno.

En definitiva es de esperar que los parlamentarios verdaderamente chilenos legislen en beneficio de la Patria y rechacen la firma de este acuerdo que requiere ser ratificado por el Congreso Nacional.

Hay que tener claro que Escazú es la forma que ha implementado la izquierda internacional bajo su ideología posmoderna, para meter su odiosidad en nuestro país usando el medio ambiente. Todo lo anterior en menos de una semana de gobierno, pero hay más...

El empresariado nacional tan benigno con la izquierda, incluso apoyando económicamente su accionar político, recibió como compensación a su empeño de cuidar sus intereses, una declaración de guerra al no ser invitados al acto de investidura. Esto sumado más tarde al discurso del merluzo en que indica claramente el propósito redistribuir la riqueza que estaría en manos de unos pocos. Es decir anuncio claro de expropiación.

Misma situación con las Iglesias al cuestionar el criterio de sus invitados al acto ecuménico situación que no fue aceptada por la Iglesia. En otros términos el gobierno decide quién tiene o no derecho a asistir a una ceremonia oficial dentro del ámbito que el sistema ha usado siempre para actos de carácter protocolar, civiles o religiosos.

Controversia con el poder judicial al levantar las querellas del estado de Chile contra delincuentes en proceso y ofrecer indultos.

Pero no nos quedemos cortos, la compañera de Yungay dice que no es Primera Dama y tampoco Dama. A lo cual se suman las fotos levantadas en Instagram de la ministro del interior diciendo que es una “vaquita lechera“ desde las oficinas del ministerio y mostrando por cierto su escote.

Pero lo que rebalsa el bote de la improvisación es que la “vaquita lechera” dice qué hay presos políticos en Chile y su secretario al día siguiente la desmiente.

Sin duda que nos veremos, a poco andar, enfrascados en un tema limítrofe con Bolivia a quien le han ofrecido relaciones diplomáticas y que exigirán para tales efectos los criterios de la soberanía, olvidando la señora Urrejola que está pendiente el tema de las aguas del Silala. Situación que se arrastra desde el 5 de mayo de 1996, cuando diarios bolivianos acusaron la utilización de aguas de dicho país al denunciar que el Silala fue desviado de su cauce natural por empresarios chilenos y que cualquier uso por parte de Chile debiera tener una compensación económica para el pueblo boliviano. Esto llevó el problema a la Corte internacional de La Haya donde el estado Plurinacional de Bolivia se enfrenta al Estado Unitario Chileno.

Inexperiencia de Urrejola o simplemente utilización de su responsabilidad para fines ideológicos. Ojalá se exponga a la primera acusación constitucional por poner en serio riesgo la soberanía nacional.

De verdad mis estimados lectores, es vergonzoso seguir enumerando a tan solo una semana de su instalación, los graves síntomas de lo que se viene para Chile y que están cayendo como aluvión sobre la ciudadanía que aún está impávida, sumado a ello los ya 83 artículos aprobados del mamarracho constitucional que apoya y afirma el “tinglado internacional” con sus declaraciones.

Tengan claro que la única manera de poner atajo a este desastre es votando RECHAZO en el plebiscito de salida y volver a ponernos sobre los rieles de un país en orden. Si no lo hace, no se queje ya que será tan merluzo como el peor de todos.

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